(EFE).- El exmandatario boliviano Carlos Mesa denunció este miércoles que el expresidente Evo Morales y el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) buscan «destruirlo» a él y a su partido, Comunidad Ciudadana, la principal fuerza opositora en el país.
Mesa fue citado a declarar como testigo por los fiscales que investigan la crisis de 2019, que para el oficialismo fue un «golpe de Estado» en contra del entonces presidente Evo Morales.
«Al acusarme como autor del supuesto golpe, Morales ha decidido para completar su plan, destruirme y destruir a la principal fuerza de la oposición democrática en el país, representada por Comunidad Ciudadana», dijo el exmandatario en una conferencia en La Paz.
Según ha trascendido, Mesa fue mencionado junto a una treintena de personas en la declaración que la exmandataria interina Jeanine Áñez dio recientemente ante la Fiscalía por el llamado caso «golpe de Estado».
Mesa, que fue candidato presidencial de las elecciones de octubre de 2019, reiteró que en esos comicios hubo fraude y que por esa razón fueron anulados y también recordó que el 21 de febrero de 2016 el pueblo boliviano le dijo «NO» a la reelección de Morales y aún así este «no respeto» esa decisión.
«Evo Morales es autor del mayor fraude electoral en democracia y de haberse burlado del pueblo boliviano el 21F al no respetar su decisión en contra de su reelección indefinida», señaló.
ACUSA AL MAS Y A MORALES
Carlos Mesa afirmó que no dará explicaciones y acusó a Morales, al actual presidente, Luis Arce, y al MAS de «mentir» y «tergiversar» los hechos que ocurrieron en 2019, entre ellos que se cuestione la «legalidad» de la constitución del Gobierno transitorio liderado por Áñez.
«No da explicaciones quien, como yo, ha hecho y volvería a hacer cien veces lo que se debe hacer en defensa de la paz, la democracia y la Constitución, que es lo que hice entre 2018 y 2020″, indicó.
«Como candidato presidencial enfrenté a la autocracia y como demócrata apoyé la recomposición de la línea de sucesión constitucional que Morales trató de destruir para llevarnos a la guerra interna. Tarea que contó con la participación como facilitadores de la Iglesia católica, la Unión Europea, Naciones Unidas y la Embajada de España», explicó.
Fue enfático al decir que con esta situación, «inventándose un delito» Morales, Arce y el MAS buscan no solo «destruir» a su partido sino «llevar al país a una espiral de confrontación en medio de una profunda crisis sanitaria y de desempleo».
El líder opositor también dijo que el Gobierno ha «subordinado los intereses de la patria» a «su propio interés» para que Morales pueda «volver a la presidencia a cualquier costo».
El expresidente Mesa fue mencionado junto a una treintena de personas en la declaración que Áñez dio recientemente ante la Fiscalía por el llamado caso «golpe de Estado».
Otras personas mencionadas por la exmandataria fueron el exlíder cívico Luis Fernando Camacho, actual gobernador de Santa Cruz, y el exministro interino de la Presidencia Jerjes Justiniano, señaló.
Este martes, la Iglesia católica reafirmó su papel de mediación en la crisis de 2019 y rechazó en un informe que, entre otros, fue entregado al papa Francisco, «toda acusación relativa a conspiración, propiciación, encubrimiento u otra forma de actuación que se relacione con un supuesto golpe de Estado».
Evo Morales renunció a la Presidencia el 10 de noviembre de 2019 denunciando que fue forzado por un supuesto golpe de Estado, en medio de protestas y denuncias de un presunto fraude electoral a su favor en los fallidos comicios.
Bolivia vivió un vacío de poder durante dos días, ya que con Morales también renunciaron todos los que constitucionalmente podían sucederlo, hasta que la entonces segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió la Presidencia interina tras activar un mecanismo de sucesión que contó con el visto bueno del Tribunal Constitucional.
Áñez y dos de sus exministros están en prisión desde hace más de tres meses por el caso llamado «golpe de Estado», referido a aquella crisis.