Daniel Gómez (ALN).- Panamá ha sentido con fuerza el éxodo venezolano. Más de 240.000 migrantes han llegado a ese pequeño país de Centroamérica en los últimos años. Migrantes en este caso con una buena posición económica y ánimo emprendedor. Se lo explica a ALnavío Liriola Pitti, directora general del Fondo de Promoción Turística Internacional de Panamá.
Panamá es uno de los países que más ha sentido el éxodo venezolano. Antes de la estampida migratoria de 2018, los venezolanos con más recursos despegaron hacia el país centroamericano. Bien como trampolín hacia Estados Unidos. Bien para quedarse a vivir allí.
Liriola Pitti, directora general del Fondo de Promoción Turística Internacional de Panamá, explica a ALnavío cómo se sintió el éxodo en ese país y las características de esta oleada migratoria, la cual llevó a más de 240.000 migrantes a suelo panameño. Un número importante de personas si se tiene en cuenta que Panamá tiene cuatro millones de habitantes en 75.500 metros cuadrados.
Pitti explica que los venezolanos que se quedaron en Panamá lo hicieron “para invertir, montando restaurantes, fábricas y hoteles”
Pitti reconoce que hubo una gran “afluencia de venezolanos”. Sobre todo, en los dos últimos años. Venezolanos, explica, “que se quedaron en Panamá para invertir, montando restaurantes, fábricas y hoteles”.
Aclara, además, que el éxodo no se siente igual que en países como Colombia, Perú y Ecuador, donde masas de gente se agolpan en las fronteras en busca de una vida mejor. “Para llegar a Panamá desde Venezuela hay que tomar un avión. No hay comunicación terrestre que conecte Panamá con Colombia”.
Que las vías de enlace sean el avión y no la carretera hace que “la migración sea de personas con cierto nivel económico, que además debían tener el visado en orden, y cumplir con todos los requisitos aduaneros”, explica Pitti.
Panamá está en deuda con Venezuela
La funcionaria, quien formó parte de la delegación panameña en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebró en Madrid la semana pasada, fue testigo desde la distancia de la jura de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
“Nosotros en Panamá, como miembros del Grupo de Lima, reconocemos a Guaidó como presidente. Se trata de una situación interna límite, que al final, los venezolanos tendrán que resolver”, comenta.
Para Pitti, “es lamentable que se esté viviendo una situación así en un país tan valioso”. Lo dice “no sólo por su petróleo, sino también por su cultura”. Recuerda cómo hace 20 años, cuando en Panamá había una dictadura, los panameños migraban hacia Venezuela y allí les acogían sin restricción alguna.
En este sentido, apunta que Panamá no tiene en este momento restricciones para que los venezolanos obtengan visado. “Pasamos por eso y ellos nos ayudaron. Ojalá puedan salir de esa situación tan asfixiante que tienen en Venezuela”. Por así decirlo, Panamá se siente en deuda con Venezuela.