Juan Carlos Zapata (ALN).- Hay toda una historia en la medida que sacó de la cárcel al abogado y periodista chileno-venezolano Braulio Jatar. Diligencias secretas entre el canciller de Chile, Heraldo Muñoz; el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero; y la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.
La presidenta Michelle Bachelet estaba preparada para interceder ante el presidente Nicolás Maduro por la liberación del abogado y periodista Braulio Jatar, quien llevaba ocho meses detenido. Diputados chilenos le habían entregado una carta a Bachelet pidiéndole la diligencia. Pero el encargo no llegó a concretarse porque el mandatario de Venezuela no asistió la semana pasada a la investidura del nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno. Era allí donde Bachelet abordaría el tema con Maduro.
Jatar estaba en la cárcel por difundir vídeos de una protesta contra Maduro en septiembre del año pasado en el sector Villa Rosa, ubicado en la Isla de Margarita. Sin embargo, el gobierno de Caracas se inventó otra historia: la de lavado de dinero. Jatar tiene doble nacionalidad, venezolana y chilena. De allí la particular preocupación de Chile. El pasado 24 de mayo a Jatar se le concedió el beneficio de arresto domiciliario, ante lo cual dijo que haber vuelto a casa “era como haber visto al cielo bajar”.
La medida a favor de Jatar puede contribuir a mejorar las relaciones entre Chile y Venezuela
Pero la medida tiene una historia. Y es la que involucra al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, y al expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero. El diario La Tercera de Chile informó el 24 de mayo que “tras la petición de los parlamentarios, el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, dijo a Radio Bío-Bío que se realizaron gestiones ‘reservadas’ en las últimas horas en favor de Jatar”. El canciller, como corresponde a su investidura, no reveló qué quería decir con lo de gestiones “reservadas”. Pero el diario ALnavío tuvo acceso a una fuente que confirmó que el “gestor”, en este caso, como en otras liberaciones de presos políticos en Venezuela, fue Rodríguez Zapatero. El expresidente español arribó a Caracas el lunes pasado ya con el asunto pendiente. Sostuvo un almuerzo con la canciller, Delcy Rodríguez, quien adelantó consultas con Maduro. “Estamos permanentemente preocupados y hay algunas gestiones, incluso, que se han hecho en las últimas horas, que no voy a revelar, para permitir que ojalá tengan algún impacto positivo. Pero desde hace mucho tiempo, a distintos niveles del gobierno de Chile, hemos hecho gestiones a su favor”, había declarado antes el funcionario chileno.
La medida a favor de Jatar puede contribuir a mejorar las relaciones entre Chile y Venezuela. Chile ha sumado su voz a las críticas sobre la deriva autoritaria del gobierno de Caracas, la situación del país y la convocatoria de una Constituyente por parte de Maduro para cambiar la Constitución. La siguiente cita del diario El Mercurio de Santiago de Chile es una prueba del tono de la polémica: “La ya difícil situación de Venezuela se está tornando aún más compleja, se ha agravado en buenas cuentas”, dijo el canciller chileno y apuntó que “hasta ahora” sabe que esta Constituyente “no se conformaría a través del sufragio universal, libre y secreto sino a través de la representación de sectores sociales”. Maduro no se quedó callado, y la respuesta fue directa: “¿Ustedes sabían que la Constitución vigente en Chile fue la que impuso (el dictador Augusto) Pinochet? Ojalá algún día el pueblo chileno tenga la suerte y fortuna del pueblo venezolano y pueda convocar a un proceso popular constituyente y quitarse de encima la Constitución dictatorial del asesino Pinochet”. Días antes, Chile había llamado al embajador en Caracas para que informara sobre la situación en Venezuela. Así estaban las cosas hasta que ocurrió la medida a favor de Jatar. Al gobierno de Maduro, más aislado internacionalmente, le conviene mantener buenas relaciones con el gobierno socialista de Bachelet. El embajador chileno, Pedro Ramírez, ha vuelto a Caracas.