María Rodríguez (ALN).- Las autoridades del Canal de Panamá se han visto obligadas a aplicar restricciones en el peso de los megabuques que atraviesan las nuevas esclusas. Y todo por culpa de la intensa sequía en el país, que se espera se prolongue hasta principios de mayo. Así, los buques neopanamax sólo podrán acceder con un calado (profundidad de la parte sumergida de la embarcación) de menos de 13,4 metros. Ya se estima el costo de la medida.
La intensa sequía que padece Panamá ha obligado a las autoridades del Canal a aplicar restricciones de calado (profundidad que alcanza la parte sumergida de las embarcaciones) a los megabuques que atraviesan las nuevas esclusas. Con esta medida el Canal calcula que perderá 15 millones de dólares en ingresos por peajes, tal como indicó a la agencia EFE Carlos Vargas, vicepresidente de Ambiente, Agua y Energía de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Las restricciones sólo afectan a los buques neopanamax, es decir, aquellos con capacidad para transportar hasta 14.000 contenedores y que únicamente atraviesan las esclusas ampliadas, inauguradas en junio de 2016.
Según detalló Vargas a EFE, las restricciones comenzaron hace unos meses en 49 pies (14,9 metros de calado) y se ajustarán el 30 de abril hasta los 44 pies (13,4 metros). Esa nueva restricción “sí va a afectar ya a bastantes buques”, señaló Vargas. De ahí el cálculo del costo que manejan desde el Canal.
Así son los nuevos transeúntes de Canal de Panamá ampliado
Para cumplir con las restricciones de calado, la única opción que tienen los buques es llevar menos carga (o sea menos peso) y así navegar sin riesgos por las nuevas esclusas. Esto impacta también en el comercio por el Canal, ya que los buques se ven obligados a llevar menos mercancía, generando una pérdida de eficiencia de carga en los viajes.
Pese a la alerta, las autoridades del Canal descartan aplicar las restricciones a las esclusas centenarias, aquellas por las que pasan buques de menores dimensiones. Pero hay un precedente. En abril de 2016 la sequía en el país fue tal por el fenómeno meteorológico de El Niño que estas restricciones también llegaron a las viejas esclusas. Según Vargas, se descarta aplicarlas este año porque los pronósticos apuntan que las lluvias comenzarán en mayo.
La sequía que azotó Panamá entre finales de 2015 y principios de 2016, producto de El Niño, fue la peor en 100 años y le causó pérdidas al Canal de 40 millones de dólares.
Este fenómeno ocurre cada dos o tres años como consecuencia del calentamiento anormal del océano Pacífico. ¿Los efectos? Prolonga la temporada seca y disminuye a niveles mínimos las lluvias.
En este sentido, el ejecutivo aseguró que El Niño no va a durar este año tanto como entonces, pero alertó que el nivel de los lagos Gatún y Alajuela, dos embalses artificiales que abastecen de agua al Canal, está más bajo de lo normal. “Tenemos un déficit de 1,2 metros por debajo del nivel óptimo para estas fechas en el lago Gatún y un déficit de 2,3 metros en el lago Alajuela”, declaró Vargas.
Medidas de ahorro
Cabe recordar que por el Canal circula 6% del comercio mundial y opera con unos sistemas de esclusas en distintos niveles, que requieren 202.000 metros cúbicos de agua cada vez que pasa un barco.
El bajo nivel de los lagos es producto de la ausencia de lluvias -las últimas precipitaciones en la cuenca del Canal cayeron a finales de noviembre-, pero también de la intensa evaporación y de los fuertes vientos.
Además de los ajustes de calado, la ruta acuática lleva varios meses aplicando medidas de ahorro de agua. Una de las últimas es el cierre temporal de una planta hidroeléctrica en el cauce del Canal para evitar que esa agua salga del sistema, según mencionó Vargas a EFE.