Daniel Gómez (ALN).- Uruguay fue el primer país del mundo en legalizar la marihuana. Lo hizo en 2013 y el Gobierno ya consiguió quitarle 55% del negocio a los narcos. También aceleró la recaudación fiscal. Y para el futuro espera ingresar 1.000 millones de dólares en exportaciones. De conseguirlo sería todo un récord. Para el país, y para el mundo, cada vez más interesado en la industria del cannabis.
La canadiense Canopy Growth, el grupo de cannabis más importante del mundo, aterriza en España. Lo hizo esta semana comprando Cafina. Un pequeño negocio con licencia de cultivo para ampliar su unidad de medicinas en Europa.
La misma Canopy recibió en agosto de 2018 una inyección de capital de 3.371 millones de dólares por parte del grupo estadounidense Constellation Brand, propietario de la cerveza Corona.
El negocio de la marihuana también sedujo al influencer californiano Dan Bilzerian. El conocido “Rey de Instagram” fundó Ignite, compañía que comercializa aceites y productos de belleza elaborados con esta planta.
En Wall Street a las empresas que operan con cannabis les va tan bien, y son tantas, que tienen hasta un índice propio. North American Marijuana Index, que en 2018 se revalorizó más de 400% y este año se vuelve a situar al alza.
El caso es que la industria de la marihuana, del cannabis legal, está de moda. Sobre todo, desde que en junio de 2018 Canadá se convirtiera en la primera potencia económica en legalizar el uso recreativo de esta droga. Sin embargo, la etiqueta de pionero no le corresponda al gigante norteamericano, sino a un pequeño país del sur: Uruguay.
Uruguay aprobó la legalización de la marihuana para sus ciudadanos en 2013. La implementación de la norma, en cambio, se ha venido haciendo de forma progresiva. Estableciendo una red de farmacias habilitadas para la venta. Organizando controles de calidad. Facilitando por parte del Estado los terrenos y licencias de cultivo. Implementando sistemas digitales de reconocimiento para los consumidores. Consumidores que quedan identificados en un registro público.
Los datos que maneja Uruguay
El control de todo esto está en manos del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA). Esta institución, dependiente del Gobierno de Uruguay, también ha venido calculando el impacto que la legalización de la marihuana ha tenido.
Uno de los datos más positivos hasta la fecha es que 55% de los consumidores de marihuana compran la droga de forma legal y no en el mercado negro. Esto quiere decir que la medida le ha quitado más de la mitad del negocio a los narcos, lo que equivale a 23 millones de dólares.
Uno de los datos más positivos hasta la fecha es que 55% de los consumidores de marihuana compran la droga de forma legal y no en el mercado negro. Esto quiere decir que la medida le ha quitado más de la mitad del negocio a los narcos, lo que equivale a 23 millones de dólares
Esto, en cambio, ha generado un daño colateral: la violencia. Los homicidios. Muertes asociadas a ajustes de cuentas entre los narcos, desesperados porque están perdiendo el negocio.
En el primer semestre de 2018, que son los últimos datos oficiales publicados hasta la fecha, en Uruguay aumentaron 66% los asesinatos. Hubo un total de 218, de los cuales 98 están relacionadas al narcotráfico, según el Ministerio del Interior.
Mientras el Gobierno refuerza las medidas de seguridad, siguen mirando al futuro con optimismo. Porque además de quitarle negocio al narcotráfico, están consiguiendo más ingresos para los uruguayos.
Que haya empresas de marihuana operando de manera legal, significa que el tejido productivo del país se amplía. También la capacidad recaudatoria del Estado gracias a los mayores aportes fiscales. De 1,7 millones de dólares en 2018, según cifras oficiales.
1.000 millones de dólares en exportaciones
Este negocio también ha traído inversiones para Uruguay. El IRCCA ha aprobado proyectos de cannabis por un valor de 57 millones de dólares desde 2015. En la actualidad, están revisando permisos para 21 nuevos proyectos tasados en 40 millones de dólares.
Según dijo en una reciente entrevista con la agencia Bloomberg el inversor estadounidense Jordan Lewis, director de Silverpeak Life Sciences Uruguay, está confiado en que el país suramericano sea el primero del mundo en alcanzar los 1.000 millones de dólares en exportaciones anuales “en tan sólo cinco años”. Esto dependerá, eso sí, de que “el ritmo de la inversión de América del Norte hacia Uruguay se acelere”.
Sobre Norteamérica, con el negocio ya legalizado en Canadá, el foco se pone en Estados Unidos. Mientras en ocho de 50 estados el consumo, producción y legalización son totalmente legales -en otros 21 se permite el uso de la marihuana medicinal- se calcula que la industria está dejando en el país 10.000 millones de dólares.
Esto es así aún con la restricción que pone el Gobierno a los bancos, a los que impide financiar actividades relacionadas con la marihuana, por considerarlo una sustancia ilegal. No obstante, ante el auge que está teniendo esta industria, el Departamento del Tesoro ya abrió la puerta a modificar la norma.