María Rodríguez (ALN).- Los directores de El Tiempo (Colombia) y El Faro (El Salvador), y el editor de La Nación (Argentina), tienen identificados los desafíos de la prensa latinoamericana. A la crisis del modelo de negocio y la revolución de las redes sociales se suma otro más propio de la región: ejercer el oficio periodístico soportando la presión de grupos de crimen organizado o el autoritarismo en países como Venezuela y Nicaragua. Estos tres directivos participaron en Washington en la Conferencia Anual de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
La prensa de América Latina convive con diversos desafíos. Unos son globales, como la crisis del modelo de negocio y la revolución de las redes sociales. Otros son más propios de la región. Es el caso de ejercer la profesión periodística de forma seria soportando la presión de grupos violentos, algunos insurgentes, vinculados en su mayoría con el negocio del narcotráfico. O de hacerlo ante regímenes donde la libertad de prensa no existe, como denuncia el sector sobre los gobiernos de Venezuela y Nicaragua.
Así lo ven tres directivos de los diarios El Tiempo (Colombia), El Faro (El Salvador) y La Nación (Argentina) que participaron en una ponencia en Washington (EEUU) sobre libertad de prensa. Esta se celebró recientemente en el marco de la Conferencia Anual de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
En cuanto al reto específico de América Latina, Roberto Pombo Holguín, director de El Tiempo, subrayó que la violencia de grupos insurgentes y no insurgentes, particularmente vinculados al narcotráfico, “ejerce una presión sobre la comunidad y sobre los periodistas de tal magnitud que hace que en determinados lugares de la geografía sea absolutamente imposible considerar que existe una prensa libre”. Todo ello pese a que “los países y los gobiernos -teóricamente- les den a los periodistas la libertad de expresarse”, puntualizó Pombo.
Dada: “La corrupción, el autoritarismo y el crimen organizado son hoy las principales amenazas para mis colegas en la región”
El director de El Tiempo también destacó la “amenaza evidente de dirigentes políticos, de presidentes con alma dictatorial, que han eliminado principios ganados por la sociedad”. En este punto citó a Venezuela y Nicaragua como “los dos casos que se han sumado a Cuba” en la prohibición de la libertad de prensa.
Carlos Dada, director fundador de El Faro, compartió en la ponencia de la CAF la visión sobre las dificultades de ejercer el periodismo en Centroamérica. Destacó que “la corrupción y el crimen organizado son las grandes amenazas para este oficio [en la subregión]”. No obstante, precisó que, aunque no lo parezca, vistas las derivas de los distintos países centroamericanos, “hoy El Salvador es más estable que Nicaragua, Honduras y Guatemala, y el más seguro de los cuatro para hacer periodismo”.
Dada criticó que la persecución a la prensa en Nicaragua obtenga “mucha menor atención de la que merece”, aunque matizó que esto se debe a la “situación de emergencia” que vive el país.
Por otro lado, el director de El Faro, afirmó que en las provincias de Guatemala y en las de Honduras es “prácticamente imposible ejercer el periodismo sin que eso signifique tu muerte”. E insistió: “La corrupción, el autoritarismo, el crimen organizado, que al final terminan siendo la misma cosa, son hoy las principales amenazas para mis colegas en la región”.
Al margen de estos desafíos está un reto global para la prensa, el de la subsistencia. Pombo destacó que el modelo económico de los medios tradicionales tiene una “altísima amenaza” a cuenta del desarrollo tecnológico, el cambio de comportamiento de los lectores y de la publicidad. No obstante, subrayó que se trata de una evolución natural y que, para reinventarse, “los periodistas tenemos que convencer con nuestro comportamiento, actitudes y unidades investigativas de que somos medios serios”.
El director de El Tiempo también recalcó que la profesión ha de hacer autocrítica. “Los periodistas nos hemos convertido en una casta cuestionadora de la sociedad. Hemos implantado la duda y la sospecha como mecanismo de relación con los poderes y la sociedad”, criticó Pombo e instó a la profesión a “bajarse del pedestal”.
Carlos Dada también se refirió al reto de la subsistencia y precisó: “Ya no es sólo el modelo de negocio [el que está en riesgo], sino la disciplina, el aporte a las sociedades”. Y añadió: “Vamos perdiendo cada vez más la plaza pública”.
Roberts: “Lo que está en riesgo es un derecho humano, el de la gente a estar informado”
A cambio, “las redes sociales han traído el reforzamiento de los prejuicios de una sociedad dividida en tribus”, precisó. Por todo ello, Dada considera que el gran desafío del ejercicio periodístico es “la relevancia”, es decir, ser relevante en un mundo plagado de información y opinión.
Carlos Reymundo Roberts, editor de La Nación, citó también las fakes news (noticias falsas) que circulan por internet, la manipulación de la sociedad en redes sociales a través de algoritmos y, de nuevo, la sustentabilidad del negocio.
“Lo que está en riesgo es un derecho humano, el de la gente a estar informado”, precisó Roberts, y añadió: “La libertad de expresión nunca fue tan grande. Ahora compite con la libertad de prensa. Lo que tiene que plantearse el mundo es que estamos yendo hacia sociedades que van a estar desinformadas”. En este punto el editor de La Nación lanzó una reflexión: si la sociedad está yendo hacia una mayor libertad de expresión, pero -lamentablemente- sin libertad de prensa.