Redacción (ALN).- Modernizar la infraestructura hidráulica es uno de los objetivos del gobierno de Mauricio Macri. Casi cuatro millones de personas no tiene acceso a agua potable y un 45% de argentinos tampoco dispone de cloacas. Con esta línea de crédito, el Ejecutivo actuará en el Gran Buenos Aires, uno de los polos industriales más dinámicos del país.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concedió 810 millones de euros (aproximadamente 960 millones de dólares) a Argentina. Los fondos se destinarán a mejorar los servicios de agua y saneamiento del Gran Buenos Aires, uno de los polos industriales y económicos más dinámicos del país y de América Latina. “Con esta línea de crédito el BID da un apoyo al Gobierno en la búsqueda de solución a la problemática de más de 3,5 millones de personas sin agua potable y casi 6,5 personas sin alcantarillado en esta zona del país”, indicó Henry Moreno, jefe de equipo del proyecto.
En un comunicado difundido por el BID, precisa que un primer tramo de esta línea de crédito está destinado a mejorar el acceso al agua potable y apoyar el crecimiento de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), empresa pública encargada de los servicios de alcantarillado, en el segundo y tercer cordón de la zona metropolitana de Buenos Aires, donde residen más de 11 millones de personas.
El préstamo del BID tiene un plazo de ejecución de 12 años
Esta primera operación cuenta con un importe de 305 millones de dólares (257 millones de euros). Comprende la ampliación del sistema de alcantarillado en los departamentos de Moreno y San Miguel, que beneficiará a 19.000 hogares con la construcción de los colectores Las Catonas y Mariló, así como la ampliación de la planta Las Catonas que permitirá tratar las aguas residuales generadas por sus más de 210.000 habitantes.
Adicionalmente, está prevista la construcción del emisario de Berazategui, que asegurará una disposición adecuada de las aguas residuales generadas por 5,1 millones de habitantes que vierten sus aguas residuales en el Río de la Plata.
También incluye la compra de equipos para reducir las pérdidas físicas de agua y disminuir la demanda insatisfecha de agua potable para cerca de 130.000 personas en el área metropolitana de la capital argentina.
Asimismo, el préstamo contempla el financiamiento de acciones de fortalecimiento institucional mediante la mejora del marco regulatorio de AySA, de las capacidades y competencias del personal de la empresa, y la reorganización operativa para hacer frente al reto de ampliación del área de prestación de los servicios.
La línea de crédito del BID tiene un plazo de ejecución de 12 años y cada préstamo individual tendrá una tasa de interés basada en Libor (tipo interbancario de oferta de Londres), 25 años de plazo de repago y un período de gracia de cuatro a cinco años. Los fondos del primer préstamo individual serán desembolsados en un período de cuatro años.
El empeño del Gobierno argentino para mejorar los servicios de agua
Para el Ejecutivo de Mauricio Macri, la mejora del acceso al agua es una prioridad. Quedó comprobado hace una semana cuando el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, visitó España para firmar un acuerdo de cooperación en infraestructuras.
En un acto celebrado en Santander, Frigerio explicó que Argentina está impulsando planes nacionales que prevén inversiones “fuertes”, por lo que animó a los empresarios españoles a penetrar en el país. “El gran desafío argentino es transformar las ciudades en espacios de oportunidad y mejorar el acceso a la vivienda y a las infraestructuras hidráulicas”, dijo.
Lo cierto es que un 45% de los argentinos no tiene acceso a cloacas, alrededor del 15% no dispone de agua potable y más de tres millones de familias sufren dificultades para obtener una vivienda.