Leticia Núñez (ALN).- El chavismo se hace daño a sí mismo. Desde que la fiscal general se salió del guión y criticó la “ruptura del orden constitucional” en Venezuela, se ha producido un sinfín de acusaciones mutuas sobre corrupción con el gobierno de Nicolás Maduro. Denuncias entre figuras importantes de quienes forman parte del mismo proyecto. Hoy, mientras el toma y dame entre chavistas alcanza niveles de vértigo, cobran fuerza las voces de quienes vienen calificando este sistema de corrupto.
Luisa Ortega Díaz fue nombrada fiscal general de Venezuela en 2007 por una Asamblea Nacional de mayoría chavista. Una década más tarde, en agosto de 2017, fue despojada de su cargo por la también chavista Asamblea Nacional Constituyente, cuyos miembros la acusan de traición. Fue el pasado 31 de marzo cuando la fiscal alzó la voz para hablar de “ruptura del orden constitucional” en Venezuela y de “violaciones y desconocimiento del modelo de Estado consagrado en nuestra Constitución”. Ahí se fraguó la ruptura con el régimen de Nicolás Maduro. Ahí comenzó un intercambio de acusaciones entre figuras importantes del mismo gobierno. Hoy todos se hacen daño. El chavismo se hace daño a sí mismo.
Ahora, Ortega Díaz está considerada como la principal voz crítica contra el gobierno. Se salió del carril y empezó el choque. Los cinco meses que han transcurrido desde aquellas declaraciones no han sido sino un campo de batalla en el que ambas partes han intercambiado acusaciones. Fuego cruzado entre antiguos compañeros. Y mientras se producen las descalificaciones, retumban con fuerza las voces parlamentarias y de oposición, de expertos e investigaciones periodísticas que calificaron al chavismo como “genéticamente corrupto”.
El toma y dame entre el Gobierno y la fiscal ha escalado hasta alcanzar niveles de vértigo. El último encontronazo tuvo lugar este miércoles. Ortega Díaz dijo que tiene “pruebas en el caso Odebrecht que comprometen a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y otros”. Sin embargo, no especificó cuáles.
La fiscal: “No podemos pedir un comportamiento legal y pacífico a los ciudadanos si el Estado toma decisiones que no están de acuerdo a la ley”
La respuesta de Cabello, expresidente de la Asamblea Nacional y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), no se hizo esperar. “¿Por qué no investigaste cuando eras fiscal, mi reina? Pareciera que está loca”, dijo en su programa de televisión. Es la gran crítica que le hacen a Ortega Díaz desde todos los sectores, oficialistas y opositores: dice tener los expedientes, pero no se movió. Sin embargo, ella ha alegado que “en Venezuela es imposible que se investigue cualquier caso de corrupción porque no hay justicia”.
Asimismo, Cabello aseguró que “la cuenta” de Ortega no cuadra, pues según la delación de Marcelo Odebrecht los supuestos sobornos que la compañía pagó a Venezuela ascienden a 98 millones de dólares (83 millones de euros) y ella afirmó que sólo al propio Cabello le dieron 100 millones de dólares a través de una empresa domiciliada en España, TSE Arietis, cuyos propietarios, siempre según la fiscal, son dos primos del político: Luis Alfredo Campos Cabello y Nelson Jesús Campos Cabello. Lo que Diosdado Cabello parece obviar es que las investigaciones continúan y la cifra original podría quedarse corta.
En esta misma línea, el fiscal designado por la Constituyente de Maduro, Tarek William Saab, respondió a las acusaciones de Ortega Díaz con más acusaciones. Ella dijo que Saab posee seis expedientes por corrupción en Venezuela, relacionados con el desfalco de la petrolera estatal PDVSA, y él contestó culpándola de “negligencia por sobreseimiento en casos de corrupción y tráfico de drogas durante su gestión en el Ministerio Público”.
Además, Saab acusó a Ortega de participar en una banda de extorsión. “El 80% de las causas abiertas de Cencoex [Centro Nacional de Comercio Exterior] fueron sobreseídas, es decir, los presuntos responsables, implicados, investigados, fueron liberados (…) y apenas un 20% de personas naturales, insignificantes, quedaron como acusados”, indicó. En su opinión, Ortega Díaz “protegió a las grandes empresas, a los grandes comercios que desfalcaron al país”.
Y no sólo eso. También la acusó de ser la “autora intelectual” de los muertos y heridos que han dejado las manifestaciones contra el gobierno de Maduro en los últimos meses. Según el portal venezolano RunRunes, ya se superan los 150 fallecidos.
Cabello a la fiscal destituida: “¿Por qué no investigaste cuando eras fiscal, mi reina?”
Finalmente, Saab sostuvo que el esposo de Ortega, el diputado oficialista Germán Ferrer, encabeza una trama de sobornos en la Fiscalía, por lo que pidió a la Constituyente despojarlo de su inmunidad parlamentaria y ordenó su detención.
Antes de huir de Venezuela, lo que sí hizo Ortega Díaz fue revelar los nombres de las dos primeras implicadas en Odebrecht: María Baptista y Elita Zacaritas, la mujer y la suegra de Haiman El Troudi, exministro de Maduro y de Hugo Chávez.
Maduro: “Nunca imaginé una traición tan grande”
Por su parte, Nicolás Maduro anunció que solicitará a Interpol la “captura internacional” de la fiscal a la que destituyó. “Andas con la oligarquía colombiana, con los golpistas brasileños”, agregó el mandatario en referencia a los destinos que ha visitado Ortega Díaz tras huir de Venezuela.
Tras señalar que “nunca” se imaginó “una traición tan grande como esta”, Maduro acusó a la fiscal de haber bloqueado investigaciones de supuestos casos de corrupción que él habría ordenado sobre algunas empresas vinculadas con la Faja Petrolífera del Orinoco. “Cuando informamos a la Fiscalía, ¿qué hizo? Ahora ya lo sabemos, avisó a los corruptos, se fueron del país, les cobró millones de dólares con los cuales abrieron cuentas en el exterior, en paraísos fiscales del Caribe”, denunció en una entrevista con la cadena de televisión Televen.
A lo largo de estos cinco meses han sido múltiples las acusaciones que el mandatario ha dirigido contra la fiscal, como liderar a los sectores que se oponían a la formación de la Constituyente, dirigir un golpe de Estado en su contra y “acompañar a terroristas”, así como “destruir la moral forjada a lo largo de estos años para garantizar la paz, la estabilidad política y el desarrollo del país”.
Acusan a la fiscal de “faltas graves en el ejercicio de su cargo”
Pero no sólo eso. En pleno choque institucional entre el gobierno de Maduro y la opositora Asamblea Nacional, se sumó el enfrentamiento entre la Fiscalía General y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) después de que éste admitiera a trámite una solicitud del diputado oficialista Pedro Carreño para enjuiciar a Ortega Díaz por “la presunta comisión de faltas graves en el ejercicio de su cargo”.
Carreño argumentó que la fiscal defenestrada “ha atentado, lesionado o amenazado la ética pública y la moral administrativa” y ella calificó la aceptación del TSJ como “grotesca”. Acusó al Gobierno de haber “anulado al Poder Legislativo” y de querer “anular cualquier disidencia política que aparezca”.
La fiscal habla de “terrorismo de Estado”
Y es que a pesar de que la fiscal general se convirtió en marzo en la más alta funcionaria del Estado venezolano que criticó la usurpación de las competencias de la Asamblea Nacional, hasta ese momento Ortega era considerada como “una pieza clave del entramado de altos funcionarios afines de los que se vale el Gobierno para controlar el sistema de justicia del país”, como publicó la cadena británica BBC citando fuentes críticas con el régimen.
Comenzó a trabajar en el Ministerio Público en el año 2002, fue nombrada fiscal en 2007, cuando el chavismo controlaba el Parlamento y la oposición no tenía presencia. Posteriormente fue ratificada en 2014 por una nueva Asamblea Nacional en la que el Gobierno no tenía la mayoría absoluta de dos tercios necesaria, lo que generó protestas y llevó a la oposición a hablar de “un abuso a la Constitución”.
Sin embargo, una vez alertó de la “ruptura del orden constitucional” el pasado marzo, las denuncias de Ortega Díaz no han cesado. Acusó de violaciones de derechos humanos, condenó y no reconoció la Asamblea Constituyente y culpó al Gobierno de una “ambición dictatorial”.
Estas son algunas de las acusaciones de Ortega Díaz contra el régimen de Maduro:
– “Estamos ante un delito de lesa humanidad que se ha venido cometiendo de manera sistemática y sostenida desde la convocatoria de la Constituyente presidencial”.
– El 28 de junio fue más allá al denunciar la existencia de “terrorismo de Estado” por parte de la actual administración y se declaró dispuesta a dar la vida para defender la Constitución que la Constituyente va a reformar.
– También mostró su “preocupación” por que haya civiles que estén siendo juzgados por tribunales militares.
– En mayo, tras una nueva jornada de protestas en Venezuela, Ortega Díaz aseguró en una entrevista con el diario estadounidense The Wall Street Journal: “No podemos pedir un comportamiento legal y pacífico a los ciudadanos si el Estado toma decisiones que no están de acuerdo a la ley”.
– En una conferencia que ofreció en marzo, Ortega Díaz dejó claro que no se podía utilizar a las fuerzas del orden para disparar directamente sobre manifestantes. Aún no se había distanciado del Gobierno y ya usó la palabra “represión”.
– La última acusación llegó este miércoles. Según la versión de la fiscal destituida, Maduro sería dueño de una empresa mexicana contratada por el Estado venezolano para la distribución de alimentos, las denominadas bolsas CLAP (de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción). “Se presume que es del presidente de la República, Nicolás Maduro. Los propietarios son Rodolfo Reyes, Álvaro Pulido Vargas y Alex Saab”, señaló.