Juan Carlos Zapata (ALN).- Ya se ha dicho que la crisis económica generada por el coronavirus ha tenido como resultado la ruptura de algunos dogmas. Los gobiernos y las instituciones multilaterales han tenido que aprobar paquetes de estímulo fiscal, de apoyo a las empresas y a las familias, impensables hasta hace unos meses. Se habla del nuevo rol del Estado. Y en este fortalecimiento del Estado, ¿quiénes ganan? ¿Gana China o gana Estados Unidos?
La tendencia es afirmar que el mundo va a ser diferente. Los expertos insisten en los cambios geopolíticos, que algunos ya están a la vista. Insisten en que el coronavirus lo que ha hecho es acelerar el proceso de la disputa mundial entre los Estados Unidos y China. Más pronto se sabrá quién se impone y quién se queda atrás.
Si se impone China el cambio es de otra característica. Tiene otra dimensión. Como lo expresa el profesor John Gray: “En lugar de que China evolucione hacia el capitalismo liberal, como aseguraban muchos observadores, resulta que son las economías occidentales las que se acercan al modelo chino”.
¿Y por qué este prestigioso experto de la London School of Economics dice eso? Por la ruptura de los dogmas. “Porque el virus ha transformado el capitalismo liberal en el capitalismo del Estado nacional”. Es lo que afirma John Gray en una entrevista concedida este domingo al diario El Mundo.
La crisis es de tal dimensión que la intervención del Estado es fundamental, prioritaria y necesaria para evitar que evolucione hacia peores escenarios como, por ejemplo, una crisis financiera global. El temor de expertos y empresarios es que el Estado se quede allí, ejerciendo el rol de dominio. Por ello, desde ahora se levantan voces desde la banca y las empresas señalando que la recuperación no es posible sin la participación de la empresa privada. Un alerta temprana para lo observado por John Gray.
Guarde este artículo, léalo otra vez cuando el coronavirus sea un recuerdo y vea si estas profecías se cumplieron
-El Estado estará omnipresente en la reconstrucción de la economía una vez que se haya contenido el virus -señala el experto.
Y es allí donde gana el modelo chino, en su opinión. “Es demasiado pronto para estar seguro sobre las implicaciones políticas pero está claro que orden mundial liberal ya no existe y no volverá”, asegura.
Es una insistencia que mantiene desde que comenzó la crisis, al prever Estados más intervencionistas. Lo que se va a imponer es el gobierno al que llama “posliberal”.
Y es que antes había dicho que el experimento liberal tocaba a su fin. Pues para contener al virus había que imponer un bloqueo económico, que es lo que ha ocurrido en el mundo. Y aunque sea un bloqueo temporal, escribió en New Statesmant, cuando ocurra el arranque de la economía, los gobiernos ya no serán los mismos, pues estarán más inclinados por el cierre de los mercados mundiales. O lo que es lo mismo: se van a imponer límites a la hiperglobalizacón. Esta tampoco va regresar. El mundo no será igual.
-El pico de la globalización ha pasado -declaró a El Mundo– y la desglobalización ha comenzado. El declive a largo plazo de un orden mundial dominado por Occidente, ahora es irreversible.
Por lo pronto, la guerra entre Estados Unidos y China ya comenzó. Según declaró el economista Jeffrey Sachs a BBC Mundo, “el propósito de EE.UU. en este momento es usar incluso esta crisis para crear una nueva Guerra Fría intencionalmente, no por accidente, por destino o por resignación a la realidad, sino por intención. Porque China se estaba volviendo demasiado poderosa a los ojos de estos nacionalistas y neoconservadores. Entonces estamos probando de nuevo el libro de juegos de 1947: como contuvimos a la Unión Soviética vamos a contener a China. Lo encuentro peligroso y ridículo, pero especialmente peligroso”.