(EFE).- El jurado pidió este jueves la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para Nikolas Cruz, quien evitó la pena de muerte y pasará el resto de su vida en prisión por la matanza que cometió el 14 de febrero de 2018 en una escuela secundaria de Parkland, en el sur de Florida (EE.UU).
El joven de 24 años enfrentaba dos posibles sentencias, cadena perpetúa sin posibilidad de libertad condicional o la pena de muerte. Bajo las leyes de Florida, en el último caso se requería la unanimidad por parte de los 12 miembros del jurado en al menos uno de los 17 cargos por homicidio que afrontaba.
La lectura de la decisión de los siete hombres y cinco mujeres que componen el jurado refleja que al menos uno de ellos consideró que los factores mitigantes que expuso la defensa se impusieron a los factores agravantes a los que apeló la Fiscalía, que pedía la pena de muerte.
La decisión del jurado, alcanzada en el inicio del segundo día de deliberaciones, sorprendió a muchos familiares de las víctimas presentes en la sala, quienes movían la cabeza o lloraban conforme la lectura del veredicto en cada uno de los 17 cargos no reflejaban la unanimidad necesaria para enviar a Cruz al corredor de la muerte por la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD).
«Estoy completamente decepcionada y frustrada», dijo a la prensa poco después de conocerse la petición del jurado Lori Alhadeff, madre de Alyssa Alhadeff, una de las víctimas mortales. Su padre, Ilan Alhadeff, afirmó estar «disgustado con el sistema legal de este país, con el jurado».
A Cruz, quien durante toda esta fase de sentencia se mantuvo imperturbable, se le vio hoy visiblemente nervioso en la sala poco antes de la lectura de la decisión del jurado y conversando con el equipo de abogados defensores, que estuvo liderado por la abogada pública Melisa McNeill.
La letrada, que pidió al jurado que se inclinara por la cadena perpetua, había desplegado una estrategia basada en los daños sufridos por Cruz mientras estuvo en el útero de su madre biológica, una alcohólica y adicta a las drogas.
Cruz «no tuvo control sobre el crack que su madre fumaba cuando él estaba dentro de su vientre», dijo McNeill el martes en sus alegatos finales, e hizo hincapié en los trastornos fetales que puede haber sufrido a causa de las adicciones de su progenitora.
El veterano fiscal Michael Satz, por su parte, alegó ese mismo día que el joven planeó todo de forma meticulosa.
«Fue intencional y fue una masacre sistemática», subrayó el fiscal, quien repasó el recorrido mortal de Cruz por el edificio de primer año, disparando incluso por las ventanas de las puertas que estaban cerradas y rematando a los alumnos a los que había alcanzado con sus disparos.
Unos 15 minutos después de comenzar sus deliberaciones hoy en una corte de Fort Lauderdale, unos 40 kilómetros al norte de Miami, el jurado informó a la magistrada estatal Elizabeth Scherer que habían alcanzado una decisión, la cual fue leída una hora después y en presencia de Cruz y de los familiares.
Antes de dar a conocer su veredicto, los miembros del jurado pudieron ver hoy el arma homicida, un rifle semiautomático AR 15, tal como lo habían pedido el miércoles pero que la oficina del alguacil del condado de Broward rechazó por razones de seguridad.
La negativa fue criticada por Satz, a lo que la magistrada prometió considerar el pedido para la jornada de hoy.
Como hacen eco medios estadounidenses, este es posiblemente el primer juicio que se sigue relacionado a un tiroteo masivo, en vista de que en los anteriores casos los autores de los disparos fueron abatidos por la Policía o se quitaron la vida tras las masacres.
El sentenciado ingresó el 14 de febrero de 2018 con un rifle de asalto al edificio de primer año de la secundaria Marjory Stoneman Douglas y abrió fuego de forma indiscriminada, para luego huir entre la multitud hasta que posteriormente fue detenido por la Policía local, a la que confesó ser el autor de la masacre.
La matanza de Parkland desató un movimiento a favor del control de armas en EE.UU. protagonizado por algunos alumnos de la misma escuela MSD, que llevaron su reclamo a la capital de EE.UU. y algunas medidas en Florida para prevenir tiroteos masivos y hacer más difícil el acceso a armas bélicas.