Daniel Gómez (ALN).- “Otros santo y seña de nuestro sistema económico global necesitarán ser reevaluados con una mente abierta. El principal de ellos es la ideología neoliberal, que ha erosionado los derechos de los trabajadores y la seguridad económica, ha desencadenado una carrera desreguladora hacia el fondo y una competencia fiscal ruinosa, y ha permitido el surgimiento de nuevos monopolios globales masivos”. Esto no lo dice ningún líder de la izquierda latinoamericana sino Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, la cuna mundial del capitalismo.
Líderes de la izquierda latinoamericana como Hugo Chávez, Cristina Kirchner y Rafael Correa hicieron de la lucha contra el neoliberalismo su caballo de batalla. Lo convirtieron en el enemigo invisible que sostiene todo discurso populista. El neoliberalismo era el gran culpable de los problemas de América Latina. De la desigualdad. La pobreza. De la exagerada influencia de Washington en la región. De hecho, todavía hay quienes siguen usando al neoliberalismo en estos términos. El propio Correa, Cristina Kirchner o Nicolás Maduro en Venezuela, dijeron que las protestas sociales que agitaron Latinoamérica en 2019 fueron culpa del neoliberalismo, como si ellos y sus ruinosos modelos económicos no tuvieran parte de la culpa.
El neoliberalismo es un modelo económico que defiende una amplia liberalización de la economía, el enaltecimiento del sector privado y la mínima intervención del Estado. Es la radicalización de los postulados del capitalismo, que, pese a todos sus defectos, es el modelo que más desarrollo ha traído a la humanidad.
Pero lo que ocurre es que el neoliberalismo no se traduce en más progreso. Y menos en tiempos de pandemia. Así lo piensa Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial.
“Otros santo y seña de nuestro sistema económico global necesitarán ser reevaluados con una mente abierta. El principal de ellos es la ideología neoliberal, que ha erosionado los derechos de los trabajadores y la seguridad económica, ha desencadenado una carrera desreguladora hacia el fondo y una competencia fiscal ruinosa, y ha permitido el surgimiento de nuevos monopolios globales masivos”, escribió Schwab en el blog del Foro Económico Mundial, en un artículo titulado ‘Debemos pasar del neoliberalismo en la era post-covid’.
“Las reglas de comercio, impuestos y competencia que reflejan décadas de influencia neoliberal ahora tendrán que ser revisadas. De lo contrario, el péndulo ideológico, que ya está en movimiento, podría retroceder hacia un proteccionismo a gran escala y otras estrategias económicas en las que todos pierden”, agregó.
Pareciera que el jefe del Foro Económico Mundial tirara piedras sobre su propio tejado. La institución que preside es la cuna mundial del capitalismo. Pero el objetivo de Schwab no es dinamitar este modelo económico, sino reformarlo.
“Evidentemente, no debemos acabar con los motores básicos del crecimiento. Debemos la mayor parte del progreso social del pasado al espíritu empresarial y a la capacidad de crear riqueza asumiendo riesgos y persiguiendo nuevos modelos de negocio innovadores. Necesitamos mercados para asignar los recursos y la producción de bienes y servicios de manera eficiente, particularmente cuando se trata de enfrentar problemas como el cambio climático”, dijo Schwab.
El presidente del Foro Económico Mundial alude a un “gran reinicio”. “El reinicio que necesitamos no es una revolución o un cambio hacia una nueva ideología. Más bien, debería verse como un paso pragmático hacia un mundo más resiliente, cohesivo y sostenible. Algunos de los pilares del sistema global deberán ser reemplazados y otros reparados o fortalecidos”.