Leticia Núñez (ALN).- El éxodo venezolano entra en una nueva fase. La afluencia de inmigrantes procedentes de Venezuela cada vez es mayor y las reacciones de algunos países vecinos ya no son las de hace unos meses. Mientras un juez de Brasil decretó el cierre de un punto fronterizo, que luego el Tribunal Supremo anuló, en Ecuador han declarado el estado de emergencia. “Los Estados sí han sido tolerantes. Lo que pasa es que eso se puede acabar. La ayuda no es una carga de por vida, eso es dependencia”, subraya el sociólogo Pablo Carballo.
El éxodo venezolano ha comenzado a poner a prueba la tolerancia de América Latina con los inmigrantes. Cientos de personas huyen cada día del hambre, la falta de esperanza y la inseguridad personal provocados por el régimen de Nicolás Maduro. En definitiva, escapan de una nación destruida. Según Naciones Unidas, cada día alrededor de 5.000 venezolanos salen de su patria. Si esta tasa se mantiene estable, para finales de 2018 más de 1,8 millones de venezolanos se habrán marchado, una cifra que se suma a los cuatro millones que se estima que ya han huido para rehacer sus vidas en el exterior.
Cuando los venezolanos comenzaron a emigrar de forma masiva hacia otros países de Latinoamérica, por lo general se encontraron con fronteras abiertas y formas de conseguir la residencia legal. Fue la oleada del hambre, la de los que salen a pie por la frontera. Comenzó en 2016 y explotó en 2017. Sin embargo, a medida que aumenta la llegada de migrantes, el éxodo no se ve de la misma manera en los países vecinos.
Esta semana Ecuador declaró el estado de emergencia en tres provincias para atender la llegada de venezolanos. Un juez de Brasildecretó el cierre de un punto fronterizo, que después anuló el Supremo Tribunal Federal. Mientras, Colombia recibirá otros nueve millones de dólares de Estados Unidos para ayudar al éxodo venezolano.
El Gobierno de Ecuador declaró el estado de emergencia en tres provincias ante el flujo migratorio
“Hablamos de una nueva etapa en cuanto a cantidad, por la mayor afluencia de migrantes. También por el hecho de que se intenten cerrar fronteras”, explica Pablo Carballo, investigador y profesor de Sociología en la Universidad de Costa Rica, en declaraciones al diario ALnavío. En su opinión, esto último evidencia que “ya recibieron a mucha gente o que intenta entrar más de la que tenían previsto”.
Carballo considera que los gobiernos de América Latina sí han sido tolerantes con el éxodo venezolano, pero apunta que la tolerancia se puede acabar. “Hay tolerancia, sí, pero ante esta inmigración tan rápida la toma de decisiones es más difícil. La tolerancia se traduce en ayuda a corto plazo, no en una carga de por vida. En ese caso, en vez de ayuda hablaríamos de dependencia”, subraya.
Sobre el caso concreto de Brasil y la decisión de cerrar la frontera, el sociólogo señala que “la tolerancia empieza a tambalearse”. A su juicio, esto refleja que “o no se sabe qué hacer, o hay que cambiar el plan, o no se puede seguir recibiendo inmigrantes a este ritmo”. En este sentido, recuerda que recibir inmigrantes es una política internacional de buena fe y que cerrar las puertas es una decisión legítima aunque mal vista.
A continuación las respuestas que han tenido lugar esta semana ante el empeoramiento de la crisis humanitaria provocada por el régimen de Nicolás Maduro.
Ecuador
El gobierno de Lenín Moreno declaró este miércoles el estado de emergencia en tres provincias –Carchi, Pichincha y El Oro– ante el inusual flujo migratorio de ciudadanos venezolanos. Según un comunicado de la Cancillería ecuatoriana, el arribo de venezolanos se intensificó en la frontera con Colombia, llegando a registrar unos 4.200 ingresos diarios.
“Hemos reaccionado oportunamente. Nos hemos reunido instituciones del Gobierno, así como representantes del sistema deNaciones Unidas. Se activa por primera vez para dar una respuesta eficaz y contundente en beneficio de la preservación de las personas que están ingresando a territorio ecuatoriano”, señaló el viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, Santiago Chávez, en una nota.
El objetivo del estado de emergencia, que durará todo el mes de agosto, es establecer un plan de contingencia y acciones para la atención humanitaria de la población migrante, por lo que el Gobierno ecuatoriano movilizará médicos y trabajadores sociales. Cabe destacar que muchos venezolanos utilizan el territorio ecuatoriano como tránsito en su recorrido hacia Perú y otros países. De hecho, sólo de enero a abril llegaron 180.000 venezolanos a Perú (Leer más: En 120 días 180.000 venezolanos ingresaron en Perú).
Según el Ministerio del Interior de Ecuador, en 2017 se registraron 61.139 venezolanos, casi 38.000 más que en 2016, cuando llegaron 23.611, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Ecuador. En 2015, había 9.650 venezolanos (Leer más: ¿Tiene el éxodo venezolano la culpa de la falta de empleo en Ecuador?).
Brasil
Este martes el juez federal Helder Barreto ordenó cerrar la frontera hasta que el estado de Roraima pueda establecer las condiciones “humanitarias” para recibir el desordenado flujo de venezolanos, como habían pedido las autoridades estatales. En ciudades como Boa Vista, con una población cercana a los 320.000 habitantes, las autoridades calculan que en los últimos meses han recibido a unos 40.000 venezolanos que viven hacinados en pequeños albergues o en las calles, como publicó el diario venezolano El Nacional.
Acnur reitera su apoyo a Brasil “mientras mantenga las fronteras abiertas”
Sin embargo, un día después el Supremo Tribunal Federal ordenó la reapertura de la frontera. La magistrada Rosa Weberargumentó que la petición no respeta la Constitución ni los tratados ratificados por el Estado suramericano.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) aplaudió la decisión del Supremo y recordó que hasta ahora Brasil “ha garantizado el acceso al territorio de los refugiados y migrantes venezolanos que necesitan protección y les han proporcionado acceso a derechos y servicios básicos”. En este sentido, el portavoz de la agencia, William Spindler, reiteró el apoyo de Acnur a Brasil “mientras mantenga las fronteras abiertas y permita a las personas entrar al país para encontrar un lugar seguro donde reiniciar sus vidas”.
No obstante, cabe recordar que el pasado febrero, el gobierno de Michel Temer anunció que duplicaría los pelotones militares en los pasos fronterizos con Venezuela para regular el tráfico de migrantes. Algo que Adrián Jaén España, profesor de Sociología en la Universidad de Costa Rica, ve preocupante. En declaraciones a ALnavío, señaló que el mensaje que envía el Gobierno a la población es: “Quienes vienen del otro lado a tocar nuestra puerta son una amenaza” (Ver más: Colombia y Brasil ya ven el éxodo venezolano como una “amenaza”).
Colombia
Como Brasil, Colombia también estableció más controles en la frontera y desplegó 3.000 militares. Según los datos ofrecidos a mediados de junio por el director del Plan Frontera, Felipe Muñoz, más de un millón de personas llegaron a Colombia procedentes de Venezuela en los últimos 15 meses. “250.000 son colombianos que han retornado y 819.000 son venezolanos que pretenden quedarse”, dijo Muñoz. También detalló que del total de inmigrantes venezolanos, 442.462 llegaron a Colombia de forma ilegal, y el 38% son menores de edad, mientras que los otros 376.572 lo hicieron con algún documento que permitía cruzar al país vecino.
Este jueves, Estados Unidos anunció una ayuda adicional de nueve millones de dólares para los inmigrantes venezolanos en Colombia. “Estos fondos adicionales profundizan los actuales esfuerzos de Estados Unidos para proporcionar comida, agua, cuidados médicos y otra ayuda humanitaria esencial en Colombia y en toda la región a los venezolanos vulnerables”, afirmó laAgencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) en un comunicado.
Estos nueve millones de dólares se suman a los 46 millones de dólares enviados por EEUU para ayudar a los inmigrantes venezolanos en 2017. A nivel bilateral, la Usaid ha comprometido 23,5 millones de dólares para apoyar la respuesta de Colombia a la crisis migratoria. De hecho, hace apenas dos semanas concedió seis millones de dólares más.
Guyana
También en Guyana ha habido novedades esta semana respecto al éxodo venezolano. El Gobierno anunció que recibirá 30.000 dólares en ayuda humanitaria de Unicef para asistir a unos 900 venezolanos que han cruzado la frontera y se han exiliado en tres regiones administrativas del territorio del Esequibo.
Según detalló la Comisión de la Defensa Civil de Guyana en un comunicado, repartirá agua y artículos de higiene en las próximas semanas a las administraciones regionales para su debido almacenamiento y distribución.
Por su parte, el ministro de Salud Pública y Ciudadanía, Winston Felix, informó a finales de julio sobre el envío de medicinas, alimentos y equipos de campamento a las aldeas cercanas a la frontera con Venezuela. “Hay personas que duermen al aire libre, así que por ello enviamos toldos, hamacas, mantas, almohadas y lo que creemos que es necesario para dar cabida a los que están a la intemperie”, dijo, tal como informa la web Contexto Diario.
España
Finalmente, en España a través de la plataforma change.org, Cristina Isacura, directora del bufete Isacura Asociados, recoge firmas para que el gobierno de Pedro Sánchez apruebe el estatus de protección temporal a los venezolanos. Algo que les permitiría obtener un permiso de trabajo, además de permiso de residencia y asistencia sanitaria. Aquí el enlace a la petición.
Una petición que la ONG Un Salvavidas para Venezuela, dirigida por William Cárdenas, también envió hace unas semanas al Gobierno español (Leer más: Por qué el estatus de protección temporal puede ser un salvavidas para los venezolanos en España).