Redacción (ALN).- Profisco, un programa que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lleva adelante desde 2008 junto al Gobierno, se adentra en una segunda etapa que busca renovar la administración fiscal del país. De ahí esos 900 millones de dólares de los que ya se beneficia el estado de Ceará.
Modernizar la gestión de Hacienda, optimizar la administración tributaria y reformar el gasto público de los estados brasileños. Esos son los tres objetivos de la línea de crédito de 900 millones de dólares que este martes concedió el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al Estado brasileño.
El préstamo, condicionado a proyectos de inversión, forma parte del programa Profisco, que el Gobierno de Brasil y el BID promueven desde 2008.
La primera etapa de Profisco tuvo como objetivo promover la integración del sistema fiscal, patrimonial y financiero de Brasil. La segunda, que es la que ahora tiene lugar, se centra en consolidar los logros de la primera fase, así como potenciar la planificación presupuestaria y modernizar el sistema de información contable.
“La nueva edición del programa busca también fortalecer la recaudación de los estados en un contexto donde el bajo crecimiento económico enfrentado por el país genera efectos negativos en el desempeño fiscal de los estados”, precisa el BID en un comunicado.
Ceará será el primer estado brasileño en participar en la fase dos de Profisco. A éste le corresponden 70 millones de dólares de los 900 millones concedidos.
Los préstamos de Profisco tienen un plazo de amortización de 25 años
En este sentido, el BID detalla: “Ceará financiará mejoras en los instrumentos de gestión de la Secretaría de Hacienda, a través de la modernización de la infraestructura tecnológica, automatización de procesos relacionados a la gestión de compras y de personas, y la modernización de los tres principales programas de comunicación con los contribuyentes y los ciudadanos”.
Agrega el banco de desarrollo que el Estado aplicará medidas de fortalecimiento de la administración tributaria, incluyendo la actualización de la legislación tributaria, la simplificación de las obligaciones tributarias, la modernización de la fiscalización y de la inteligencia fiscal, y la mejora y automatización de los procedimientos de atención a los contribuyentes y de recaudación.
Por último, el BID precisa que dichos préstamos tienen un plazo de amortización de 25 años, un periodo de gracia de cinco años y una tasa de interés basada en el tipo interbancario de Londres.