María Rodríguez (ALN).- Las obras sobre narcos prosperan poco a poco en España bajo el aliento de Fariña, el libro secuestrado de Nacho Carretero. A las nuevas obras no les falta realidad en la que fijarse: España se ha convertido en el muro de contención contra el narcotráfico tras incautar en 2017 el 40% de la cocaína de Europa proveniente de Suramérica y casi el 70% del hachís procedente de Marruecos. Como en toda historia que se precie, el narcotráfico en España también tiene unos escenarios destacados: Galicia, Andalucía y Cataluña.
Los libros basados en historias sobre el narcotráfico empiezan a tomar fuerza en España, aunque aún están lejos -al menos en número- de la extensa bibliografía y tradición latinoamericana, especialmente en Colombia y México, cunas del narcotráfico.
Tal es el auge de este tipo de libros en América Latina que incluso es habitual utilizar el término ‘narcoliteratura’ para referirse a este género. “Una de las recurrencias que han favorecido el auge de esta corriente es el anclaje de realismo y novela histórica con que cuenta nuestra narrativa mexicana”, explica al diario ALnavío Paulo Alvarado, profesor e investigador en el Departamento de Humanidades de la Universidad de Monterrey.
A un ávido lector de libros sobre narcos, le sería relativamente sencillo enumerar una docena de autores colombianos o mexicanos que novelan o escriben crónicas -ya sean ficticias o no- sobre el tráfico de drogas en estos países latinoamericanos. No le ocurriría lo mismo en el caso de España.
El 22 de febrero de 2018 un juez de Madrid acordó el secuestro cautelar de Fariña
Son representantes de este género los colombianos Fernando Vallejo, autor de La Virgen de los sicarios (1994), y Alonso Zalazar, con La parábola de Pablo Escobar (2001); y los mexicanos Élmer Mendoza, con Nombre de perro (2012), y Javier Valdez Cárdenas, con Malayerba. La vida bajo el narco (2009) y Narcoperiodismo (2016). Valdez, que además de escritor era periodista, fue asesinado en mayo de 2017. Aún hoy las autoridades de México no han encontrado a los responsables, según informa la prensa del país, lo que constata los peligros de indagar y publicar historias sobre narcos en la región.
El número de autores y obras sobre narcotráfico publicadas en España es más limitado, pero va en ascenso. Por ejemplo, la editorial Planeta (incluidos los distintos sellos de la casa) publicó entre el año pasado y lo que va de este al menos 12 libros que tratan de una u otra forma esta temática, el doble que en 2016. Penguin Random House Grupo Editorial (con sellos como Alfaguara) sacó al menos cinco, uno más que un año antes, según puede verse en las respectivas páginas web. Algunos de estos títulos son La última bala, del español Juan José Revenga (Ediciones Luciérnaga, de Planeta); Rebusque Mayor, del colombiano Alfredo Molano (Cisne, Penguin Random House) y Amando a Pablo, odiando a Escobar, de la colombiana Virginia Vallejo (Ediciones Península, de Planeta).
Escritores españoles como Antonio Salas (pseudónimo), Alberto Vázquez-Figueroa, Marino José Pérez Meler, Alberto Arce y Roberto Tejela también son autores de obras sobre tráfico de drogas. No obstante, aunque hoy se publican en España más libros sobre esta temática, aún son pocos los españoles que la abordan.
Este ligero repunte coincide con el éxito de ventas de Fariña, un libro sobre la realidad del narcotráfico gallego escrito por el periodista Nacho Carretero y lanzado en 2015. Sin embargo, el 22 de febrero de 2018 un juez de Madrid acordó el secuestro cautelar de la publicación a petición de un exalcalde gallego, que aparece citado en el libro por supuestos vínculos con el narcotráfico de esta región. En el momento del secuestro judicial, las ventas de Fariña iban por la novena edición, según informó la agencia EFE.
En los años 90 el 80% de la cocaína que desembarcaba en Europa lo hacía por las costas gallegas. A través de testimonios directos de capos, pilotos de lanchas, jueces, policías, periodistas y madres de toxicómanos, Carretero retrata con minuciosidad en Fariña este paisaje criminal. Incluye, además, un repaso por los clanes que siguen operando hoy.
Antes que Carretero otros autores españoles publicaron novelas con historias sobre tráfico de drogas. Destacan Carlos G. Reigosa con Narcos (2001), Arturo Pérez-Reverte con La reina del Sur (2002) y Manuel Rivas con Todo es silencio (2010). Un abanico pequeño si se compara con las posibilidades literarias que también ofrece la realidad del narcotráfico en España.
En Narcos, un juez está sobre aviso de que un gran alijo de drogas cruzará el océano Atlántico para ser desembarcado en la costa gallega. Se dispone a interceptarlo para dar un golpe de muerte al narcotráfico en la zona, pero la operación se enreda más de la cuenta.
En La reina del Sur, una joven mexicana huye del país tras el asesinato de su pareja, camello de profesión, y acaba levantando en la costa andaluza un imperio basado, precisamente, en el narcotráfico. La clave de la obra, basada en hechos reales, está en cómo lo consigue. Según la BBC, en 2011 esta obra de Pérez-Reverte había superado el millón de ejemplares vendidos en España y México.
En Todo es silencio, el relato -entre ficción y no ficción- se centra en cómo las redes de contrabando en Galicia, reconvertidas al narcotráfico, alcanzaron tanta influencia que a punto estuvieron de controlarlo todo: el poder social, las instituciones y la vida de los vecinos.
El auge de la temática narco también se demuestra en el mundo audiovisual. La reina del Sur se convirtió en telenovela, Todo es silencio en película y Fariña, ya con el secuestro judicial encima, se estrenó en formato de serie. La jueza que ejecutó la medida cautelar rechazó la petición de paralizar la emisión. ¿El motivo argumentado? Desconocer el guion de la serie. Y aún hay más. Los actores españoles Javier Bardem y Penélope Cruz protagonizan la recién estrenada película Loving Pablo, basada en la obra de Vallejo Amando a Pablo, odiando a Escobar. En escena la historia de amor del narcotraficante más buscado del mundo y una de las periodistas más famosas de Colombia, que es precisamente quien firma el libro.
El desenlace del narcotráfico en España
En datos esta realidad se traduce en 477.000 kilos de estupefacientes decomisados en 2017 por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas, según datos del Ministerio del Interior. Representa 30,73% más que en 2016. Hasta la fecha el mayor dato histórico era de 2013 con 454.000 kilos de droga incautada.
De las 477 toneladas, 32.795 kilos fueron de cocaína (115,22% más que en 2016), 441 kilos de heroína (88,46% más), 16.646 de marihuana (55,77% más) y 816.415 plantas de cannabis (44,1% más). Dicho de otra manera, España se ha convertido en el muro de contención contra el narcotráfico tras incautar en 2017 el 40% de la cocaína de toda Europa proveniente de Suramérica y casi el 70% del hachís procedente de Marruecos, según precisó el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido en una comparecencia en enero.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas decomisaron 477.000 kilos de estupefacientes en 2017
En el anuario estadístico del Ministerio del Interior de 2016 -editado en julio de 2017- analizan en detalle la situación del narcotráfico en España. Subrayan las 21.180 detenciones por tráfico de drogas, 4,26% más que en 2015, lo que rompió la tendencia a la baja de los últimos tres años. Más de la mitad de dichas detenciones fueron por tráfico de cannábicos (53%), seguidas de cocaínicos (28%), opiáceos (7%) y anfetaminas (7%).
El Ministerio del Interior destacó en dicho informe que como en años precedentes la nacionalidad mayoritaria de los detenidos fue la española (67%). Si se tiene en cuenta únicamente a los extranjeros, predominaron los marroquíes (29%), seguidos de colombianos (10%), británicos (5%), senegaleses (5%) y dominicanos (5%).
Una de las últimas detenciones vinculadas con el narcotráfico es la de la abogada gallega Tania Varela. Era la única mujer que figuraba hasta ahora en la lista de 70 personas más buscadas de Europol. Varela, de 44 años, fue arrestada el pasado lunes por los Mossos d’Esquadra en Vilanova i la Geltrú, a 30 kilómetros de Barcelona, según publicó la agencia EFE. Sobre ella pesaban tres órdenes de detención por tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Había sido condenada a siete años de prisión y llevaba fugada de la justicia desde 2011. Ahora deberá cumplir esa pena, según ordenó el pasado martes la Audiencia Nacional.
La acción
También se conoce cuál es el modus operandi de los narcos y las zonas de España en las que son más activos. Por ejemplo, en la comparecencia de enero, Zoido señaló que los principales países de procedencia de los envíos de cocaína a España son Brasil, Chile, Panamá, Perú, Colombia, Ecuador y Costa Rica con destino a los puertos de Algeciras (Andalucía), Valencia, Barcelona (Cataluña) y Vigo (Galicia).
“La técnica habitual que siguen las bandas de narcotraficantes es la de enviar varios contenedores sin contaminar y uno solo contaminado, generalmente, desde Suramérica, a través de distintas empresas de exportación -de todo tipo de mercancías- al mismo o distintos puertos marítimos para minimizar riesgos”, apuntaron desde el Ministerio.
Los escenarios de los narcos
Como en toda historia que se precie, el narcotráfico en España también tiene unos escenarios que destacan por encima del resto. Se trata del noreste, noroeste y sur peninsular.
– Cataluña.
Cataluña destaca año tras año como la comunidad autónoma donde más marihuana se decomisa en España. En 2016 se incautó más de la mitad del total del país. Encabezaron la lista las provincias de Barcelona (4.468 kg) y Girona (4.380 kg).
– Galicia.
Más de un tercio de la cocaína incautada en 2017 en España (12.000 de unos 30.000 kg) tenía como destino Galicia, según publica La Voz de Galicia con datos del Ministerio del Interior. Además apuntan que, de esas 12 toneladas, más de la mitad estaban directamente ligadas a la ciudad de Vigo.
– Andalucía.
La comunidad andaluza es donde más cantidad de hachís se incauta debido a la cercanía con Marruecos (desde donde procede esta droga). Cádiz, con algo más de 40%, es la provincia donde más se incautó en 2016.
Narcoliteratura: ¿obra de consumo o literaria?
Tras todos estos datos, escenarios, acciones y desenlaces hay material suficiente para respaldar nuevas obras sobre el narcotráfico en España. Ahora bien, “creo que un tema como el del narcotráfico se presta más a una seudoliteratura de consumo que a una obra de arte. Es más una cuestión mercantil que literaria”, apunta al diario ALnavío Jesús G. Maestro, profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Vigo.
Una visión diferente destaca Juan Carlos Pinedo, actor y narrador venezolano de audiolibros sobre narcotráfico y residente en Estados Unidos: “Mientras nuestra sociedad siga con campañas como ‘Dile no a las drogas’, la población, especialmente la joven, continuará intrigada por las drogas y, por ende, el narcotráfico seguirá siendo un ‘negocio’ [ilegal] que no sólo generará divisas, sino también historias para escribir, leer, ver y discutir”. Lo que está claro es que esta realidad aviva el debate y da margen para que las obras sobre narcos también prosperen en España.