Leticia Núñez (ALN).- El intercambio de bienes entre América Latina y el Caribe y China ascendió a 266.000 millones de dólares en 2017, un 16% más que en 2016, según datos de la CEPAL. La institución dependiente de Naciones Unidas habla de una “fuerte” recuperación después de tres años de bajadas. No le falta razón: la cifra es ligeramente inferior al máximo histórico de 268.000 millones de dólares registrado en 2013. Ahora, la meta es alcanzar los 500.000 millones en 2025.
En 2017, Latinoamérica dejó atrás la etapa de lenta expansión de la economía. También se quitó de encima otro lastre al romper con la racha de tres años consecutivos de caídas en el comercio con China. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el intercambio de bienes entre la región y Pekín ascendió a 266.000 millones de dólares el año pasado, un 16% más que en 2016.
La cifra es ligeramente inferior al máximo histórico de 268.000 millones de dólares, alcanzado en 2013. “Es una importante recuperación después de un periodo en el que se produjo una contracción acumulada del 14% en el valor del intercambio bilateral”, destaca la institución en un documento titulado Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe y China.
En este sentido, la CEPAL califica como “notable” la recuperación del valor de los envíos de bienes de América Latina a China, cuya expansión fue del 25% en 2017, gracias, sobre todo, a la subida de los precios del petróleo y de otros productos básicos.
No obstante, la relación comercial entre ambas es “persistentemente deficitaria” para Latinoamérica y el Caribe. De hecho, la CEPAL pronostica que el déficit para 2017 es cercano a los 67.000 millones de dólares.
“Es una importante recuperación después de un periodo en el que se produjo una contracción acumulada del 14%”
En 2017, China fue el destino del 10% de las exportaciones latinoamericanas y el origen del 18% de sus importaciones. Por su parte, el peso de América Latina y el Caribe en el comercio exterior de China alcanzó su máximo en 2011, cuando la región representó el 6,5% de las exportaciones y el 7,5% de las importaciones del gigante asiático. Desde entonces, la cifra ha caído, llegando al 5,4% de las exportaciones y el 6,4% de las importaciones en 2016.
Pese a que casi todos los países latinoamericanos y caribeños presentan un déficit en su comercio con China, Brasil, Chile, Venezuela y Perú son las excepciones. La CEPAL habla de un patrón “muy distinto” en Suramérica. Y es que esta subregión tiene un saldo comercial global con Pekín cercano al equilibrio.
Brasil es el que mayor superávit registra, 11.770 millones de euros en 2016, por delante de Venezuela (3.044 millones de dólares), de Chile (2.919 millones de dólares) y de Perú (240 millones). Según la CEPAL, “en todos los casos, dichos superávits se generan gracias a las ventas de un número reducido de productos primarios”.
En el otro extremo se ubica México, cuyo déficit comercial con China fue de 64.109 millones de dólares, lo que equivale a dos tercios del déficit de todos los países latinoamericanos deficitarios en su intercambio con Pekín. En 2016, sólo el 1,4% de las exportaciones mexicanas se dirigieron a China, mientras que el 18% de sus importaciones provinieron de la nación asiática.
“Exportamos sólo cinco productos básicos”
Finalmente, la CEPAL destaca que la diversificación de la canasta exportadora a China sigue siendo una asignatura pendiente para Latinoamérica. “Exportamos sólo cinco productos básicos en 2017, representando el 70% del valor total de los envíos”, detalló Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva del organismo, en la presentación del documento.
Esos productos básicos son porotos de soja, mineral de hierro, mineral de cobre, cobre refinado y petróleo. El informe detalla que la canasta de exportaciones de Latinoamérica hacia China es mucho menos sofisticada que sus envíos hacia el resto del mundo. En 2016, los productos primarios representaron el 72% del valor de las ventas al país asiático, frente a un 27% en el caso de sus intercambios comerciales con el resto del mundo. Las manufacturas de tecnología baja, media y alta sólo fueron un 8% de las exportaciones latinoamericanas a China, frente a un 57% al resto del mundo.
El próximo paso ya está fijado: alcanzar un intercambio comercial de 500.000 millones de dólares en el año 2025. Así se estableció en la primera reunión del Foro CELAC-China y así lo ha recordado Bárcena.