Daniel Gómez (ALN).- El caso de los cuadernos de las coimas en Argentina llega hasta Venezuela. Las declaraciones de Claudio Uberti, hombre fuerte del kirchnerismo y “embajador paralelo” en Caracas, aportan pistas sobre la oscura (y multimillonaria) relación que mantuvieron los gobiernos de Hugo Chávez y Néstor Kirchner.
El chófer Óscar Centeno abrió la caja de los truenos en Argentina, y tal es la magnitud de la tormenta, que alcanza hasta Venezuela. Salen pistas, datos y testimonios que despejan los sombríos negocios entre el chavismo y el kirchnerismo. Un intercambio que, calculan, supera los 10.000 millones de dólares.
Centeno trabajó una década como chófer de Roberto Baratta, más conocido como “el intermediario” entre el Ministerio argentino de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de Julio De Vido y los empresarios en el kirchnerismo.
En ocho cuadernos manuscritos, Centeno detalló los supuestos viajes que en 10 años hizo para Baratta con bolsos cargados de dólares. Dinero para sobornar a los constructores que financiaban el gobierno de Néstor Kirchner.
Esos cuadernos, luego de pasar por las oficinas del diario argentino La Nación, fueron entregados al juezClaudio Bonadio. Con él estalló un caso en el que ya hay una docena de exaltos cargos y empresarios presos. Imputados cuya pena se les rebajará si declaran ante la justicia.
Eso es justo lo que ha hecho Claudio Uberti, exresponsable del Órgano de Control de Concesiones Viales. Los testimonios revelan cómo a través de bolsos con dinero, valijas de diferentes tamaños, bóvedas y vuelos a la ciudad argentina de Río Gallegos, Kirchner -y también su esposa, Cristina Fernández– cobraban sobornos. Algunos llegados desde Venezuela.
Un embajador paralelo en Caracas
La declaración de Uberti, quien llegó a decir que el día de la muerte de Néstor Kirchner aparecieron 60 millones de dólares en un apartamento del expresidente, también saca a la luz un viejo caso que vincula a Claudio Uberti con los negocios entre el kirchnerismo y el chavismo. Lo recuerda La Nación en un reportaje de este miércoles.
Ahí se cuenta cómo Uberti, además de recaudador de los sobornos de las empresas viales, era “el embajador paralelo” para las relaciones con Venezuela. Así lo quiso Kirchner, quien no midió el choque de poder que luego se produciría con el embajador de la Cancillería en Caracas, Eduardo Sadous.
“Sin saber que metía sus dedos en un enchufe del poder, Sadous llegó a enviar un cable diplomático secreto alPalacio San Martín donde informó sobre los movimientos de Uberti en Venezuela y el ruido que lo rodeaba. Peor aún, incluyó en su texto la palabra ‘corrupción’. ¿Conclusión? Uberti continuó con las suyas, mientras que la Cancillería convocó a Sadous a Buenos Aires, de donde nunca más salió durante el kirchnerismo. Peor aún, el entonces ministro Julio De Vido lo acusó de falso testimonio, cargo por el que debe afrontar un juicio oral”, detalla el periodista de La Nación Hugo Alconada.
Sadous habló sobre el entramado de corrupción entre Argentina y PDVSA este martes en una entrevista conClarín. Asegura que jamás vio a nadie pagar una coima, pero sí sabe, por lo oído en las conversaciones de los empresarios que exportaban a Venezuela, que se pagaron coimas.
Estos sobornos pasaban por un fideicomiso bilateral ideado por el exministro De Vido y que en Caracas gestionaba Petróleos de Venezuela (PDVSA) bajo la dirección de Rafael Ramírez. Un entramado por el que se llegaron a perder 90 millones de dólares.
“El fideicomiso lo manejaba PDVSA y entonces con la autorización del Ministerio de Planificación, Argentina depositaba el pago por el fuel oil que se compraba a Venezuela, mientras que éstos compraban bienes y servicios argentinos. El dinero del fuel oil se ponía en una empresa de PDVSA en Nueva York”.
Sadous informó de este entramado en enero de 2005. Entonces fue explícito y mencionó la corrupción. Por eso el kirchnerismo lo sacó de Caracas. “Yo informé que habían desaparecido 90 millones de dólares de las cuentas de Nueva York cuando lo trajeron a Caracas, lo vendieron en el mercado negro de dólares y luego pusieron esa plata en el mercado oficial, donde se hicieron de una diferencia de 14 millones de dólares. Esto fue en enero de 2005 y fue lo que motivó mi reemplazo por Nilda Garré”, dijo Sadous en la entrevista con Clarín.
El caso Antonini
Mientras esto ocurría, Uberti seguía como “embajador paralelo”. Así ocurrió hasta 2007. El 4 agosto de ese año,Guido Antonini Wilson, un empresario venezolano-estadounidense, llegó a Argentina con una maleta con 790.550 dólares que no había declarado a su llegada.
El caso tuvo una amplia repercusión mediática ya que esa valija de dinero coincidió con la campaña presidencial de Cristina Fernández. Uberti, quien fue defenestrado como embajador ese día, se portó como un soldado fiel y no cantó nada.
Ni siquiera cantó cuando la Justicia de Estados Unidos se involucró en el caso Antonini y condenó a tres venezolanos y un uruguayo por trabajar para el régimen chavista. Ni siquiera cuando el propio Antonini confirmó que, en ese vuelo, como había revelado La Nación, otros 4,2 millones de dólares habían sorteado los controles del Aeroparque argentino.
Pero llegó el día en que Uberti se vengó. “Esta cuestión no era ajena a la señora de Kirchner, que presenciaba los transportes”, declaró ante la justicia argentina.
Sobornos de Technit
Se vengó hablando del caso Antonini y de los negocios del gigante químico Technit con Venezuela. El imputado hizo alusión a las declaraciones que Luis Betnaza, director de la empresa, dio a la justicia la semana pasada.
Betnaza reconoció “estar cansado” de lidiar con corruptelas de “gobiernos de todo tipo”, reseñó el diario Infobae. Una de las corruptelas a las que se refirió fue la que afectó a Tecnhit en Venezuela.
Sidor y Tavsa, filiales venezolanas de la empresa, tuvieron problemas con el gobierno de Chávez a partir de 2005. Betnaza sostuvo que en Venezuela hubo personal de la empresa amenazado, micros quemados y que en abril de 2008 Sidor fue nacionalizada. Ante eso, pidieron ayuda al gobierno de Cristina Fernández.
En una cena en la que participaron miembros del Ministerio de Planificación Federal, tales como el ministro De Vido, “el intermediador” Baratta, así como el propio Uberti, Betnaza tuvo una visita de este último funcionario.
“Después de una cena muy amigable, al día siguiente, se me acerca Uberti y me manifiesta el enojo del presidente Kirchner, alegando que la empresa no contribuía económicamente con el Gobierno. Él dijo ‘ustedes no aportan nunca nada y el presidente Kirchner está muy enojado’. Mi respuesta fue ‘el grupo Technit no hace negocios, nunca, con la política’”, relató de acuerdo a lo publicado por Infobae.
Respecto a esta declaración, Uberti confirmó que, efectivamente, Betnaza le dijo que no. Pero que tras ese no, sucedieron cosas que incriminan al directivo de Technit. “Betnaza me dijo que Technit no, de un modo coloquial. Luego, Kirchner me encomendó que buscara a Technit. Me comuniqué con Betnaza y me presenté en su oficina en la calle Della Paolera, en esa ocasión me entregó 100.000 dólares, y me dijo que era para Kirchner. Eso se repitió entre cinco y seis veces. En esas oportunidades me lo entregó Betnaza personalmente, luego me pedía que bajara a otro piso, que me lo iba a entregar otra persona. Esos paquetes de dinero se los entregué directamente a Kirchner”.
Paolo Rocca, número uno de Technit, habló este jueves en el Encuentro Anual de la Asociación Empresaria Argentina y se refirió a este escándalo que le salpica. “Fuimos conscientes de lo que pasaba. Pero no fuimos ni cómplices, ni partícipes”, destacó el empresario.
“Operábamos en Venezuela la mayor siderúrgica de América Latina. En los últimos años, desde 2007, el hostigamiento de Chávez fue cada vez más fuerte, hasta que decidió la expropiación. Fue complejo, con amenazas, con violencia. La retirada que tuvimos que hacer entre abril y diciembre de 2008 fue complicada, con un período de militarización de la empresa, más la repatriación de nuestra gente. Con esta exigencia, Betnaza accedió a un apoyo entre abril y diciembre. Fue antes de la compensación por Sidor. Al final se llegó a un acuerdo. El pago se realizó en los años sucesivos. Fue un trauma enorme, pero es lo que pasó. Actuamos para defender a nuestra gente, y en este contexto se dio lo que han leído”, explicó en declaraciones reseñadas por Clarín.
Con el caso de los cuadernos en manos de la justicia, se empiezan a aclarar los oscuros negocios entre el chavismo y el kirchnerismo. Un intercambio calculado por la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela en un informe de 2016 al que tuvo acceso el diario Clarín.
Ahí es donde se dice que los intercambios entre Argentina y Venezuela totalizaron más de 10.000 millones de dólares, que el intercambio de coimas entre ambos gobiernos llegó hasta los 3.101 millones de dólares en una década.
Los negocios entre el chavismo y el kirchenirsmo
*Con datos de la Comisión Permanente de Contraloría de la AN reseñados por Clarín:
– 10.655 millones de dólares suma el total de los ilícitos entre Argentina y Venezuela.
– 3.101 millones de dólares de sobornos pagados entre 2002-2014.
– 90 millones de dólares perdidos entre ambos Estados por medio de un fideicomiso bilateral creador por el exministro Julio De Vido.
– 4,3 millones de dólares perdidos por el intercambio comercial de aluminio entre Venezuela y Argentina.
– 61,9 millones de dólares perdidos por los sobreprecios en la venta de arroz argentino al mercado venezolano que acaparó la empresa Bioart, que reveló Clarín y que se conoce como el “arrozgate”.
– 135 millones de dólares que se esfumaron por una presunta trama de sobreprecios en pollo y leche vendidos a Venezuela.
– 5.600 millones de dólares por la venta de bonos de la deuda pública argentina a Venezuela sin control alguno “y presentado por el kirchnerismo como un caso de solidaridad venezolana en medio de los problemas de financiamiento argentino”.
– Con 5 millones de dólares financió PDVSA al Gobierno argentino.
– 182 millones en sobreprecios por la repotenciación de la Central Hidroeléctrica Macagua I en Venezuela.
– 300.000 dólares perdidos por el incumplimiento del contrato por parte de Impsa Argentina en la construcción del Parque de Generación Eólica La Guajira, que no se hizo.
– 1.100 millones de dólares por el incumplimiento de contrato por parte de Impsa Argentina en la construcción de la Central Hidroeléctrica en Tocoma que nunca se terminó.
Nombres clave en la trama de los cuadernos que afecta a Venezuela
– Julio De Vido, exministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, el Ministerio por el que se orquestaba la trama de coimas.
– Roberto Baratta, el intermediario entre el ministerio de Julio De Vido y los empresarios.
– Claudio Uberti, “embajador paralelo” en Venezuela y el primer imputado que empieza a hablar.
– Eduardo Sadous, embajador argentino en Venezuela que el kirchnerismo sacó de Caracas cuando denunció las corruptelas del fideicomiso.
– Nilda Garré, embajadora en Caracas tras la destitución de Sadous.
– Rafael Ramírez, presidente de PDVSA entre 2004 y 2014, por lo que era el responsable de la petrolera en el escándalo denunciado por Sadous en 2005.
– Guido Antonini Wilson, empresario venezolano-estadounidense que transportó la valija con presuntas coimas para la campaña de Cristina Fernández.
– Luis Betnaza, director corporativo de Technit, implicada en la trama de los cuadernos y su derivada en Venezuela.