María Rodríguez (ALN).- Sebastián Piñera, que asume este domingo la Presidencia de Chile, quiere aprobar “con gran urgencia” una nueva ley de migración, restrictiva. Es la misma -pero actualizada- que ya presentó en 2013 y que no llegó a ser tramitada porque concluyó el anterior mandato. “Tenemos que cerrar nuestras puertas a todo aquello que le hace mal a Chile”, como “la política de fronteras sin protección”, afirma el presidente.
En la recta final del cambio de mando en Chile, el presidente electo Sebastián Piñera avanzó más detalles de su nuevo Gobierno. La seguridad, la política migratoria y la reforma de las pensiones serán prioridad para el Ejecutivo que se estrena el 11 de marzo, según subrayó esta semana Piñera en el programa de televisión Las caras de La Moneda, del Canal 13.
En materia migratoria, Piñera se mostró firme: “Chile siempre ha sido un país abierto y acogedor con los inmigrantes”, recordó y apuntó que debe seguir siéndolo. Sin embargo, agregó: “Tenemos que cerrar nuestras puertas a todo aquello que le hace mal a Chile”, para a continuación precisar que “la política de fronteras sin protección le hace daño” al país.
La nueva Administración de Piñera propone un “Acuerdo Nacional por la Seguridad”
En este sentido, Piñera afirmó que la actual ley de migración está obsoleta (está vigente desde 1975) y que pretende reiniciar “con gran urgencia” la tramitación del proyecto que presentó al respecto en 2013, en su primer Gobierno. Este no fue tramitado porque concluyó el mandato -en 2014 Michelle Bachellet asumió la Presidencia de Chile- y su sucesora lo paralizó para presentar uno propio, algo más laxo, que tampoco acabó por aprobarse.
De salir adelante una versión actualizada del proyecto de ley de 2013, se pondría en marcha un sistema de información a través de la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) para determinar si los inmigrantes que ingresan al país tienen antecedentes delictivos. Por ejemplo, no podrán acceder quienes hayan sido condenados -o estén en procesos judiciales en el extranjero- por tráfico ilícito de estupefacientes, armas, lavado de activos, tráfico de migrantes, trata de personas, etcétera.
Por otro lado, esta ley impediría a los migrantes acceder al sistema de salud chileno antes de dos años de permanencia en el país. No obstante, en junio de 2017, en una entrevista televisada en el programa Aquí está Chile de CNN y Chilevisión, Piñera precisó que esa norma no ase plica a los casos de urgencia y a los niños, y que se hizo con un propósito: “Evitar que las personas vengan a Chile única y exclusivamente para recibir atención de salud, porque con eso vamos a colapsar el sistema”. Sin embargo, reconoció que “es posible que el periodo de dos años sea excesivo”.
También en este programa de televisión, Piñera habló sobre el tema de la nacionalidad de los extranjeros. En el proyecto de 2013 se proponía que los hijos de inmigrantes ilegales obtuviesen la nacionalidad chilena sólo si los padres no pudiesen otorgarles la de origen. “Si una persona nace en Chile, tiene derecho a ser chileno. Eso no garantiza que sus padres, si es que están en forma ilegal, van a regularizar su situación”, señaló Piñera.
En Las Caras de la Moneda, el presidente electo también destacó la importancia de fortalecer la frontera norte con Bolivia y Perú, países que según el político son “los mayores productores” de droga. De esta forma quiere evitar el ingreso de “narcotraficantes” y “delincuentes”.
En el programa de gobierno presentado a las elecciones, Piñera dedicó dos páginas y media a propuestas migratorias, entre ellas: agilizar las visas específicas para especialistas (médicos y deportistas destacados) y que los extranjeros también coticen en el sistema de pensiones chileno. Sin embargo, no incluyó ninguna para los migrantes que se encuentren en situación irregular en el país.
Según las cifras de Casen (Caracterización Sociológica Nacional), dependiente del Ministerio de Desarrollo Nacional de Chile, y citadas en el programa de gobierno de Piñera, en la última década se ha triplicado el número de inmigrantes, pasando de 154.643 en 2006 a 465.319 en 2015.
Otro de los afectados por esta nueva ley migratoria podría ser el éxodo venezolano. Los miles de ciudadanos de Venezuela que huyen de la grave crisis política, económica y social que sufre el país también se dirigen hacia Chile. El ministro de Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, los estimó recientemente en “casi 100.000”, aunque en ese momento no habló de intensificar los controles en la frontera para el paso de venezolanos, como sí lo han hecho Brasil y Colombia (Leer más: Brasil y Colombia militarizan la frontera con Venezuela).
Seguridad y pensiones, también en el foco de Piñera
Junto al tema de la migración está la seguridad, otra de las prioridades para el nuevo gobierno de Piñera, quien ya fue presidente de Chile entre 2010 y 2014. Según cifras del Centro de Estudios y Análisis del Delito del país, en 2017 se registraron 63.632 denuncias por robo con violencia o intimidación, 6% más que un año antes; y 9.051 por abusos sexuales (+6%). No obstante, las denuncias por homicidios, hurtos y por violencia dentro de la unidad familiar se redujeron el último año en torno al 2%.
En este contexto, Piñera aseguró: “Nunca vamos a derrotar la delincuencia, pero sí la podemos hacer retroceder”. Para lograrlo, la nueva Administración propone un “Acuerdo Nacional por la Seguridad”, en el que buscará la participación de todos los sectores políticos.
Piñera destacó la importancia de fortalecer la frontera norte con Bolivia y Perú
Por otro lado, el presidente electo afirmó en el Canal 13 que alcanzar acuerdos respecto a las pensiones también será uno de los primeros desafíos que abordará como nuevo mandatario. En este sentido, en una reciente entrevista con el diario chileno La Tercera, el nuevo ministro de Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, calificó de “deber moral” presentar una reforma de las pensiones y añadió que esperan enviar el proyecto “el primer semestre de este año”.
“Hoy en Chile se requiere con urgencia una reforma al sistema previsional, porque las pensiones son insuficientes, bajas, sobre todo para la clase media, las mujeres y sectores más vulnerables, y porque nuestro país está envejeciendo a pasos acelerados”, describió el futuro alto funcionario. En ese sentido, Monckeberg explicó que “el programa de gobierno tiene una propuesta que aumenta las pensiones de forma gradual, teniendo en cuenta la edad de jubilación de las personas, hasta 40%”.