Juan Carlos Zapata (ALN).- En la negociación no importa tanto la metodología como el objetivo. Qué es lo que se quiere. Y en este caso, el caso Venezuela, hay dos objetivos que parecen irreconciliables. El primero es que Nicolás Maduro quiere sentarse a plantear un mecanismo de mediano plazo que le permita mantenerse en el poder. El segundo, la oposición plantea uno a corto a plazo en el que no esté Maduro en el poder.
Quien habla es el diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela, Ángel Medina. Como es sabido, Maduro ha dicho que es partidario del diálogo. Sin embargo, su planteamiento es que primero elecciones parlamentarias antes que presidenciales. De hecho, este lunes realizó la proposición formal. O desde su entorno llega la otra propuesta: elecciones para la Presidencia pero con Maduro en el poder. En la oposición, por el contrario, se ratifica la ruta de Juan Guaidó: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
En su más reciente análisis para ALnavío, Moisés Naím observa que sería “ingenuo” creer que en Venezuela “es posible evitar el diálogo político” de manera indefinida. Es lo que también apunta Medina. Aunque resalta ese aspecto, los objetivos discordantes, que hace más difícil la tarea para los negociadores y los mediadores
Medina se pregunta cómo acercar esas posiciones. Y eso es lo que está en el escenario. Pues, como lo ha adelantado el diario ALnavío, ya las partes están conformes con que hay que negociar. De hecho, en la oposición las posturas se alinean en torno a lo dicho por Guaidó. La oposición considera que ahora cuenta con mayores fortalezas para negociar. La mediación noruega, que comenzó a transitar esta nueva propuesta de negociación desde enero, contará con el respaldo del Grupo Internacional de Contacto de la Unión Europea. Estados Unidos también respalda esta iniciativa porque todas las opciones están sobre la mesa. De modo que cabe la pregunta del diputado Medina: ¿Cuál es el objetivo de las reuniones? ¿O será posible encontrar un punto medio?
Medina tiene un parámetro de observación. No duda de la capacidad mediadora de los noruegos. Este mismo equipo viene de anotarse el éxito con la experiencia de la paz pactada entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos. Pero aquí está el punto. Tanto las FARC como el Gobierno de Colombia coincidían en el objetivo: la paz. Ambos bandos querían la paz. El problema era cómo lograrlo. Y aun con eso, y aun a pesar de ello, en alcanzar los acuerdos invirtieron al menos 5 años. Esto obliga a ver hacia Venezuela. Las partes piensan cosas distintas. Desalojar o mantenerse en el poder. De modo que el caso venezolano empieza siendo más complejo que el colombiano.
-Los noruegos esta vez lo tienen más complicado –señala Medina.
Hay que recordar que el equipo de Juan Guaidó lo integran el exministro Fernando Martínez Mottola, el exdiputado Gerardo Blyde y el segundo Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González. El de Nicolás Maduro lo integran el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez.
Esta es la cuarta vez que chavismo y oposición van a diálogo o negociación, con Hugo Chávez y con Maduro. Hasta el momento, favorecieron a ambos mandatarios: ganaron tiempo en distintas crisis. En su más reciente análisis para ALnavío, Moisés Naím observa que sería “ingenuo” creer que en Venezuela “es posible evitar el diálogo político” de manera indefinida. Es lo que también apunta Medina. Aunque resalta ese aspecto, los objetivos discordantes, que hace más difícil la tarea para los negociadores y los mediadores.
En Colombia, el conflicto llevaba medio siglo. En Venezuela, 20 años. Las FARC se sentían derrotadas. Pero cómo encajaban esa realidad. En Venezuela, Maduro todavía cree que se sostiene, y que el país saldrá adelante bajo su liderazgo. Si a las FARC y a Juan Manuel Santos les tocó negociar por 5 años con objetivos coincidentes, ¿cuánto será el tiempo que requerirá Venezuela?
Dice Medina que el país no resiste 5 años. Parecida cosa es lo que afirma Naím cuando se refiere al costo de mantener el statu quo actual. “Significa la muerte de decenas de miles de personas, más millones de refugiados venezolanos en otros países y la profundización de la crisis humanitaria”.
Exclusiva: Ya hay acuerdo para continuar las negociaciones entre Guaidó y Maduro
Para Medina el caso venezolano es más complejo. Porque no se trata de un proceso aislado. Es una crisis total. No es económica ni política. Es una crisis que lo engloba todo. “La solución empieza por la política pero resolver la política no lo resuelve todo”, afirma.
Dice Medina que la reunión en Oslo, Noruega, es una respuesta a lo que ocurrió el 30 de abril. Se ha retomado la política. Y que sea la política la que resuelva la crisis. “Y no importa cómo haya arrancado sino cómo termine”, señala.
-El final nadie lo escribe. Nadie lo diseña previamente. Las primeras conferencias que se hicieron para conjurar la crisis en Siria fueron muy elaboradas y, sin embargo, terminaron en nada. Esto ha comenzado con un encuentro sencillo. Veamos cómo sigue.