Caleb Zuleta (ALN).- Los pronósticos del impacto del Covid-19 en el ingreso mundial, en el PIB mundial, en el empleo mundial, no refleja todo lo que vendrá. O mejor dicho, los pronósticos de los organismos multilaterales, los gobiernos y los expertos, no revelan un aspecto más profundo: Las consecuencias de la crisis sobre los más pobres y los más vulnerables.
De eso trata un reciente análisis del FMI, firmado por Davide Furceri, Prakash Loungani y Jonathan D. Ostry. Señalan los expertos que si bien los escenarios adelantados por el Fondo Monetario Internacional sobre el crecimiento son nefastos, las cifras “ocultan una posibilidad todavía peor: si nos dejamos guiar por las pandemias anteriores, el precio que pagarán los segmentos más pobres y vulnerables de la sociedad será mucho mayor”.
El FMI ha dicho que la economía iba a decrecer 3% en 2020. Pero este lunes, la directora Gerente del organismo, Kristalina Georgieva, adelantó que el FMI va a revisar los pronósticos y todo apunta a que los números serán peores.
El análisis revela que “una encuesta realizada recientemente entre los mejores economistas concluyó que la inmensa mayoría cree que la pandemia de Covid-19 exacerbará la desigualdad, en parte por los efectos desproporcionados que tendrá sobre los trabajadores poco cualificados”.
Davide Furceri es Subjefe de División en el Departamento de Estudios del FMI. Prakash Loungani es Director Adjunto y Gerente Principal de Personal y Presupuesto en la Oficina de Evaluación Independiente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y Jonathan D. Ostry es Subdirector del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI.
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Apuntan los expertos que los datos del FMI “corroboran la preocupación acerca de los adversos efectos distributivos de las pandemias. Observamos que las principales epidemias del siglo han hecho aumentar la desigualdad y han perjudicado las perspectivas de empleo de quienes cuentan solo con una educación básica, mientras que casi no han tenido repercusiones sobre quienes tienen una instrucción superior”.
Para confirmar, los expertos se remontaron a cinco casos: SRAS (2003), H1N1 (2009), MERS (2012), ébola (2014) y Zika (2016) “Hicimos un seguimiento de sus efectos distributivos en los cinco años posteriores a cada evento”. ¿Qué ocurrió? Que el coeficiente de Gini, que es el indicador que mide la desigualdad, se incrementó después de cada uno de esos eventos. “Los resultados muestran que la desigualdad aumenta a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por redistribuir las rentas de los ricos a los pobres y mitigar así los efectos de las pandemias. Al cabo de cinco años, el coeficiente de Gini neto ha aumentado casi un 1,5%, lo cual refleja que las repercusiones son importantes, puesto que la evolución del indicador en el tiempo es lenta”.
Como se ve, el impacto es duradero. El análisis refleja un periodo de 5 años. Y señala que “estos efectos duraderos de las pandemias son consecuencia de la pérdida de empleo y otros shocks del ingreso (por ejemplo, disminución de las remesas), así como del deterioro de las perspectivas de empleo. Los resultados muestran que las pandemias han tenido efectos muy heterogéneos sobre el empleo de personas con distintos grados de instrucción, uno de los indicadores de los niveles de cualificación. La disparidad es muy marcada: en relación con la población, el empleo de quienes cuentan con niveles de educación avanzados casi no se ve afectado, mientras que el de quienes han alcanzado solo un nivel básico se reduce considerablemente, más del 5% al final de los cinco años”.
Señalan que “si bien la pandemia está teniendo efectos negativos para casi todos los miembros de la sociedad, es necesario que las políticas se centren especialmente en evitar que se produzcan daños prolongados (o «cicatrices») en los medios de subsistencia de los menos favorecidos. Si no se ponen en marcha iniciativas enérgicas y selectivas, es probable que, una vez más, veamos como aumenta la desigualdad, que según palabras de la Directora Gerente del FMI, ya era «uno de los problemas más complejos y desconcertantes de la economía mundial».