Daniel Gómez (ALN).- El secretario general de la OEA, Luis Almagro, le pidió al gobierno de Luis Arce en Bolivia que libere a la expresidenta Jeanine Áñez y sus ministros, que investigue los casos de corrupción cometidos en los últimos años, tanto de la etapa de Evo Morales como la de Áñez, y también que lleve a los tribunales internacionales las acusaciones de crímenes de lesa humanidad hechas por unos y otros en Bolivia. Nada de esto le gustó a México porque “sienta un peligroso precedente”.
En la crisis política e institucional que ha vivido Bolivia en el último año y medio, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México siempre ha jugado un papel destacado.
López Obrador no sólo dio asilo político al expresidente Evo Morales cuando huyó en noviembre de 2019, sino que nunca reconoció al gobierno interino de Jeanine Áñez. Y ahora que la expresidenta vuelve a estar en el foco por su arresto la semana pasada, el gobierno de México vuelve a tener protagonismo.
Cabe recordar que Áñez fue arrestada por “sedición, conspiración y terrorismo” en el supuesto golpe de Estado a Morales. Ante la falta de pruebas, Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Human Rights Watch, le han pedido al gobierno de Luis Arce en Bolivia que respete el debido proceso.
Pero la Organización de Estados Americanos (OEA) fue un paso más allá.
La Secretaría General de la OEA que encabeza Luis Almagro pidió “la liberación” de Áñez y sus ministros Álvaro Coimbra y Rodrigo Guzmán, también detenidos por el mismo caso, “hasta contar con procesos y mecanismos imparciales para determinar responsabilidades”.
También criticó al sistema judicial de Bolivia porque “no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo, de imparcialidad y de debido proceso, por problemas de estructura y en particular de su integración”.
Almagro, además, pidió a Bolivia acudir a los tribunales internacionales para resolver las disputas sobre crímenes de lesa humanidad que se achacan unos y otros en el país, investigar los casos de corrupción en los tiempos de Morales y también en el gobierno de Áñez, así como iniciar “un diálogo político profundo de todos los actores políticos, académicos y sociales, así como, de considerarlo oportuno, la cooperación internacional”.
México dice que la OEA “sienta un peligroso precedente”
Nada de lo dicho por la Secretaría General de la OEA sentó bien a México, que respondió este miércoles a través de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores:
“Como Estado miembro de la OEA, México considera que la Secretaría General de la organización debe apegarse a su misión de fomentar el diálogo, el consenso y la solución pacífica de las controversias en el hemisferio, absteniéndose de realizar pronunciamientos unilaterales a nombre de toda la membresía”.
Para México, el comunicado de Almagro genera una confrontación “con un gobierno electo democráticamente como lo es el de Bolivia”. De hecho, afirma que el comunicado en el que piden la liberación de Áñez y sus ministros “sienta un peligroso precedente para una Organización creada con el propósito de buscar el consenso”.
“En concordancia con el principio de no intervención, el gobierno de México exhorta a la Secretaría General de la OEA a retomar su papel en el entramado interamericano. Está en el interés de la estabilidad regional que la OEA actúe dentro de su propio marco institucional en esta y en futuras situaciones”, concluyó la Cancillería mexicana.