Antonio José Chinchetru (ALN).- La economía de Venezuela está en caída libre bajo el Ejecutivo de Maduro y las previsiones de Econométrica son que la situación no va a mejorar. Esta consultora estima que el PIB del país se ha hundido un 34% desde 2013, que la inflación alcanzó en 2017 la cifra récord de 2.999% y que las pérdidas por la bajada de la producción petrolera fueron de 36 millones de dólares diarios.
Venezuela lleva cuatro años de caída continuada del Producto Interior Bruto (PIB), según se refleja en el Pulso Mensual de enero de 2018 de la consultora Econométrica. El informe, que lleva por título Ya son cuatro años de colapso económico, estima que la economía venezolana se ha desplomado en algo más de una tercera parte, un 34%, desde 2013. El balance económico del gobierno de Nicolás Maduro es devastador en todos los rubros.
La caída del PIB se moderó ligeramente durante los primeros nueve meses de 2017, para situarse en un 8,6% interanual en el cierre del tercer trimestre (frente al hundimiento del 20,9% interanual del mismo periodo de 2016). Sin embargo, volvió a acentuarse para finalizar 2017 con una contracción del 13,9%.
En este sentido, el informe explica: “La economía se resintió notablemente del colapso de la producción petrolera, el incumplimiento de pagos de deuda externa y la inmersión en la dinámica hiperinflacionaria al finalizar el año”. No hay previsión de que la situación mejore. Al contrario, los analistas sostienen: “El panorama luce aún más sombrío para el primer trimestre de 2018”.
Econométrica: “No hay ningún indicio de rectificación del modelo económico por parte del Gobierno”
Econométrica aclara los motivos para estos negros augurios: “Las fiscalizaciones de la Sundde –Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos– forzaron a los establecimientos a vender a pérdida, lo que redujo de manera importante los inventarios. El sector privado se encuentra regulado, y no hay ningún indicio de rectificación del modelo económico por parte del Gobierno”.
El récord negativo que el gobierno de Maduro pulverizó en 2017 fue el del alza de los precios. Los analistas sitúan la inflación interanual en un 2.999%, la mayor cifra de la historia de Venezuela, al cierre del cuarto trimestre. Tres meses antes era del 929%.
El Pulso Mensual explica que “la espiral inflacionaria se intensificó, sobre todo, en diciembre, cuando alcanzó una variación mensual de 98,1%”. Añade que “la mayoría de los bienes que componen alimentos y bebidas no alcohólicas vio duplicar y hasta triplicar sus precios de referencia”. Según los analistas: “Como es característico en las hiperinflaciones, las depreciaciones del tipo de cambio paralelo se están traspasando con mayor rapidez a los precios internos y prevemos que esta dinámica se intensifique durante el año en curso”.
Los peores niveles de desabastecimiento
El consumo privado también cae en picada. Tanto en el tercer como en el cuarto trimestre de 2017 descendió en un 13,6%. El informe sostiene que “durante el cuarto trimestre, el poder de compra del salario cayó a niveles nunca antes vistos”. También “descendió notablemente” la oferta de bienes y servicios. Según Econométrica, se registraron “los peores niveles de desabastecimiento del año en diciembre”. Aquí tampoco existen motivos para el optimismo futuro. De acuerdo con los analistas: “No hay signos de recuperación del consumo en el mediano plazo”.
Las ventas al exterior cayeron al cierre del año en un 13,9% interanual, para situarse en 7.158 millones de dólares en los tres últimos meses de 2017. “El colapso de la producción petrolera ha pesado de manera importante en este resultado y todo apunta a que continuará durante el año que recién se inicia”, según el informe.
Venezuela ha perdido 13.384 millones de dólares en 2017 por la caída de la producción petrolera
La caída mensual de las ventas de crudo al extranjero es constante, como señala el estudio. Esto resulta especialmente grave debido a que el petróleo es la principal fuente de ingresos por exportaciones de Venezuela. La producción petrolera se situó en diciembre cerca de 1,62 millones de barriles diarios, la más reducida desde 1985.
De hecho, ese año fue ligeramente superior, de 1,68 millones de barriles al día. Econométrica agrega que los datos actuales “implican una pérdida de 650.000 barriles diarios respecto a diciembre de 2016”, lo que supone un perjuicio económico de 36 millones de dólares por jornada a precios actuales. La pérdida total en el año alcanza los 13.384 millones de dólares.