María Rodríguez (ALN).- Del debate sobre la moción de censura contra el Gobierno de Rajoy se desprenden dos cuestiones: que el presidente español no rehuyó intervenir y que con un discurso directo cortó el paso a las pretensiones de la formación morada y puso en evidencia el proyecto político de Podemos.
El secretario general de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, llegó al debate sobre la moción de censura de este martes (presentada por su partido) con dos objetivos y ninguno de ellos suponía ganar la votación: trataba de desgastar al gobierno de Mariano Rajoy y de auparse como líder de la oposición, relegando a un segundo plano al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sin embargo, la inesperada participación de Rajoy en el debate celebrado en el Congreso de los Diputados, con un discurso de gran dureza contra la figura política de Iglesias y de Podemos, truncó el primero de los planes de la formación morada (el segundo aún es pronto para saber si lo lograron).
“Un gobierno suyo sería letal para el interés general”, dijo Rajoy a Iglesias tras la comparecencia del líder de Podemos. Habló del “estilo desabrochado” de Iglesias, de una “sobreactuación indignada” y de una “devoción por la política como espectáculo que le incapacita como gobernante”. “Aquí se acaba su recorrido”, sentenció Rajoy.
Rajoy a Iglesias: “Ha visto una oportunidad para que se consolidara en España un populismo de izquierdas, pero nuestro país nada tiene que ver con el que dibuja”
El presidente del Gobierno acusó a Iglesias de emplear la moral “como un estropajo abrasivo” y de estar obsesionado por dividir a los ciudadanos entre “buenos y malos”. “Usted no quiere debatir argumentos, quiere destruir adversarios. No se plantea gobernar para todos”, manifestó tajante, lo que provocó la ovación de la bancada del Partido Popular (PP).
Rajoy insistió en la idea de que Iglesias “no es fiable” y que “no comparten la misma visión de lo que es un sistema democrático”. Refiriéndose a Venezuela, el mandatario español le aclaró que “ese es su modelo, el mío no”.
El líder del PP también le dijo a Iglesias que tiene “afición por deformar la realidad a su conveniencia”. “Ha visto, primero en la crisis económica y ahora en los casos de corrupción, una oportunidad para que se consolidara en España un populismo de izquierdas. Pero, lamentablemente para sus concesiones teóricas, nuestro país nada tiene que ver con el que dibuja”, siguió atacando Rajoy y agregó: “Su experimento de populismo de izquierdas a la española se disuelve a marchas forzadas. Solo son capaces de apuntalarlo manipulando la realidad en su único beneficio”.
Aún quedaba munición. “Necesita faltar más a la verdad porque si no, se le cae el castillo de naipes. Toda su estrategia y proyecto político se resume en una máxima: cuanto peor para todos, mejor para su beneficio político”, insistió Rajoy a Iglesias.
El mandatario español continuó con su discurso implicando también a Podemos. “Han dirigido actuaciones de acoso contra adversarios políticos, en la universidad o ante sus propios domicilios”, relató y mencionó las amenazas que, según la Asociación de la Prensa de Madrid, han recibido diversos medios de comunicación cuando desde Podemos están en desacuerdo con las informaciones que publican estos diarios.
Tras la intervención de Rajoy, se sucedieron varias réplicas ente ambos políticos -hasta ocho-, antes de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, concediese un receso. Tras la pausa de una hora, los portavoces del resto de los partidos políticos tuvieron la palabra para valorar -entre este martes y miércoles- el programa defendido por Iglesias en el debate de la moción, centrado especialmente en erradicar la corrupción.
Los medios valoran la participación de Rajoy
Este miércoles, las portadas de los principales diarios impresos de España destacan el papel del presidente del Gobierno para convertir el debate en una “moción de confianza” a Rajoy, según el editorial de El País, y en “una dura censura a Iglesias”, como reza el titular de la primera página del diario Abc.
El periódico El Mundo tacha la moción de Podemos de “acto propagandístico” y las largas intervenciones de Irene Montero, portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, e Iglesias como “alocuciones propias de caudillos suramericanos”. Añaden que la participación directa de Rajoy “contribuyó a resaltar la figura de Iglesias frente a Sánchez, lo que da aire al Gobierno”.
Finalmente, La Vanguardia hizo hincapié en que el presidente del Gobierno “plantó cara a la dura reprobación de Podemos” al “bajar a la arena y mantener un duelo de fondo”.