María Rodríguez (ALN).- El Banco Mundial quiere fortalecer la movilidad urbana y rural en Latinoamérica. Para ello tiene en marcha una docena de proyectos que incluyen la modernización de la red de autobuses, líneas de metro y trenes. La apuesta más fuerte se la lleva Brasil. El Banco Mundial prestó casi 1.000 millones de dólares para el metro y los trenes de Sao Paulo y Río de Janeiro.
La estrategia del Banco Mundial (BM) en América Latina pasa indiscutiblemente por potenciar el sector de las infraestructuras y, en concreto, por favorecer una movilidad urbana y rural de calidad. Para ello este banco multilateral tiene en marcha una docena de proyectos de transporte (sobre red de autobuses, metro y trenes) por toda la región a los que destina en total unos 3.000 millones de dólares.
Camila Rodríguez, especialista senior de infraestructuras en el Banco Mundial, detalló este lunes los importes de cada uno de esos proyectos. Lo hizo en Madrid, en la jornada sobre oportunidades de negocio para empresas españolas en América Latina, organizada por el ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior).
En Colombia, el Banco Mundial concedió un préstamo de 200 millones de dólares para apoyar el programa de transporte urbano en Bogotá y en otras ciudades secundarias del país. Se centra en la modernización y mejora de la red de autobuses.
En México, la ayuda que ofreció el BM por este concepto fue de 350 millones de dólares, con el foco en la construcción de infraestructuras de transporte que utilicen una tecnología sostenible.
Banco Mundial concedió un préstamo de 200 millones de dólares para apoyar el programa de transporte urbano en Bogotá
En Argentina, el desembolsó alcanzó los 100 millones de dólares. ¿La misión? Ayudar en el desarrollo del proyecto de transporte urbano en el área metropolitana de Buenos Aires.
Al margen de las redes de autobuses, el Banco Mundial también destinó millones de dólares a iniciativas vinculadas a las líneas de metro y trenes. Por ejemplo, en Brasil prestó casi 1.000 millones de dólares para los proyectos de las líneas 4 y 5 de metro de Sao Paulo y el tren suburbano de la ciudad. También en Brasil, pero en Río de Janeiro, el BM concedió un préstamo de 600 millones de dólares, destinados a la compra de trenes compatibles con el desarrollo sostenible.
En Colombia esta entidad apoyó la línea 1 del Metro de Bogotá con 70 millones de dólares. Un proyecto que, aclara Rodríguez, está cofinanciado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
En Ecuador, el Banco Mundial puso el ojo en el Metro de Quito, al que destinó 150 millones de dólares. Este proyecto está igualmente financiado junto al BID, la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el BEI.
En Perú, la apuesta del BM también fue en el metro. En concreto en la línea 2 del suburbano de Lima. ¿El préstamo? 300 millones de dólares. También participaron BID y CAF, entre otros organismos internacionales.
En cuanto al acceso rural, el Banco Mundial concedió varios créditos para potenciar programas nacionales de caminos rurales. En concreto desembolsó 140 millones de dólares por ese concepto a Nicaragua, 72 millones de dólares a Haití y 50 millones de dólares a Perú y a Colombia, respectivamente.