Daniel Gómez (ALN).- En las elecciones municipales de Brasil los moderados se impusieron a los radicales. Los centristas Eduardo Paes y Bruno Covas fueron reelegidos en las ciudades más importantes del país, Río de Janeiro y Sao Paulo respectivamente. Mientras, 11 de los 13 aspirantes apoyados por Jair Bolsonaro fueron derrotados y el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva confirmó su debacle al no ganar ninguna capital.
“Esto fue una victoria política. Hemos pasado los últimos años radicalizando la política brasileña. El resultado de llegar a los extremos, odiosos y divisorios, no nos hizo bien a ninguno de los cariocas y brasileños”, dijo este domingo el alcalde electo de Río de Janeiro, Eduardo Paes, mientras celebraba su victoria.
Paes vuelve a la alcaldía que ocupó por dos mandatos entre 2009 y 2017. Su victoria es importante no sólo porque conquista una de las ciudades más importantes del país, sino porque arrasó en la considerada cuna del bolsonarismo.
Paes le sacó casi 28 puntos de distancia al obispo evangélico Marcelo Crivella, uno de los aliados principales del presidente, Jair Bolsonaro, quien vio cómo 11 de los 13 aspirantes que apoyaba caían derrotados.
Eduardo Paes también está de celebración por los buenos resultados de su partido, los Demócratas. Esta formación de centroderecha se impuso en capitales como Salvador de Bahía, Curitiba y Florianópolis, erigiéndose como la gran alternativa a Bolsonaro de cara a las elecciones de 2022.
Este domingo se celebró en Brasil la segunda vuelta de las elecciones municipales. 38 millones de electores estaban llamados a las urnas para decidir el futuro de las 57 ciudades más importantes del país.
El gran titular es que los moderados tumbaron a los extremos. Al igual que ocurrió en Río de Janeiro, en la otra gran ciudad de Brasil, Sao Paulo, se impuso Bruno Covas.
Covas es miembro del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, la cual era el baluarte de la centroderecha del país hasta su descalabro en las elecciones presidenciales de 2018.
Su victoria da cierto aire al partido, y relanza la candidatura de su padrino político, Joao Doria, gobernador de Sao Paulo, de cara a las presidenciales de 2022.
“El gran derrotado de 2020 fue el radicalismo”
Este triunfo deja otras dos lecturas. La primera es personal, de superación. El año pasado a Covas le diagnosticaron un cáncer con metástasis y a pesar de recibir un agresivo tratamiento, se mantuvo en la alcaldía. Aunque él afirma que lleva una vida normal gracias a la inmunoterapia, los médicos evitan decir que el cáncer se ha ido.
La otra lectura es política. Covas se impuso al candidato revelación de la primera vuelta: Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, para muchos la cara de la nueva izquierda de Brasil.
“Es posible hacer política sin odio y diciendo la verdad (…) Si el gran derrotado de 2018 fue el centro, el gran derrotado de 2020 fue el radicalismo”, dijo Covas este domingo mientras celebraba la reelección, cosa que nunca había pasado en la Alcaldía de Sao Paulo.
¿Y qué pasó con la vieja izquierda?
El Partido de los Trabajadores (PT), formación del expresidente Lula da Silva, confirmó su descalabro al no conquistar ninguna capital de Brasil, cosa que no ocurre desde 1985. De hecho, vio cómo movimientos alternativos de izquierda se pusieron por delante en ciudades donde tradicionalmente reinó el PT, como Recife y Vitoria.