Daniel Gómez (ALN).- Doha, Dubai, Miami, Estambul, Nueva York… El chef turco Nusret Gökçe sólo trabaja en las mejores plazas. Y con los mejores clientes. Algunos de los más famosos son Leonardo DiCaprio, Cristiano Ronaldo y Nicolás Maduro. Sobre este último ha surgido mucha polémica. Tanta que recuerda a un episodio que Gökçe sufrió hace un año relacionado con otro dictador latinoamericano: Fidel Castro.
El chef turco Nusret Gökçe tiene 35 años y una historia de película. Sus padres eran tan pobres que ni siquiera pudieron pagarle la escuela. A los cinco años abandonó el colegio y cuando cumplió 14, se puso a trabajar como aprendiz de carnicero en Estambul.
Su pasión por la carne lo llevó hasta Argentina, un país de carnívoros. En 2009 trabajó en un restaurante de Buenos Aires entre churrascos y entrañas, y un año después regresó a Turquía para montar un negocio propio.
Aquel primer local tenía ocho mesas, 10 empleados y se ubicaba en el barrio Etiler de la capital. Al restaurante lo llamó Nusret, que luego también fue el nombre de su popular cadena, presente en varias zonas de Turquía, Doha, Dubai, Miami y Nueva York.
En el restaurante de este chef turco han comido personalidades de todo tipo. Desde el actor californiano Leonado DiCaprio hasta el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Este fue su último gran cliente. El propio Gökçe compartió una publicación en la que se veía al mandatario y a su esposa, la ‘primera combatiente’, Cilia Flores, disfrutar de lo lindo en el restaurante. Divirtió tanto al tirano que no pudo contener las palabras. «Esto es sólo una vez en la vida, ¿verdad?», le dijo a su esposa (Leer más: La pasión turca de Maduro y Flores incendia Venezuela).
El post de Maduro, colgado en la cuenta de Instagram del chef, apenas duró unas horas. Lo borró ante la cantidad de críticas recibidas. La gente no soportaba la opulencia de un mandatario que tiene un país en ruinas.
En la publicación de Gökçe se ven cinco vídeos de Maduro que lo muestran degustando caras piezas de carne y saboreando un habano que el chef le entregó en una caja bañada en oro, la cual llevaba el nombre del presidente. Y a causa de ese detalle, vuelve a salir a la luz uno de los episodios más criticados en la vida del chef. El escenario también fue Instagram, y los protagonistas son, otra vez, un puro y un tirano.
Reveló Miami Herald que cuatro días después de la muerte del dictador cubano Fidel Castro, Gökçe publicó una foto suya ataviado con una boina negra con el logotipo de su restaurante mientras fumaba un puro. Imitaba el cuadro que tenía detrás. Una instantánea de Castro a gran tamaño fumando un habano. Las críticas al chef le llovieron desde todos los frentes, por lo que también borró la publicación.
¿De dónde nace el imperio del chef turco?
Hubo un tiempo en el que Gökçe no tenía clientes famosos. Con el primer restaurante de Estambul apenas sobrevivía hasta que un día acudió el empresario Ferit Sahenk. Comió allí y le gustó tanto que decidió financiarlo. Eso permitió al chef llevar su negocio a lugares tan exclusivos como Doha y Dubai.
Así se dio a conocer entre las élites, pero su salto al gran público llegó más tarde. El 7 de enero de 2017 colgó en Instagram el vídeo que lo proyectó a la fama. Luego de unos bailes al ritmo del cuchillo, Gökçe toma un buen puñado de sal gruesa con los dedos, contrae bíceps, pega la mano al hombro, y esparce la sal mientras esta choca en su antebrazo. Como si de una cascada se tratase.
Entonces la fama lo golpeó. El vídeo circulaba por las redes sociales. Se creaban memes. Y llegó el detonante: el cantante estadounidense Bruno Mars compartió una foto en uno de los restaurantes de Gökçe.
A partir de entonces, todos los famosos han acudido a él. Hasta estuvo con los futbolistas del Real Madrid cuando ganaron la decimotercera Copa de Europa en Kiev. De ese día tiene imágenes con Cristiano Ronaldo, quien también ha sido su cliente.
Pero hablando de clientes, sólo uno disfrutó más que Maduro, y fue uno que se declaró “soldado” de Maduro: el futbolista Diego Armando Maradona. El vídeo del argentino exaltado de placer por el show de Gökçe también dio la vuelta al mundo. Y ese no lo borró.