(EFE).- En un contexto de alta incertidumbre política y económica y mientras la ministra de Economía argentina, Silvina Batakis, se encuentra en EE.UU. para conversar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los tipos de cambio paralelos dan este lunes un respiro después de varias semanas de escalada.
La cotización del dólar estadounidense en la plaza cambiaria informal de Argentina bajaba este lunes 8 pesos, a 330 pesos por dólar, luego de alcanzar un nuevo valor récord el viernes pasado y acumular un incremento de 38 % en lo que va del mes, en medio de la creciente incertidumbre entre los inversores.
Mientras que en el mercado mayorista se incrementó 65 centavos, a 130,39 pesos por unidad para la venta, en las primeras operaciones de este lunes.
A estos valores, la brecha entre la cotización oficial y el denominado «dólar blue» (informal) es del 153 %.
El valor del dólar de los mecanismos financieros para inversores más sofisticados que con su escalada -de hasta 29 % en lo que va del mes- también reflejaron las turbulencias financieras en las últimas semanas, operaban a la baja este lunes, entre 0,9 % y 1,7 %, que se entiende como respuesta a medidas cambiarias adoptadas por el Banco Central la semana pasada.
El precio del dólar en Argentina ha subido en forma sostenida desde finales de junio último, cuando se sumaron restricciones para el acceso a divisas y luego renunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, en medio de tensiones financieras y las diferencias políticas al interior de la coalición de gobierno.
Batakis, quien juró el cargo el pasado 4 de julio, asumió diciendo que iba a trabajar para avanzar al equilibrio fiscal, pero no ha logrado calmar a los mercados.
El índice de riesgo país subía 1 % este lunes, a 2.971 puntos básicos.
Búsqueda de apoyo en Estados Unidos
En este contexto, Batakis se encuentra de viaje en EE.UU., con una agenda intensa de reuniones no sólo con la directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el consejero de Asuntos Internacionales del Tesoro, David Lipton, y el director General de Operaciones del Banco Mundial, Axel Von Trotsenburg, sino también con empresas de EEUU que trabajan en Argentina, analistas e inversores.
El Gobierno de Alberto Fernández y el FMI sellaron en marzo pasado un acuerdo para refinanciar un préstamo de más de 40.000 millones de dólares concedido al Ejecutivo de Mauricio Macri (2015-2019) en 2018.
Ese entendimiento incluye un programa de facilidades extendidas (EFF), que contempla una reducción del déficit fiscal de Argentina hasta el 2,5 % del PIB en 2022, una contracción de la asistencia monetaria al Tesoro hasta el 1 % del PIB y un incremento de las reservas internacionales netas de 5.800 millones de dólares este año.
Los analistas del mercado dan pocos chances a que las metas del acuerdo se puedan cumplir y esas expectativas alimentan las turbulencias financieras, por lo que se espera el resultado de la conversación de Batakis con los funcionarios del FMI.
«Aún sin seguir escalando las cotizaciones libres, las brechas cambiarias actuales, que son las más altas en 40 años, lucen insostenibles», advierte un reporte de Portfolio Personal Inversiones. «Mientras tanto, no llegan grandes novedades desde el frente fiscal, que es lo que más ayudaría a calmar la tormenta», agrega.
Respecto de la deuda soberana argentina, PPI indica que «el débil escenario macroeconómico y los ruidos políticos son los principales ´drivers´ negativos de la deuda argentina que, ante la falta de norte, espera señales de un rumbo claro».