Daniel Gómez (ALN).- Los bancos de Víctor Vargas en Curazao y Panamá cayeron en cadena. El primero por problemas de pagos, y al segundo, que contaba con una débil cartera de crédito, se le sumó la decisión en Curazao. Frente a lo que dicen el Banco Central de Curazao y la Superintendencia de Bancos de Panamá, Víctor Vargas tiene otra versión de lo sucedido.
No es que el Banco del Orinoco no pudiera pagar a los clientes. Es que Curazao -país donde opera esta entidad, propiedad del Grupo Financiero BOD, del banquero venezolano Víctor Vargas– es “uno de los países con mayor alerta de lavado de dinero” del Caribe. “En virtud del incumplimiento recurrente del sistema de prevención de legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo en esa localidad, ha incidido en la imposibilidad de mantener corresponsalías y cuentas locales por parte de las instituciones financieras extranjeras”.
Así respondió el holding de Vargas cuando la semana pasada el Banco Central de Curazao congeló los activos del Banco del Orinoco. El caso es que esta decisión afectó a otro banco de Vargas, el AllBank de Panamá.
“La Superintendencia de Bancos de Panamá ha podido constatar, de manera reiterada, la sanidad financiera de AllBank y la capacidad de atender los requerimientos de sus clientes, resultando esta medida desproporcionada y en perjuicio de los depositantes y ahorristas de la institución”.
Este lunes, la Superintendencia de Bancos de Panamá suspendió por 30 días las operaciones de AllBank. Uno de los motivos fue el posible “efecto contagio”. Y es que en el Banco del Orinoco está colocada una cuarta parte de los activos líquidos de AllBank, al tiempo que presta servicios de custodia a una tercera parte de las inversiones en valores de activos productivos.
Pero este no fue el único punto al que se refirió la Superintendencia de Bancos. “Los resultados de las últimas supervisiones realizadas por nuestra institución reflejan una fuerte debilidad de la salud de la cartera de préstamos”.
Víctor Vargas dijo este martes justo lo contrario a través de un comunicado. “La Superintendencia de Bancos de Panamá ha podido constatar, de manera reiterada, la sanidad financiera de AllBank y la capacidad de atender los requerimientos de sus clientes, resultando esta medida desproporcionada y en perjuicio de los depositantes y ahorristas de la institución”.
En el comunicado, el holding de Vargas recapitula todo lo ocurrido. Se remonta a la decisión del Banco Central de Curazao. Dijo que su filial allí no podía operar “ante la imposibilidad de operar de forma regular en la jurisdicción de Curazao”. Un país que el propio Vargas definió como un mercado de “riesgo”.
El documento también explica en qué consiste la “medida de emergencia” que le aplicó el Banco Central de Curazao y que este en su día no aportó detalles. “Solicitó una medida de emergencia con la finalidad de controlar el proceso de liquidación, contraviniendo la legítima decisión de los accionistas del mencionado banco”.
Por último, el holding de Vargas explicó: “El Grupo Financiero BOD, en sus 62 años de trayectoria, ha trabajado apegado al cumplimiento pleno de las leyes y reglamentos de las jurisdicciones donde mantiene operaciones, por lo que reiteramos a todos nuestros clientes que la solidez de AllBank Corp está garantizada y estamos ejecutando acciones para revertir, a la brevedad posible, la medida acordada por la Superintendencia de Bancos de Panamá y normalizar las operaciones de manera inmediata en beneficio de nuestros clientes”.