Redacción (ALN).- Sin poder real y con la credibilidad perdida tras una larga lista de fracasos y escándalos, el «gobierno interino» que proclamó el opositor Juan Guaidó hace tres años y medio se desvanece en cámara lenta, sin que se tenga claro cual será el futuro de los actores políticos que le acompañaron.
Y es que el poder de maniobra de Guaidó está cada vez más mermado. Sus apariciones públicas se centran, la mayoría de las veces, en la conducción del debate virtual cada martes de los diputados electos en 2015. Aunque también se reúne con diplomáticos y figuras de peso como el embajador de EEUU para Venezuela, James Story -quien despacha desde Bogotá-, su conexión con los venezolanos parece perdida, recuerda el diario Tal Cual.
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El politólogo Pablo Andrés Quintero, entrevistado por Tal Cual, afirma que «lo que se llamaba el gobierno interino, hoy en día, termina por reducir su poder de maniobra a gran escala. La simbología política le ha pasado por encima a esa figura y ya es, incluso, hasta innecesario y poco productivo hablar de un gobierno que no tiene poder. Este ‘gobierno interino’ es un cascarón vacío».
Quintero subraya que el interinato se ha convertido en un instrumento partidista, «incluso hasta de manipulación mediática». Cree que la figura del gobierno interino ha sido usada como anclaje de la permanencia de un sector político de la oposición.
Guaidó apenas hace sombra a Maduro
En tanto que el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar (USB), Daniel Varnagy, señala que es muy claro que Guaidó no le hace sombra al presidente socialista Nicolás Maduro en el manejo del poder.
«Desde el punto de vista de la realidad, el poder se ejercita, lo demás son palabras. Quien hace ejercicio del poder es el señor Maduro, que puede que lo apoyen menos países de una manera tan abierta, pero son con los que hay relaciones económicas, diplomáticas. Esto, aunque haya aspectos de estas relaciones que no nos gusten», argumenta Daniel Varnagy.
A su juicio, Guaidó no fue capaz de mantener las otras relaciones. «Las puertas que se abrieron para él, no las supo atravesar», dice.
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