Daniel Gómez (ALN).- Quiso mantener el perfil bajo, pero no pudo. Luego de su triunfo en las primarias, Alberto Fernández es el claro favorito para alcanzar la Presidencia de Argentina en las presidenciales de octubre. Por eso colapsó la Universidad Camilo José Cela de Madrid, donde es profesor desde hace una década. Quiso dar su clase con normalidad. Se negó a ampliar el auditorio. La universidad se lo propuso porque recibió 300 llamadas de gente interesada en asistir. Pero Fernández no quiso, confirma un profesor al diario ALnavío.
Quién lo diría. Alberto Fernández, el candidato a la Presidencia de Argentina, compañero de fórmula de Cristina Fernández, lleva 10 años como profesor invitado de un máster de comunicación política de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Fuera de Argentina era prácticamente un desconocido. Y lo era hasta a principios de agosto, cuando le sacó 15 puntos de ventaja al presidente Mauricio Macri en las elecciones primarias. Entonces se convirtió inmediatamente en favorito para las presidenciales del próximo 27 de octubre y en un rostro que trasciende fronteras.
La prueba tuvo lugar este lunes. Fernández viajó a Madrid a impartir su clase, un seminario reservado para 30 personas. La diferencia respecto a otros años fue que en la puerta le esperaba una aglomeración de periodistas. Todos querían conocer su opinión respecto a la nueva medida cambiaria de Macri para contener a los mercados. No habló.
Tampoco habló este lunes en la terminal de llegadas del aeropuerto de Madrid. Le esperó la prensa, pero el candidato logró pasar sin abrir la boca. Y es que ese es su objetivo. Mantener un perfil bajo.
Al seminario de este martes no dejaron entrar a los periodistas. Le esperaban una veintena. Algunos con sus aparatosos equipos de grabación. Un profesor de la universidad le dijo al diario ALnavío que era una clase reservada. Sólo para alumnos e inscritos. No obstante, había un grupo de diputados de México y dos colegas académicos. Uno era compañero de militancia de Fernández en el Partido Judicialista.
En el aula sólo cabían 30 personas. Desde la universidad, según le dijo este profesor al diario ALnavío, le propusieron a Fernández ampliar el seminario a un aula más grande. Este se negó. “Simplemente viene a dar su clase”.
El profesor agrega: “Ha sido una locura. Nos han llamado más de 300 personas. Les hemos tenido que decir que no. Es un seminario reservado”.
Fernández llegó a la universidad puntual. Su clase empezaba a las 11 y llegó cinco minutos antes. Entró caminando por la céntrica calle Almagro. Una comitiva de la universidad se acercó a recibirle. Apretón de manos a los hombres, un beso a las mujeres, y entró en el recinto luego de lanzar un saludo a los periodistas. Estos le persiguieron, formando un tapón en la entrada. Pero una vez entró en el ascensor lo perdieron de vista.
“Ha sido una locura. Nos han llamado más de 300 personas. Les hemos tenido que decir que no. Es un seminario reservado”
Hasta la una de la tarde, hora española, Fernández estará dictando la clase. En su agenda luego le esperan dos expresidentes socialistas: José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González. Pero eso será el miércoles. Ese día, también en la tarde, está previsto un encuentro con el mandatario en funciones, Pedro Sánchez, también socialista. Un encuentro que en unos meses bien podría ser de Estado.
Se espera que este miércoles Fernández tome un avión a Lisboa. Según el medio argentino Infobae estará allí de vacaciones. Sin embargo, en su agenda hay otro encuentro de alto nivel: con Antonio Costa, presidente de Portugal, y un referente de la izquierda en Europa. Este es otro encuentro que bien podría ser pronto de Estado. Seguro que coinciden en muchos de sus diagnósticos. Pero en uno en particular mostrarán discrepancias. También con Pedro Sánchez. Venezuela. Ni España ni Portugal reconocen a Nicolás Maduro como presidente. Alberto Fernández dice que controla un régimen autoritario, pero con origen democrático. Sánchez y Costa dicen que el origen del segundo mandato de Maduro, las elecciones de mayo de 2018, fueron fraudulentas. Por eso lo llaman ilegítimo y reconocen como Presidente Encargado a Juan Guaidó.