Juan Carlos Zapata (ALN).- Hay otra consecuencia en el fallo del Dossier que Iván Duque llevó a la ONU. Y es que opaca una buena semana de Juan Guaidó y premia una mala semana a Nicolás Maduro. No es una consecuencia colateral. No para el escenario de Venezuela.
En Colombia pagó un general. Y quedan al descubierto las costuras en el equipo del presidente Iván Duque. Los errores se pagan caro, y Duque y sus equipos militares y civiles están pagando los costos del descrédito. Pero también Juan Guaidó, que no puede cobrar en su magnitud los resultados de la que iba a ser la mejor semana en mucho tiempo.
Un inventario positivo. Hasta que se cuestionó la primera fotografía, y luego otras más, y luego el problema real: El Dossier de Duque pierde fuerza, pierde credibilidad, no es contundente. De algún modo, debilita el accionar de Guaidó y le ofrece argumentos a Maduro para el ataque, como en efecto lo hizo. Maduro pasó a la ofensiva, cuando venía de sufrir una de sus peores semanas.
Guaidó había obtenido una victoria política con la reincorporación de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional, lo cual significa reconocer el Parlamento que preside. Este hecho político era, al mismo tiempo, para Nicolás Maduro, admitir lo imposible que les resultaba destruir la Asamblea Nacional.
Guaidó también había logrado que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconociera la Asamblea Nacional y no la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente de Maduro.
Guaidó también había logrado que Maduro se desdijera y señalara que quería volver a las negociaciones en las que media Noruega. Lo hizo por presión de Putin. Pero al fin y al cabo, victoria para Guaidó.
Guaidó había logrado que su voz se oyera dentro y fuera de la Asamblea General de la ONU. En Nueva York su equipo se fajó a fondo en diversas actividades. La reunión con los presidentes, incluyendo a Donald Trump, marcó la pauta.
Guaidó había obtenido que se designara en la ONU la Comisión que investigará la violación de los derechos humanos por parte del régimen de Maduro. Ya la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, había actualizado el informe -dijo que las violaciones empeoraban- y logrado que el régimen de Maduro permitiera de manera definitiva la presencia de un equipo de su Oficina en Caracas.
¿Cuál fue el peor error de Iván Duque en el Dossier contra Nicolás Maduro?
Un inventario positivo. Hasta que se cuestionó la primera fotografía, y luego otras más, y luego el problema real: El Dossier de Duque pierde fuerza, pierde credibilidad, no es contundente. De algún modo, debilita el accionar de Guaidó y le ofrece argumentos a Maduro para el ataque, como en efecto lo hizo. Maduro pasó a la ofensiva, cuando venía de sufrir una de sus peores semanas. Porque fue a Rusia, hoy su principal aliado, y en Moscú, el presidente Vladímir Putin le dijo:
-Hay que volver a negociar con Guaidó.
-No hay ayuda financiera.
-No hay tratados que firmar.
Por otro lado, pese a la numerosa delegación que movió hasta la ONU, Jorge Arreaza, el canciller de Maduro, no consiguió una solo foto de importancia. Firmó con el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, un tal Plan de Consulta que según los entendidos, no implica compromiso para Moscú, pues refiere a un marco de seguimiento de compromisos con el fin de fortalecer las relaciones entre los regímenes de Putin y Maduro. Nada concreto, otra vez. Un experto diplomático dijo: “Normalmente son comisiones mixtas que se reúnen con cierta periodicidad, cada año o cada seis meses, para revisar los avances en las áreas en las que hay acuerdos de cooperación. ¿Cómo se traduce? Depende de la voluntad política”.