Caleb Zuleta (ALN).- Para Rafael Correa, el gobierno de Lenín Moreno está en “muerte clínica”. O peor, “está acabado”, y lo que haga, por ejemplo, revertir las medidas, lo hundirá más. Entonces, “el gobierno estaría más que muerto”. Lo que quiere decir Correa es que el presidente Lenín Moreno no tiene salida. Por ahora, goza de muerte vegetal.
El expresidente de Ecuador reapareció este miércoles en Bélgica. Se decía que estaba en Venezuela. Desde donde, se supone, organizaba y financiaba con el apoyo de Nicolás Maduro, la revuelta contra Lenín Moreno. Una revuelta que ha puesto en jaque al gobierno de Ecuador.
Rafael Correa le declara al diario ruso Sputnik. Correa dirige un programa en otro medio ruso, RT. Y también ofrece declaraciones en RT. Los medios rusos son una ventaba abierta para Correa. Correa insiste en que Moreno traicionó el programa económico y el programa político y se entregó a los grupos de poder y al FMI. Señala a Sputnik que “la prensa hegemónica ha sido la mayor cómplice de Moreno, se ha asociado con él, es parte del Gobierno a tal punto que, por ejemplo, el hijo del dueño del Diario Expreso es el ministro de Transporte. Hay blindaje, manipulación y complicidad mediática para tapar errores y horrores de este Gobierno y de la brutal represión”.
Correa habla de una represión que no existe. El gobierno de Lenín Moreno admite que ha habido centenares de detenidos. Pero también señala que no se ha registrado ningún muerto. Esta información la ha ratificado el embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán. Pero Correa apunta que “desde los últimos años de la dictadura militar no veo una represión tan brutal, con toque de queda, cesación de las garantías constitucionales y la represión física: golpear a manifestantes, disolver manifestaciones donde hay mujeres y niños con gases lacrimógenos… Ya tenemos varios muertos, centenas de heridos y más de 700 detenidos”.
¿Dónde están los muertos? ¿Miente Correa? Habla de varios muertos. Hasta ahora, los medios registran a lo sumo dos, y uno que fue atropellado por un vehículo que nada tiene que ver con los cuerpos de seguridad. Correa jamás se ha pronunciado por los cientos de jóvenes y adultos caídos por la represión desatada por Nicolás Maduro. O por las torturas. O por los presos políticos. O por los ajusticiamientos policiales en barrios pobres de Venezuela. También ha guardado silencio ante la represión de Daniel Ortega en Nicaragua, que dejó un saldo de centenares de muertos y miles de heridos. Correa no habla de la violación sistemática de los derechos humanos por parte del régimen de Maduro, lo cual está sustentado en el informe que presentó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.
El Presidente declaró este miércoles, luego de su regreso a la capital, que “en Quito recibí el reporte de que las marchas se desarrollan con normalidad”. Y se dirigió a los manifestantes en estos términos: “Hermanos indígenas, me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas, a los elementos perniciosos”. Moreno exhibe un estilo completamente opuesto al de Maduro y Ortega. De hecho, destaca que la ministra de Gobierno, María Paula Romo, se haya disculpado porque “bombas lacrimógenas han caído cerca de dos universidades y del Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Esto no se va a volver a repetir, lo he dicho con toda firmeza. Me disculpo y lo he dicho al Rector de la Católica y lo haré con el de la Salesiana. Son lugares en donde los indígenas se están hospedando y tienen que mantenerse como lugares seguros y así va a ser. No tienen justificación y no se repetirá”. Lo dijo en rueda de prensa este miércoles.
Correa responde a Sputnik: “El Gobierno de Lenín Moreno está acabado. Es un títere de los grupos de poder. Fue mi vicepresidente durante seis años y para lograr algo de popularidad, con complicidad de la prensa, dijo que había heredado una crisis económica. ¿Y él siendo vicepresidente no la vio? ¡Inconcebible! El Gobierno está acabado por sus propios errores”.
Correa observa estas opciones:
Si Lenín Moreno se mantiene en la Presidencia, será un “cero a la izquierda”.
Si revierte el aumento de los combustibles, “el Gobierno estaría más que muerto”.
Si convoca elecciones anticipadas, las pierde.
Por tanto, “el Gobierno ya está en muerte clínica, en estado vegetativo”.
Y se mantiene porque “lo siguen apoyando los medios hegemónicos, el empresariado, el poder financiero, el militar, la Policía y parte de la Iglesia”.