Juan Carlos Zapata (ALN).-Venezuela, apunta el FMI en el reporte sobre perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, y la sola mención del país produce dolor de cabeza. Porque el Fondo Monetario Internacional, igual que lo hace el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, o cualquier agencia de análisis privado, considera que Venezuela “continúa sumida en una profunda crisis económica y humanitaria”, y no va a mejorar la situación en 2020. El FMI apunta 5 grandes problemas.
Sobre Latinoamérica, el diagnóstico no puede ser más desalentador para este 2020. Señala que “la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas en algunos de los principales países de América Latina continúa limitando el crecimiento”. Incertidumbre en Brasil y México. Incertidumbre sobre las reformas. Ello impactó hacia la desaceleración del PIB real y también la inversión en 2019.
Por otro lado, Argentina y Ecuador son dos casos de economías estresadas que buscaron “restaurar los equilibrios internos y externos”. Sufrieron una “frenada bruscas de los flujos de capital”. Y ello ha “contenido el crecimiento económico”. Aquí ya tenemos a los tres grandes de la región: Brasil, México y Argentina.
El FMI admite que Venezuela sufre una crisis humanitaria, la califica de “grave”, y esa “crisis humanitaria ha provocado una de las mayores crisis migratorias de la historia, y se prevé que para 2020 la migración a los países vecinos rebase los 6 millones de personas, es decir, un 20 por ciento de la población”.
Y si faltaba poco, las tensiones sociales en otros dos países importantes, Chile y Colombia; y las tensiones en Ecuador y Bolivia. Los estallidos comenzaron con las reformas en Ecuador y contagiaron a Chile y menor medida a Colombia. En Bolivia, la tensión es social y es política. Ya se sabe, el cambio político con la renuncia de Evo Morales al poder después de haber cometido fraude electoral. El fraude generó protestas y de allí un proceso que tendrá como punto culminante las elecciones de mayo. Pero el país sigue bajo presión interna.
¿Y Venezuela? El FMI no lo incluye entre los países afectados por tensiones sociales. Sin embargo, es obvio que la crisis de Venezuela es tensión social y política desde la llegada de Nicolás Maduro al poder en 2013. El FMI lo que anota son 5 grandes problemas en Venezuela:
-La caída de la producción petrolera.
-La hiperinflación.
-El colapso de los servicios públicos.
-El colapso de los servicios públicos.
-El desplome del poder adquisitivo.
Señala el FMI que “desde el 2013, el PIB real se ha contraído un 65 por ciento”. Que “espera que estas tendencias (los cinco puntos anotados arriba), continúen en 2020, aunque a menor ritmo”.
El FMI admite que Venezuela sufre una crisis humanitaria, la califica de “grave”, y esa “crisis humanitaria ha provocado una de las mayores crisis migratorias de la historia, y se prevé que para 2020 la migración a los países vecinos rebase los 6 millones de personas, es decir, un 20 por ciento de la población”.
Sobre la economía regional, el FMI apunta que “la falta de ímpetu obedece a factores estructurales y cíclicos”. Separa lo estructural de lo cíclico.
En lo estructural:
“El crecimiento potencial sigue restringido por la escasez de inversión, el lento aumento de la productividad, un clima poco propicio para los negocios y la baja calidad de la infraestructura y la educación”.
En lo cíclico:
“El crecimiento se ha visto limitado por el bajo nivel del crecimiento mundial y de los precios de las materias primas, la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas, el rebalanceo económico en algunas economías, y la tensión social en otras”.