Daniel Gómez (ALN).- Andrés Arauz, candidato de la Alianza Unes, apoyada por el expresidente Rafael Correa, ganó las elecciones en Ecuador. La victoria, sin embargo, no es suficiente para evitar la segunda vuelta. Arauz todavía espera rival. El conteo rápido anunció un empate técnico entre el líder indígena Yaku Pérez y el veterano empresario Guillermo Lasso.
Ecuador cerró la jornada electoral del domingo con un dato para celebrar: una participación electoral del 63%, especialmente llamativa en tiempos de coronavirus.
Otro dato reseñable es la victoria de Andrés Arauz, candidato de la alianza Unes, con 32,21%. Su triunfo lo es también del correísmo. Arauz, quien no destaca por su carisma ni oratoria, fue ministro en el último gobierno de Rafael Correa, siendo el expresidente quien desde el exilio lo colocó al frente de su movimiento para recuperar el poder en Ecuador.
“¡Ganamos! Triunfo contundente en todas las regiones de nuestro bello país”, dijo Arauz cuando el conteo rápido lo colocó como vencedor. Vencedor, no obstante, de la primera vuelta. Para evitar el balotaje hay que acumular más del 40% de los votos o sacarle 10 puntos de distancia al segundo, y ninguna de las condiciones se cumplió.
El caso es que Arauz aún espera contendiente para la segunda vuelta. Con más del 95% del voto escrutado, Yaku Pérez aventaja en tan sólo 0,06% a Guillermo Lasso.
Yaku Pérez es representante de Pachakutik, un movimiento que funge como brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas. No es un partido político, sino una organización que representa los movimientos indígenas y otros sectores de izquierda.
De continuar en el segundo lugar, Pérez haría historia. Siempre los grupos indígenas han tenido poder en Ecuador. Su capacidad de organización y movilización ha provocado la destitución de los presidentes Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. También llevaron al extremo sus protestas a los gobiernos de Rafael Correa y más recientemente, al de Lenín Moreno. Aunque si bien siempre han sido un poder a tener en cuenta, nunca han tenido una opción real de gobernar. Hasta ahora.
Por su parte, Guillermo Lasso, banquero y candidato de la Alianza CREO-Partido Social Cristiano, es un veterano de la política en Ecuador. Representante de la centroderecha, es la tercera vez que se postula a la presidencia. Desde siempre, su objetivo ha sido frenar el auge del correísmo, pero hasta el momento ha fracasado. Primero perdiendo contra Correa directamente, y luego contra Lenín Moreno, quien al principio era un fiel defensor de Correa.
“Tengan la certeza de que estaremos en segunda vuelta. Todo lo que he hecho en mi vida ha requerido lucha, entereza y decisión. Y seguiré trabajando por un Ecuador libre y democrático”, dijo Lasso.
Mientras, Yaku Pérez clama fraude. En declaraciones al diario El Independiente de España, advierte irregularidades en el recuento a favor de Lasso.
“Queremos denunciar ante la opinión internacional cómo se cocina un fraude. Algo huele mal aquí. Llevábamos ventaja a Guillermo Lasso. Con el correr de las horas en Guayaquil han empezado a aparecer resultados sorprendentes. No se está respetando la voluntad de los electores porque la diferencia era clara (…) Es un contubernio de Arauz y Lasso. Si pasamos a segunda vuelta, es difícil que gane el candidato del correísmo. Nuestra candidatura es muy fuerte. A los correístas les conviene un candidato débil como Lasso”, dijo Yaku Pérez.
El líder indígena habla de inconsistencia en el recuento. Lo justifica diciendo que mientras en las elecciones parlamentarias consiguieron una ventaja de casi 10 puntos con el partido de Lasso, en las presidenciales el Consejo Nacional Electoral apunta a un empate técnico.