Luis Azócar (ALN).- La ética periodística obliga a tener compromiso con la verdad. La delgada línea que separa el bien del mal hay que saber identificar y equilibrar. No se debe ni puede utilizar un medio de comunicación social para atacar, denostar e ir contra una persona pública o privada.
Sin embargo, El Tigre tiene un largo historial de esa mala praxis de comunicadores sociales que creen poseer el monopolio de la verdad y utilizar sus canales comunicacionales como arma letal contra la moral de las personas a las cuales no logran doblegar y chantajear. A los tipos de orgullo indomable le descargan toda la artillería pesada sin el menor miramiento. O aflojas y te sometes o te destruyo.
Hago estás consideraciones porque he visto con preocupación que los victimarios saltan con pasmosa facilidad de victimarios a víctimas. Es el caso de un presunto diario digital conocido en El Tigre como «El Mentirazo». Resulta que su línea editorial, si eso se puede llamar línea editorial, es intentar sabotear la gestión del mejor alcalde de Venezuela cuando publica notas diciendo al comercio que no cancele los impuestos, cuando se burla de un símbolo patrio como la bandera pintada más grande de Venezuela escribiendo textos asegurando que está pintada con tempera e intenta cegarse ante las realidades que se ven en la ciudad como por ejemplo la limpieza la cual envidio porque en la zona norte donde resido la suciedad y anarquía están a la orden del día.
Tolerancia máxima
La orden parece ser «hay que acabar a Paraqueima para que vuelva uno de los anteriores alcaldes a los cuales le silenciamos sus desastres porque son generosos con nuestro bolsillo». Un caso digno para el programa «Nuestro Insólito Universo».
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Lo más insólito es que el alcalde Paraqueima ha tenido una tolerancia máxima pero sus seguidores que son la inmensa mayoría de los tigrenses ya no soportan las mentiras de «El Mentirazo» y publican memes dejando al descubierto la falsedad y la hipocresía de quienes apelan a su ética sesgada, parcializada y chantajista para venderse como las santas madres de Calcuta y presentarse en ese momento como víctimas.
Paraqueima «se está defendiendo»
Lo bueno de todo este rollo que pretenden convertir en un escándalo nacional por acoso y hostigamiento es lo que precisamente el alcalde Paraqueima ha tenido que soportar con estoicismo y en adelante cuando procede a defenderse lo pretenden presentar como el villano cuando todos en El Tigre están claros que es la víctima de «El Mentirazo».
Es tanta la mentira de «El Mentirazo» que busca presentar como acoso y hostigamiento, la legítima defensa. Lo veo, lo cuento porque recojo la opinión de mis amigos y compañeros de El Tigre, los cuales me dicen «Luis, quieren liquidar a Paraqueima para que El Tigre retroceda a tiempos tenebrosos, pero no podrán porque al fin Paraqueima se está defendiendo de tanta infamia y seguro los pondrá en su lugar». Ay, papá.