Daniel Gómez (ALN).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, molesto porque Michelle Bachelet lo criticó, dijo que Chile no se convirtió en Cuba gracias a los que “tuvieron el valor de frenar a la izquierda en 1973”. Esos supuestos valientes fueron los militares del dictador Augusto Pinochet. Esos militares encarcelaron al padre de Bachelet, quien murió en prisión. Esos militares torturaron a la propia Bachelet. Bolsonaro descargó su furia contra Bachelet sin piedad. Como Nicolás Maduro. Como Diosdado Cabello. Incluso como Miguel Bosé. Será verdad que los extremos se tocan.
A la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, le preocupa el aumento de la violencia policial en Brasil. Sólo entre enero y julio de 2019 la policía de Río de Janeiro mató a 1.075 personas. Más de cinco al día. A Bachelet no sólo le preocupan las muertes, sino “el discurso público que legitima ejecuciones sumarias y una ausencia de responsabilidad”.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se dio por aludido y descargó la furia contra Bachelet. “Sigue la línea de Macron –Emmanuel Macron, presidente de Francia, quien le criticó por su trato al Amazonas– de entrometerse en los asuntos internos y la soberanía de Brasil. Ataca a Brasil con la agenda de derechos humanos de delincuentes, atacando a nuestros valientes oficiales de la policía civil y militar”.
Bolsonaro no se quedó ahí. “[Bachelet] olvida que su país no es Cuba sólo gracias a los que tuvieron el valor de frenar a la izquierda en 1973. Entre esos comunistas estaba su padre”.
“[Bachelet] olvida que su país no es Cuba sólo gracias a los que tuvieron el valor de frenar a la izquierda en 1973. Entre esos comunistas estaba su padre”.
El padre de la alta comisionada fue Alberto Bachelet. Un general de la Fuerza Aérea de Chile que murió en prisión por mantenerse leal al entonces presidente Salvador Allende, derrocado en 1973 por el ejército de Augusto Pinochet. Ese grupo de hombres que, según Bolsonaro, tuvieron el valor de derrotar a la izquierda chilena. Valga decir que Pinochet mantuvo por 27 años una dictadura en Chile. La propia Michelle Bachelet fue torturada bajo su régimen.
Más allá de las posiciones políticas del presidente de Brasil, llama la atención que su postura con Bachelet coincida con la de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, némesis políticas de Bolsonaro.
Bolsonaro dice que Bachelet se entromete en los asuntos internos de Brasil. Maduro dijo lo mismo en julio cuando la alta comisionada presentó el informe que denunciaba las persecuciones, torturas y asesinatos de su régimen. No contento con eso, hace una semana añadió, sin venir a cuento: “No le mientas al mundo. Firmaste un documento que ni leíste. Es un informe hecho por especialistas vinculados al Departamento de Estado enemigo de la revolución bolivariana”.
A otro que le cayó mal el Informe Bachelet fue al número dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello. A Cabello le sentó incluso peor que a Maduro. Quizá porque el informe le señalaba personalmente.
“Quien gobernó su país con la Constitución de un dictador como Pinochet no podemos decir que hable de derechos humanos”, dijo Cabello sobre Bachelet aludiendo a la dictadura, tal como hizo ahora Bolsonaro, pero en sentido contrario.
Otro que le debe una disculpa a Bachelet es Miguel Bosé. El cantante español emprendió una cruzada contra la alta comisionada porque según él, evitaba visitar Venezuela, ignorando que era el propio Maduro quien ponía obstáculos para demorar esa visita.
Nadie quiere a Michelle Bachelet por el informe sobre Venezuela
Esa visita se produjo finalmente. Y vino el informe. Y vino la condena internacional. Pero lo que no vino nunca fue la disculpa de Bosé. El cantante la persiguió por México exhibiendo unas formas un tanto delirantes. Por no hablar del famoso “Bachelet, mueve tus nalgas a Venezuela” que empleó en el concierto por la ayuda humanitaria realizado en febrero en Cúcuta.
El caso es que el Informe Bachelet saldrá de nuevo a la luz. Este lunes, en Ginebra, será el documento de trabajo que dará pie a la resolución que votarán contra Maduro.