Redacción (ALN).- El arranque del denominado ‘diálogo nacional’, auspiciado por la Conferencia Episcopal y en el que participó Daniel Ortega, no puso fin a las protestas en Nicaragua. El miércoles hubo manifestaciones, barricadas y concentraciones en al menos seis departamentos del país y los estudiantes anunciaron que continuarán movilizados. Ortega criminalizó a los universitarios acusándoles de tener armas y formar grupos paramilitares, algo que ellos han negado. Las protestas continúan en Nicaragua a pesar del inicio del denominado ‘diálogo nacional’, propugnado por la Conferencia Episcopal del país. Los estudiantes reclaman al dictador Daniel Ortega que ordene el fin de la represión y han exigido de forma pública su renuncia. Coincidiendo con el inicio de las conversaciones, hubo protestas en al menos seis departamentos del país, según informa El Nuevo Diario. En esta jornada no se registraron hechos violentos, según el mismo periódico. Además de manifestaciones, barricadas, huelgas y concentraciones, hay encierros de jóvenes opositores. Tiene una importante fuerza simbólica el que protagonizan estudiantes en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), que han sufrido reiterados ataques de la policía. Ortega acusó, en plena instalación de la mesa de diálogo, a los concentrados de tener armas de fuego y formar grupos paramilitares que protagonizan asaltos y saqueos. Ellos han negado esas imputaciones, según informa La Prensa, y han acusado a Ortega de tender “una cortina de humo” y hacer “una burla para el pueblo de Nicaragua”.