Juan Carlos Zapata (ALN).- A Nicolás Maduro le va a salir caro el asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Le saldrá caro en todos los planos. En el político interno. En lo internacional. Y en lo militar.
No se le fue la mano al régimen de Nicolás Maduro. Las dictaduras son así. Los fascismos son así. Los comunismos son así. El régimen lo viene haciendo. Desde 2013. Reprime, tortura y mata. Con toda impunidad. En esta ocasión, las pruebas a plena luz del día. El capitán de corbeta, Rafael Acosta Arévalo, es el muerto, y es a quien llevan al tribunal con evidencias irrefutables de haber sido torturado. Luego muere. Se les muere.
Maduro, que se reunió con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet; el fiscal general de Maduro, Tarek William Saab, que también se reunió con Bachelet y entregó un informe; el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, que se reunió con Bachelet, y se exhibió con todas sus condecoraciones, no es que hayan olvidado los compromisos adquiridos, ni hayan olvidado que la Alta Comisionada dejó un grupo de trabajo en Caracas, es que el régimen tiene su dinámica, su mecánica de muerte, y ya no puede detenerla. Y esa mecánica incluye la tortura y el asesinato.
La evidencia hace el escándalo. Y el régimen no puede ocultarlo. Por más que denuncie conspiraciones, intentos de golpe de Estado. Hugo Chávez conspiró, Hugo Chávez dio un golpe de Estado, Hugo Chávez fue derrotado, y no se le tocó ni siquiera un pelo de la cabeza. Obtuvo garantías. Y más tarde fue presidente de la República. Más luego nació el chavismo. Más luego apareció Nicolás Maduro.
Maduro, que se reunió con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet; el fiscal general de Maduro, Tarek William Saab, que también se reunió con Bachelet y entregó un informe; el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, que se reunió con Bachelet, y se exhibió con todas sus condecoraciones, no es que hayan olvidado los compromisos adquiridos, ni hayan olvidado que la Alta Comisionada dejó un grupo de trabajo en Caracas, es que el régimen tiene su dinámica, su mecánica de muerte, y ya no puede detenerla. Y esa mecánica incluye la tortura y el asesinato.
Pero este asesinato afectará a Maduro. No será un caso más. El impacto ya es global. Y ocurre en un momento en que parecía que Maduro ganaba algo de terreno luego de la aparición de Juan Guaidó en escena. A Maduro lo afecta en tres frentes:
En la política interna. Ya Guaidó reaccionó. No irán sus representantes a la nueva ronda de negociación. La convocada por la mediación de Noruega. Y justo cuando la negociación se anotaba una victoria mundial, el apoyo de los factores clave de la escena internacional. Así Guaidó encuentra un arma de presión contra el régimen, en un aspecto sensible para Maduro, quien se vende como hombre de paz y diálogo. El asesinato favorece el discurso de Guaidó hacia la Fuerza Armada. Y nuclea a la oposición, que saldrá de nuevo a la calle este viernes, con lo cual obtiene un elemento de protesta que le da fuerza, que la alimenta. Lo ocurrido refuerza al chavismo disidente, que también tiene sus presos en las cárceles del régimen. Por lo demás, queda en evidencia el tema de la tortura. Que el régimen de Maduro tortura y mata.
En lo militar. La Fuerza Armada está movida en lo interno. Ya no se puede hablar de eventos extraordinarios. Hay que hablar de eventos usuales. Hay problemas en la Fuerza Armada, y Maduro lo sabe. Hay ruido de sables, y Maduro lo sabe. El asesinato del capitán de corbeta va a generar reacciones adentro. El comunicado de la Fuerza Armada es de una formalidad que refleja que una palabra mal colocada puede desatar una tormenta interna. En el comunicado se reconoce que el capitán se desmayó en el tribunal, por lo cual queda asentado de manera oficial, el mal estado en que se encontraba. Aunque el oficial pertenecía a lo que llaman “la reserva activa”, no dejaba de ser militar. De allí la reacción del exjefe del Sebin que se le fue a Maduro, general Manuel Cristopher Figuera, quien a raíz del evento, volvió a dirigirse a la Fuerza Armada, a la que llamó a dar el paso, a dejar solo a Maduro, pues este encabeza una dictadura que ha dado pruebas de asesinar a la familia militar. Cristopher Figuera recordó el caso del mayor Jesús García Hernández, quien, según el exjefe del Sebin, fue asesinado a mediados de mayo por manejar información sensible sobre hechos de corrupción que comprometen la jerarquía del régimen. Hoy los militares deben estar viendo hacia las cárceles del régimen donde hay más oficiales detenidos, y seguramente torturados. Maduro es el enemigo, le dice Cristopher Figuera a los militares. El asesinato se produce justo en fecha de ascensos militares. Y justo cuando Maduro y la Fuerza Armada se preparan para celebrar el desfile militar del 5 de Julio en Caracas, que conmemora la independencia de Venezuela. El más reciente acto militar, el 24 de junio, fue celebrado de madrugada.
Maduro se esconde en la madrugada con sus generales y sus miedos
En lo internacional. Las reacciones mundiales no se han hecho esperar. Queda dicho que Maduro no sólo persigue a opositores civiles sino también a militares. La comunidad internacional confirma que Maduro está al frente de una maquinaria de muerte. El régimen comete el asesinato justo cuando está bajo observación de la ONU. Bajo observación del equipo que dejó Bachelet en Caracas. Y la Alta Comisionada está a punto de producir el informe sobre Venezuela y los derechos humanos. En un comunicado, el Grupo de Lima señala que “repudia las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas a las que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro somete a quienes considera sus opositores y urge a la comunidad internacional, en especial a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a actuar sin dilación para que los derechos de los venezolanos sean restablecidos y su integridad protegida”.