Leticia Núñez (ALN).- Sinecio López, doctor en Sociología en la Universidad de París, investigador y analista político peruano, asegura que “la fuerza de los medios y los movimientos de protesta han doblegado a Fuerza Popular”. En declaraciones a ALnavío, apunta que “no sería nada raro” que el partido de Fujimori “estalle como organización y pierda la mayoría que tiene en el Congreso”. Entre los peor parados por el escándalo de corrupción judicial también está el APRA de Alan García. Y en el lado opuesto, el presidente Martín Vizcarra.
Dice Sinecio López, doctor en Sociología en la Universidad de París, investigador y analista político peruano, que las crisis judiciales en Perú son más o menos recurrentes. La peculiaridad de la que estalló hace un par de semanas y que arrasó con las cabezas del Poder Judicial peruano es que “potencia la crisis política generalizada”.
En declaraciones al diario ALnavío, López asegura que los peor parados son el fujimorista Fuerza Popular, liderado por Keiko Fujimori, y el Partido Aprista Peruano (APRA) de Alan García. “Son los más golpeados por la crisis del Poder Judicial”, subraya.
Entre las razones, apunta que “la fuerza de los medios y los movimientos de protesta los doblegaron y no sería nada raro que Fuerza Popular estalle como organización y pierda la mayoría que tiene en el Congreso”. En este sentido, recuerda que la destitución de los siete integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) fue acordada por unanimidad en el Congreso.
“El país está al borde del abismo por las crisis estructurales, por la corrupción y la crisis del Poder Judicial”
Sobre Keiko Fujimori, López también señala que “los escándalos de corrupción en los que está inmersa y los audios donde aparece citada como la señora K la lanzarán unos escalones por debajo en la aprobación de la gente”. De hecho, bajó del primer al cuarto lugar en aceptación ciudadana, según los últimos sondeos. Respecto al expresidente García, el experto manifiesta que “siempre ha sido blindado por los jueces y fiscales”.
En el lado opuesto se sitúa el presidente de Perú, Martín Vizcarra, quien sustituyó a Pedro Pablo Kuczynski el pasado marzo tras renunciar por vínculos con el escándalo Odebrecht: “Ha sido el que ha salido mejor parado de la crisis”. ¿Por qué? Por el gesto político “de respaldar las protestas y movilizaciones de la gente”. Esto es algo, que según López, puede darle más oxígeno para avanzar en las reformas.
De hecho, Vizcarra anunció el fin de semana en un mensaje a la nación un referéndum para las reformas judicial y política. La ciudadanía decidirá sobre la reelección de los congresistas, el financiamiento privado de las campañas electorales y la vuelta al sistema bicameral (Perú eliminó el Senado en 1992).
El anuncio llegó tres semanas después del escándalo provocado por la publicación de audios que documentan la corrupción en el sistema de justicia, lo que ha llevado a miles de ciudadanos en prácticamente todo el país a protestar en la calle.
La bomba política estalló tras publicar IDL-Reporteros varias grabaciones telefónicas entre el detenido presidente de la Corte Constitucional del Callao (al norte de Lima), Walter Ríos, y el juez de la Corte Superior de Justicia, César Hinostroza. Esto provocó un ramillete de dimisiones y destituciones: desde la renuncia del presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, y del ministro de Justicia, Salvador Heresi, hasta la remoción por parte del Congreso de todos los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Todo en apenas dos semanas.
– Perú va de crisis en crisis. ¿Qué sucede?
– Perú vive todas las crisis: económica, social, política y moral. Estas crisis son más o menos permanentes porque no sólo tienen que ver con las coyunturas, sino con la configuración estructural del Perú. La economía peruana no tiene un motor propio (la industria, por ejemplo) que la ponga en marcha. Los motores vienen de la demanda internacional (China principalmente) y de los precios de las materias primas. La informalidad en Perú llega a 75% de la población activa frente a 30% de Chile. Su economía es incapaz de absorber la oferta de trabajo de 300.000 personas al año. El Estado es un desastre. Ha sido y es incapaz de desarrollar un conjunto de capacidades (infraestructural, de recursos, organizacionales, institucionales, meritocráticas) que permita a la burocracia desempeñar bien las funciones que tiene. Los intentos de construir un Estado capaz y eficiente han fracasado. El Estado es incapaz de cobrar impuestos: la presión tributaria es sólo de 13% mientras la media en América Latina es de 21%. ¿Qué capacidades puede desarrollar un Estado con 13% de presión tributaria? La exoneración de impuestos es muy significativa, la evasión y la elusión tributarias son muy altas, la política impositiva es regresiva. Luego llegaron los escándalos de la corrupción desde Brasil con Lava Jato, que reveló la corrupción de los políticos en dos niveles: en el financiamiento de las campañas electorales y en los sobornos a los presidentes y a los altos funcionarios de los gobiernos. Esta denuncia tuvo un impacto muy grande en el Ejecutivo que vivió una tensión durante año y medio con el Congreso y que terminó con la renuncia del presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski. Después se produjeron varios escándalos sucesivos en el Congreso debido a que algunos congresistas están vinculados con el narcotráfico, a otros se les acusaba de venderse a Kuczynski para evitar su salida y fueron desaforados, otros son acusados de lavar activos y de falsear sus CV.
– ¿Qué consecuencias puede tener para el país la crisis judicial?
– Puede tener varias consecuencias. Ha agravado la crisis del sistema político, del régimen y del Estado. Puede incidir negativamente en el crecimiento económico debido a la pérdida de confianza de los inversionistas y a la inseguridad jurídica que genera. La corrupción y la inmoralidad causan la desmoralización de la gente. El estado de ánimo de la gente se mueve entre la ira y la resignación. La corrupción existe en todos lados, pero lo que es desmoralizante es la impunidad de los corruptos.
– Hay una reforma judicial en marcha. ¿Por dónde debe ir para evitar errores del pasado?
– La Comisión aún no termina su tarea y se desconocen las reformas que recomendará. Es muy probable que proponga una reestructuración total del Consejo Nacional de la Magistratura, que se encarga de nombrar y evaluar a los jueces y a los fiscales. Uno de los desafíos es cómo hacer que la ley llegue a toda la población y a todo el territorio y que la justicia sea igual para todos. Otro reto es limpiar todo el aparato judicial de los corruptos y que ingrese gente que actúe con transparencia. Finalmente es también un desafío desarrollar una política anticorrupción que todos los organismos de control apliquen coordinadamente. Ahora todos actúan como compartimientos estancos. En realidad, una reforma judicial tiene que ver con una reconstrucción del Estado débil e ineficaz. Una reforma judicial no puede ser una medida aislada, sino que tiene que ver con el desarrollo de las capacidades del Estado.
– ¿Cuáles son los principales problemas de la Justicia en Perú?
– Ahora han estallado los escándalos de corrupción en los diversos organismos que imparten justicia. Diversos audios han revelado que el CNM era un mercado persa donde se compran y se venden los cargos judiciales, que había sido capturado por empresarios y políticos corruptos: el alanismo (por Alan García) y el fujimorismo. El escándalo mayúsculo se produjo en la Corte Superior del Callao que vendía las sentencias judiciales. El presidente de esta Corte está preso. La Corte Suprema también ha sido afectada por la crisis y su presidente ha tenido que renunciar acusado de ser muy permisivo con la corrupción. Un juez supremo también está en el ojo de la tormenta por cambiar las sentencias a favor de delincuentes comunes, violadores de menores, y limpiar de la acusación de activos a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, a quien en los audios se le llama la señora K de Fuerza N. 1. La crisis alcanza también a la Fiscalía, cuyo presidente acaba de jurar el cargo, pese a que los audios lo presentan intercambiando favores con el juez supremo corrupto César Hinostroza.
– La oleada de dimisiones a raíz de los audios de los jueces, ¿pone de manifiesto la podredumbre de todo el sistema de justicia?
– La crisis judicial mostrada es la punta del iceberg de una septicemia moral de todos los poderes del Estado y de todos los organismos estatales en Lima y en todas regiones.
“No sería nada raro que Fuerza Popular estalle como organización y pierda la mayoría que tiene en el Congreso”
A la crisis moral hay que añadir una crisis política generalizada: crisis del sistema político (sistema electoral, sistema de partidos y forma de gobierno), crisis del régimen político (la relación entre el Estado, la sociedad, la economía y los ciudadanos) y la crisis del Estado debido a la falta de capacidades para cumplir las funciones que tiene. A todas estas crisis hay que sumar la crisis de los actores que son incapaces de enfrentarlas y resolverlas. El Ejecutivo, el Legislativo, los partidos, los poderes fácticos son incapaces de enfrentar estos problemas y desafíos. Si la protesta social crece y se masifica puede desembocar en la convocatoria de una Asamblea Constituyente que permita la reconstrucción política y moral de Perú.
– ¿Cómo afecta esta crisis judicial al gobierno de Martín Vizcarra?
– El presidente Vizcarra ha utilizado la crisis judicial como la oportunidad para salir del atolladero en el que se encontraba y del sometimiento al Congreso dominado por el fujimorismo. Pese a su debilidad, ha reaccionado más o menos bien. Ha nombrado una Comisión encargada de proponer reformas de la justicia en el plazo de 12 días, ha convocado a legislatura extraordinaria para destituir a los siete miembros que conforman el CNM y ha apoyado las movilizaciones de ciudadanos porque ellas expresan la protesta, pero también la esperanza de la gente, según Vizcarra. Aún no hay un informe de la Comisión que permita conocer las principales reformas y medidas.
– ¿Es un golpe duro para un gobierno débil?
– Hasta ahora el presidente Vizcarra se ha fortalecido porque ha tomado iniciativas que lo distancian del fujimorismo. Las medidas tomadas son importantes, pero limitadas dada la envergadura de la crisis. El partido más golpeado por la crisis del Poder Judicial es Fuerza Popular (el fujimorismo). También el APRA, sobre todo el alanismo. Antes de la crisis del Poder Judicial, Keiko Fujimori ya había pasado del primero al cuarto lugar en la aceptación ciudadana. Supongo que los escándalos actuales de la corrupción en los que está inmersa y citada como la señora K la lanzarán unos escalones por debajo en la aprobación de la gente. Otro líder que sale muy dañado por la crisis judicial es Alan García, quien siempre ha sido blindado por los jueces y los fiscales.
– ¿Se desinfla Keiko Fujimori como alternativa potente?
– A medida que la movilización crece, la influencia del Congreso, controlado por Keiko Fujimori, disminuye y sus congresistas se ven obligados a hacer lo que plantean los ciudadanos en las movilizaciones masivas. Su primera reacción de investigar el origen de los audios fue abandonada. La fuerza de los medios y los movimientos de protesta los doblegaron y no sería nada raro que Fuerza Popular estalle como organización y pierda la mayoría que tiene en el Congreso. La destitución de los siete integrantes del CNM fue acordada por unanimidad en el Congreso.
– ¿Marca la crisis del sistema judicial un antes y un después en Perú?
– Las crisis judiciales en Perú son más o menos recurrentes. La peculiaridad de esta crisis es que potencia la crisis política generalizada y que no existen actores capaces de enfrentarla y resolverla. La crisis ha dado lugar a masivos movimientos de protesta en Lima y en otras regiones de Perú.
– ¿Recuerda algún antecedente similar?
– Hemos tenido una crisis judicial y de corrupción más grave que la actual. En el 2000 estalló la corrupción más escandalosa y más grave que ha tenido Perú. Ella produjo el colapso del fujimorismo gracias a los “vladivideos” que permitieron a todos ver la corrupción más importante de la historia. La historia de Perú, por otro lado, está llena de corrupción de las élites económicas y políticas y del Poder Judicial.
– Tras el escándalo Odebrecht, con todos los expresidentes investigados, la renuncia de Kuczynski, los vídeos del fujimorismo, la popularidad de Vizcarra cayendo en picada y ahora la crisis judicial, ¿está el país al borde del abismo?
– El país está al borde del abismo por las crisis estructurales, por la corrupción y la crisis del Poder Judicial y por crisis de agencia para enfrentarlas. Pese a las iniciativas limitadas dada la magnitud de la crisis, el presidente Vizcarra es el que hasta ahora ha salido mejor parado de la crisis. El gesto político de respaldar las protestas y movilizaciones de la gente puede darle más oxígeno y aliento para avanzar en las reformas.