(EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró este jueves que la incertidumbre sigue siendo «alta» por la crisis bancaria, lo que justifica «una vigilancia continua», tras la quiebra de dos bancos en EE.UU., el rescate de un tercero y los problemas de Credit Suisse en Europa.
La portavoz del FMI, Julie Kozack, destacó en una rueda de prensa telemática que se ha reaccionado de forma «rápida» ante los riesgos para la estabilidad financiera y recordó que los principales bancos centrales han adoptado acciones coordinadas para «mejorar» la provisión de liquidez en dólares estadounidenses.
«Estas acciones han aliviado la tensión del mercado hasta cierto punto. Al mismo tiempo, la incertidumbre sigue alta y se necesita una vigilancia continua«, apuntó.
Kozack dijo que el FMI monitorea «de cerca» los acontecimientos y que está evaluando los implicaciones que esta situación puede tener sobre la estabilidad financiera global.
Adelantó que el Fondo hará una evaluación más detallada sobre el panorama actual y sus repercusiones en los informes que publicará en abril sobre las perspectivas económicas mundiales y de estabilidad financiera global.
El FMI y el Banco Mundial (BM) tienen previsto celebrar su asamblea de primavera del 10 al 16 de abril.
Wall Street empezó la jornada de este jueves en territorio mixto y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, sumaba un 0,62 %, después de las subidas de tipos de interés de varios bancos centrales.
Los inversores evalúan el último movimiento de la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. de subir los tipos en un cuarto de punto y analizan cuáles podrían ser los próximos movimientos del banco central.
La víspera, el presidente de la Fed, Jerome Powell, anticipó que, como consecuencia de la reciente crisis bancaria, los aumentos de las tasas de interés pueden no ser adecuados para contener la inflación en EE.UU.
El del miércoles fue el noveno aumento de los tipos en un año para combatir la inflación, aunque fue menor que el anticipado por la Fed, que había hablado de acelerar el ritmo de las subidas cuando todavía no había estallado la crisis bancaria.