Redacción (ALN).- La noticia ha caído como una bomba. El País de Madrid informa que “la junta interministerial que controla las exportaciones de material militar aprobó en el primer semestre de 2018 la venta a Nicolás Maduro de repuestos para blindados por 20 millones de euros”.
Mala fecha para la aprobación. Por un lado, porque la Unión Europea había decidido lo contrario el 14 de noviembre de 2017. Y por el otro, porque ya era clara la tendencia del gobierno de Nicolás Maduro en cuanto a la represión y la confiscación de las libertades. Ya se hablaba de dictadura.
El asunto es que la decisión ocurre en el gobierno de Mariano Rajoy. Este sale del poder comenzando el segundo semestre de 2018, luego de que Pedro Sánchez propusiera una moción de censura que resultó aprobada. Como se sabe, el gobierno de Rajoy mantuvo una clara postura de oposición a la administración de Maduro.
El diario apunta que “fuentes gubernamentales alegan que el contrato es anterior al embargo (de la Unión Europea), aunque su aprobación política fuera posterior”. El reglamento del Consejo Europeo “prohibía suministrar a Venezuela cualquier material incluido en la llamada Lista Común Militar de la Unión Europea, que cita expresamente los vehículos terrestres diseñados o modificados para uso militar y sus componentes”.
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En este caso se trata de los vehículos AMX-30. Son de fabricación francesa. Adquiridos en los años 70 y repotenciados en los años 80. Por la repotenciación, un grupo de oficiales de la Fuerza Armada fue llevado a juicio. El empresario Luis Van Dam también fue sometido a juicio y marginado de toda operación militar posterior, ya que Industrias Vandamme fue la encargada de los trabajos. Es Hugo Chávez quien lo rescata del ostracismo una vez llega al poder. Nicolás Maduro también lo apoya. Y en los primeros días de su gobierno lo presenta como un hombre de empresas revolucionario. Van Dam también tiene a su cargo obras civiles de envergadura. Ha trabajado con Petróleos de Venezuela, PDVSA, en la construcción de plataformas petroleras. Se desconoce si lleva a cabo la nueva repotenciación de los tanques AMX-30. Pero ha participado en los consejos convocados por el gobierno de Maduro con el fin de relanzar la economía.
El País informa que consultó a una fuente de la Secretaría de Estado de Comercio sobre “por qué se autorizó esta operación tras aprobarse el embargo de armas”, y esta “señaló que “la cláusula de salvaguardia incluida en las sanciones de la UE permite autorizar licencias de exportación con cargo a estos contratos”, en alusión a acuerdos en vigor cuando se aprobó el embargo.
No obstante, y aquí está el punto, “ningún contrato está vigente hasta que la junta interministerial aprueba la correspondiente licencia. Es decir: nadie puede exportar material militar sin contar con la autorización del Gobierno, que es condición previa e imprescindible”. O lo que es lo mismo, el gobierno de Pedro Sánchez tiene la última palabra en cuanto al suministro del material para la repotenciación. La denegación puede proceder. Ha ocurrido otras veces. Puede ocurrir esta vez. Más si se toma en cuenta la condición del gobierno de Maduro. Que este 10 de enero termina el periodo presidencial y comienza otro, un segundo mandato al que la comunidad internacional no reconoce como legítimo. También está el problema de las relaciones con Colombia. Las tensiones con Colombia. Los tambores de guerra que suenan entre Colombia y Venezuela. Mal podría España aprobar el suministro de equipos en un clima de como este.