Juan Carlos Zapata (ALN).- Pedro Sánchez ha dicho esta mañana en el Congreso de los Diputados que el régimen de Nicolás Maduro “ha fracasado estrepitosamente”. Esta opinión de Sánchez ya coincide con lo que opinan Pablo Iglesias, Podemos, y por supuesto, Pablo Casado, PP, y Albert Rivera, Ciudadanos. De modo que en el espectro político de España al menos en lo que refiere al fracaso de Maduro el sentimiento es unánime. Sánchez y los ministros del Gobierno comparecen ante el Congreso en el último pleno de control de gestión. Habrá nuevas elecciones en abril.
Pablo Iglesias dijo a mediados de diciembre que la situación política y económica de Venezuela es “nefasta”. A los pocos días, Íñigo Errejón señaló que era un desastre. Entre fracaso estrepitoso, situación nefasta y desastre, ¿cuál es la diferencia?
Sánchez: “Queremos que de una forma pacífica el destino de Venezuela surja del voto libre de sus ciudadanos… La posición del Gobierno ha sido clara en todo momento. No nos corresponde poner o quitar presidentes, eso le corresponde al pueblo venezolano”
Pedro Sánchez ya ha dicho que Nicolás Maduro es un tirano. Lo dijo en el Congreso de la Internacional Socialista. Un foro político. Hoy, las opiniones que ha vertido en el Parlamento de España tienen otro peso. Señala que Maduro no quiere dialogar y que ha usado “los elementos de la mediación para ganar tiempo”. Lo que afirma Sánchez es lo que viene repitiendo de Maduro la oposición en Venezuela, y es lo que repiten los voceros de PP y Ciudadanos. De modo que aquí se abre otro punto de coincidencia.
Sánchez dijo que mantiene un seguimiento a la situación de Venezuela. Y tal vez de allí devenga esta posición del presidente en funciones. Como se sabe, el gobierno de Sánchez se sumó a las naciones que declararon ilegítimo el mandato de Maduro, y reconocieron a Juan Guaidó como presidente encargado. “El seguimiento de la situación en Venezuela ha supuesto una prioridad en nuestra política exterior”, dijo Sánchez. “Nada de lo que sucede en América Latina nos es ajeno”.
En tal sentido, se apuntó por una solución pacífica del conflicto, rechazando la alternativa de la intervención militar. En esa misma dirección se ha manifestado el canciller Josep Borrell. La intervención militar es una amenaza que pende sobre Venezuela. De allí la aclaratoria de Sánchez. “Queremos que de una forma pacífica el destino de Venezuela surja del voto libre de sus ciudadanos… La posición del Gobierno ha sido clara en todo momento. No nos corresponde poner o quitar presidentes, eso le corresponde al pueblo venezolano”.