Daniel Gómez (ALN).- En la Casa Blanca reiteran no tener prisa para levantar las sanciones contra Venezuela. Pero al mismo tiempo, reconocen que estas medidas, tomadas por el gobierno de Donald Trump de forma unilateral, no generan un efecto negativo sobre el régimen de Nicolás Maduro sino sobre los venezolanos.
“Diría que Estados Unidos no tiene prisa por levantar las sanciones. Pero debemos reconocer que las sanciones unilaterales, durante los últimos cuatro años, no han logrado un resultado electoral en el país. En ningún lugar del mundo las sanciones unilaterales han conducido realmente a una transición democrática en ausencia de un enfoque multilateral y coordinado con la comunidad internacional, que es lo que la administración anterior no logró”.
Son palabras de un alto funcionario del gobierno de Joe Biden en condición de anonimato sobre las sanciones de Venezuela.
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca este lunes, reconoció que el régimen de Nicolás Maduro se adaptó a los bloqueos y que son los venezolanos de a pie quienes sufren las consecuencias, tal como ha documentado la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos y Naciones Unidas.
“Hemos visto claramente que el régimen se ha adaptado a las sanciones. Los mercados petroleros, hace mucho tiempo, también se han adaptado a las sanciones petroleras. Ellos son capaces de mantenerse a sí mismos a través de flujos ilícitos. Así que, en realidad, podríamos seguir con las sanciones unilaterales y permanecer en esta situación quién sabe cuánto tiempo. O podríamos empezar a sentarnos con la comunidad internacional para ver cómo podemos ejercer una presión coordinada y establecer expectativas claras sobre el camino a seguir”, dijo el funcionario.
Agregó que el objetivo del gobierno de Biden es “revisar las sanciones” para que sean efectivas de verdad.
“El enfoque de las sanciones debe ser aumentar la presión sobre el régimen, eliminar cualquier tipo de acceso al capital corrupto para mantenerse, sin penalizar y castigar innecesariamente al pueblo venezolano”, dijo.
Presión internacional coordinada
El alto funcionario critica que el gobierno de Donald Trump no lograra una presión coordinada con el resto de la comunidad internacional. Algo que la administración Biden está tratando de revertir.
“Estamos coordinándonos muy de cerca con la Unión Europea y con nuestros amigos y aliados en América Latina y el Caribe para asegurarnos de que estamos impulsando una opinión consensuada de cómo podemos ser más eficaces a la hora de ejercer presión sobre el régimen”, apuntó.
Pese a todo, reitera que en la Casa Blanca “no hay prisa” por levantar las sanciones. Unas sanciones que como ellos mismos reconocieron penalizan a la población en Venezuela.
Forzar a Maduro a negociar
Estados Unidos mantendrá las sanciones, dijo el alto funcionario, a menos que “el régimen de Maduro demuestre que está listo para sentarse a la mesa y tomar medidas que demuestren a la comunidad internacional, a los venezolanos y al gobierno interino que esta vez va a ser diferente”, que se van a sentar a negociar.
Porque el objetivo de Estados Unidos es lograr un diálogo. No entre Washington y Caracas. Sino entre Maduro y Juan Guaidó. Y es que este último es a ojos de la comunidad internacional el líder de la oposición, considerado presidente interino por EEUU, Canadá, Reino Unido y buena parte de Latinoamérica.
“El diálogo no es entre nosotros y el régimen. El diálogo es uno en el que el régimen tiene que sentarse en la mesa de buena fe, demostrar confianza en el proceso y tomar decisiones que conduzcan a un resultado electoral”, apuntó el alto funcionario.
Negociar con Maduro ha sido sinónimo de fracaso
En esta ocasión Estados Unidos no quiere pecar de ingenuidad. Sabe que en Venezuela las negociaciones entre gobierno y oposición siempre han fracasado. No sólo eso: el régimen las ha usado como “una táctica dilatoria para centralizar el poder; polarizar a la oposición, encarcelar a opositores, y emprender medidas enérgicas contra los manifestantes pacíficos”.
“Así que tenemos muy claro, en realidad, cuáles son las expectativas, cuáles son las intenciones y los incentivos del régimen”, apuntó el alto funcionario.
Conscientes de que el régimen usa las negociaciones en beneficio propio, EEUU insistirá en aumentar la presión. Una presión que a diferencia de la era Trump, se realizará en consenso con la Unión Europea y los aliados de Latinoamérica.
“Vamos a expandir la presión a nivel multilateral para asegurar que aquellos que son culpables de abusos contra los derechos humanos, que están robando al pueblo venezolano, que están involucrados en actividades criminales desenfrenadas, realmente no encuentren cuartel en ningún lado hasta que se sienten en serio en la mesa y tomen decisiones que conduzcan a elecciones libres y justas en el país”, sentenció.