Daniel Gómez (ALN).- 36.400 venezolanos viven ahora mismo en Guyana, un país pequeño, de apenas 214.900 kilómetros cuadrados, fronterizo con Venezuela, y que en 2020 experimentará toda una explosión económica gracias al petróleo.
La petrolera estadounidense Exxon Mobile encontró en Guyana una mina de oro negro. Reservas de 5.500 millones de barriles en alta mar que permiten al país soñar con ser uno de los más prósperos de Latinoamérica en un futuro cercano.
Un dato revelador es que a cada uno de los 778.000 habitantes de Guyana les correspondería un total de 3.900 barriles, según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI). De ahí las esperanzas puestas en este pequeño país.
Por lo pronto, lo importante es que el FMI estima un crecimiento de 85,6% en 2020, que es cuando comienzan los trabajos de Exxon Mobile.
He aquí la gran noticia para los venezolanos. Antes de que el chavismo destruyera PDVSA, la petrolera estatal fue una de las más prósperas del mundo. En parte gracias a que sus trabajadores se formaron en gigantes como Chevron, British Petroleum, Shell y la propia Exxon.
Algunos hoy se encuentran sin empleo debido a la red clientelar y militar tejida por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en torno a PDVSA. Otros han prosperado creando sus propios negocios relacionados con el petróleo. También trabajando con petroleras extranjeras. Todo esto en Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe. Con el boom de Guyana aparece una nueva oportunidad para el éxodo de trabajadores petroleros.
Luego está el otro éxodo. Ese que conforman 4,5 millones de personas que han abandonado Venezuela. Guyana no es un destino habitual para estos migrantes, pese a ser un país fronterizo. Fronterizo, pero separado por una selva en la que no hay carreteras. La única vía segura es por aire. Además, Guyana es un país en construcción. De ahí que siga siendo uno de los más pobres de América Latina con una renta per cápita de 4.000 dólares anuales. A todo esto hay que sumar la barrera del idioma: el inglés.
Sin embargo, estos obstáculos son menores si se tiene en perspectiva lo que viene. Un boom petrolero que generará empleo y riqueza. Habrá trabajo para los guyaneses, pero también para los extranjeros.
La experiencia ha demostrado que alrededor de un gran yacimiento surgen otros negocios, carreteras, hospitales… Hará falta mano de obra. Habrá dinero para pagar esa mano de obra. Y para los venezolanos esto es otro punto a favor.
¿Cómo trata Guyana a los venezolanos?
La agencia de desarrollo de Estados Unidos, Usaid, publicó un reciente estudio en el que analiza las condiciones de los 36.400 venezolanos que viven en Guyana. Destaca que el país ha hecho esfuerzos para acomodar en el sistema escolar a los hijos de los migrantes. Estos conforman 15% de la población de venezolanas.
El diario Guyana Chronicle especificó cómo el Ministerio de Educación ha dado espacio a estos migrantes. Es a través de un examen en el que los tutores de los niños deben presentar una copia de los documentos de viaje de estos, certificados de nacimiento, folletos de informes y el formulario de solicitud correspondiente al Departamento de Educación. Esto se va haciendo por fases. La última fue en julio de 2019.
Luego está la aceptación por parte de las autoridades. Muchos venezolanos cruzan la selva para llegar a Guyana. Temerosos de ser detenidos y deportados, se esconden y huyen de la policía. Sin embargo, la Comisión de Defensa Civil de Guyana dice que no tiene que ser así. Explica que cuando ingresen al país no serán deportados, y que pueden regularizar su situación siempre que consigan la documentación necesaria.
No todo es positivo. La Usaid advierte que los venezolanos continúan experimentando sentimientos xenófobos en algunas comunidades de acogida. También señala que los venezolanos “enfrentan un mayor riesgo de explotación sexual y tráfico de personas”.
Ni todo es negativo. La Usaid dice que el gobierno de Guyana “cumple completamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata y se observó que la administración aquí continúa demostrando esfuerzos serios y sostenidos”.