Daniel Gómez (ALN).- La oposición critica al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que México está perdiendo peso geopolítico. Que el país se está quedando fuera de las grandes decisiones a nivel internacional. Y mientras esto ocurre, ofrecen asilo político a un expresidente como Evo Morales acusado de cometer fraude electoral. ¿Por qué lo hacen?
El canciller de México, Marcelo Ebrard, compareció este martes en el Senado. Allí explicó la política exterior del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, repitiendo una frase que el presidente ha dicho hasta el cansancio: “La mejor política exterior es una buena política interior”.
¿Quiere decir esto que a México no le interesan los problemas de Latinoamérica? ¿No le interesan las grandes discusiones mundiales? ¿No le interesa la crisis en Venezuela? ¿No le interesa consolidar un eje progresista con el gobierno electo de Argentina?
Para todos estos casos la respuesta del gobierno siempre es la misma: la Constitución, Artículo 89: “El Poder Ejecutivo deberá observar los principios de autodeterminación de los pueblos; la no intervención, la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; de igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo, y la lucha por la paz y la seguridad internacional”.
Aun así, la oposición cuestiona que la literalidad con la que López Obrador asume este artículo va en contra del papel de México en el mundo:
“Podríamos ir a muchísimas reuniones, podríamos tener el presidente de todos los eventos internacionales, pero no tendría nuestro país el peso que tiene ahorita”, aseguró Marcelo Ebrard.
Y es que el canciller considera que México hoy es un país influyente en el mundo y la prueba es que es uno de los favoritos a ocupar un sillón en el Consejo de Seguridad de la ONU en el periodo 2021-22.
“Ahí está el respaldo global a la propuesta de México al Consejo de Seguridad, que ha recibido más apoyos que ninguna otra candidatura en estos meses no sólo de América Latina y el Caribe sino del resto del mundo”, agregó.
Marcelo Ebrard está actuando como el sustituto de López Obrador en los eventos internacionales. De ahí que los senadores de la oposición lo definieran como “presidente en el exterior” o “vicepresidente”, que son cargos que no tiene México.
“Tenemos mucho presidente y no necesitamos vicepresidentes”, respondió el canciller.
La oposición también criticó que México diera asilo a un expresidente como Evo Morales, quien dimitió luego de que se confirmara su fraude electoral en las elecciones del pasado 20 de octubre. Dijeron que lo estaban acogiendo en el país porque Morales y López Obrador compartían ideología. Entonces Marcelo Ebrard leyó una carta que decía:
“Me es grato expresarle mi más profundo agradecimiento por su valioso apoyo y colaboración durante el transcurso de la detención y prisión arbitraria de la cual fui objeto por parte de organismos de seguridad del Estado”.
El canciller deja de leer y dice: “No lo firma alguien en Bolivia, lo firma Edgar Zambrano en Venezuela, de la oposición venezolana. Se le dio respaldo y asilo siguiendo la tradición mexicana: No es verdad que hayamos aplicado el asilo sólo cuando hay una coincidencia. Lo hemos aplicado en todos los casos”.
Como ocurre con el principio de no intervención, el derecho de asilo está recogido en la Constitución de México. Esto dice el Artículo 11: “Toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo. El reconocimiento de la condición de refugiado y el otorgamiento de asilo político, se realizarán de conformidad con los tratados internacionales. La ley regulará sus procedencias y excepciones”.