María Rodríguez (ALN).- Antonio Azzato, responsable de la muestra Meninas Madrid Gallery, piensa a lo grande. Le gustaría exhibir las Meninas en Caracas, la ciudad donde nació, pero la situación en Venezuela lo torna inviable. “No puedes estar en las calles de Caracas tranquilo. Imagínate poner unas señoritas como las Meninas en la calle. Cualquier cosa podría pasar”, explica en esta entrevista al diario ALnavío. Si pudiera hacer realidad su sueño pediría a artistas venezolanos como Carlos Cruz-Diez y la presentadora de TV Maite Delgado que le acompañasen en esta misión.
Al artista Antonio Azzato, quien sacó las Meninas del Museo del Prado para pasearlas por las calles de Madrid, el acento le delata sus raíces venezolanas. “Nací en Caracas, me crié en Caracas”, explica en esta entrevista al diario ALnavío. Y en esa ciudad querría exhibir las Meninas, pero sabe que ese proyecto allí hoy es inviable. “No puedes estar en las calles tranquilo. Imagínate poner unas señoritas como las Meninas en la calle. Cualquier cosa podría pasar”, explica.
A pesar de que la realidad impide que se haga realidad el sueño de este artista, le pedimos que siga soñando y que imagine cómo serían las Meninas de Caracas y a quién le pediría que las diseñase. Azzato parece tenerlo muy claro.
A Azzato le encantaría que personajes venezolanos como Carlos Cruz-Diez y Maite Delgado colaborasen en el diseño de nuevas Meninas
– Siendo venezolano es inevitable preguntarle por la situación en el país.
– Es lamentable. Yo estoy aquí precisamente por esa situación. Venezuela nunca fue un país de emigrantes. Venezuela era como Madrid es hoy. Acogía y abrazaba a toda la gente que llegaba a su tierra, entre ellos mis padres, que venían de Europa. Es cíclico. En aquellos momentos salían de Europa porque aquí las cosas no estaban bien. El tema político es lamentable, producto de un sistema y un modelo político y económico fallido. Hay un éxodo masivo en mi país. Estoy seguro de que en algún momento vamos a poder regresar y vamos a poder ayudar a reconstruir Venezuela.
– ¿Hace tiempo que no pisa Venezuela?
– Ya hace un par de años.
– ¿Y lo echa de menos?
– Muchísimo. Yo quisiera hacer en mi país una exhibición al aire libre, callejera, pero esto es inviable. Aquí cuando veo que hay gente que se queja por la situación de Madrid, o por cosas que realmente no tienen sentido, me gustaría que estuviesen cinco minutos en Venezuela y se dieran cuenta de que allí ni siquiera se puede caminar por las calles hablando con un móvil porque te pueden hacer cualquier cosa. No puedes estar en las calles tranquilo. Entonces imagínate poner unas señoritas como las Meninas en la calle. Pues cualquier cosa podría pasar. Yo creo que hay gente que es feliz y no lo sabe. Y ver, saber lo que ocurre en otros países, les puede abrir los ojos y ayudar a apreciar lo que tienen.
– Soñemos. Si pudiese exponer una de sus obras en Venezuela por las calles, ¿también serían Meninas?
– Claro. Es una deuda que tengo con Diego Velázquez. Quiero seguir transmitiendo su mensaje. Ese cuadro es como un sistema de ecuaciones matemáticas con una variable que despejar a la cual yo llamé el mensaje de Velázquez y quiero seguir dándole la vuelta al mundo a las Meninas. Tienen mucho que transmitir.
– ¿Qué Meninas instalaría en Caracas?
– Me inspiraría seguramente en los iconos de Caracas para desarrollar una nueva escultura de Meninas, siempre con esta misma base (180 centímetros de alto y 160 de ancho) porque las proporciones y la sección áurea de la Menina son las que son. Pero inspirado a lo mejor en las cosas tradicionales que hay en Venezuela: en el [Parque Nacional] El Ávila, en la gastronomía, en las cosas que tenemos allí y que son muy nuestras. Las Meninas en cada ciudad donde se haga la exhibición, y así será en Caracas cuando la llevemos para allá, comienzan desde cero. Artistas locales las van a intervenir. Con lo cual no me puedo llevar ninguna Menina de Madrid para instalarla allí, pero me gustaría potenciar conceptos como el del jardín vertical (una Menina lleva ese diseño) que es un homenaje a la sostenibilidad. Para mí es un homenaje a Madrid porque la ciudad hace unos esfuerzos enormes en temas de sostenibilidad energética y ecológica y creo que Caracas tiene un campo por avanzar en ese aspecto muy importante y quiero potenciar ese tipo de cosas.
– ¿A quién le pediría que colaborase en el diseño de esas Meninas de Caracas?
– El talento que hay en Venezuela es impresionante. Hay mucha gente que está viviendo fuera de Venezuela, como es mi caso, y no puede estar allí porque no hay desarrollo. Creo que sí hay mucho futuro, pero las condiciones no están dadas para que esos diseñadores y artistas puedan desarrollarse de una manera óptima dentro de Venezuela. Pero admiro a mucha gente. Me encantaría que Carlos Cruz-Diez interviniese una Menina. También (la presentadora de TV) Maite Delgado, por ejemplo. Y me encantaría que niños con discapacidad a los cuales se les tiene hoy realmente olvidados en Venezuela también pudieran intervenir Meninas. Quiero que la muestra sea lo más ecléctica y lo más diversa posible. Yo les preguntaría a los artistas de allí qué es Caracas para ellos y que lo plasmasen sobre la silueta de la Menina.
– También comparte raíces italianas (el padre de Azzato nació en Potenza, al sur de Italia). ¿Tanto las raíces italianas como las venezolanas están plasmadas de alguna forma en los vestidos de las Meninas que usted ha diseñado?
– Yo me considero un ciudadano del mundo. Creo que el arte es el gran lenguaje universal y hablar de una nacionalidad en arte es como hablar hoy de una diferencia entre el hombre y la mujer. No existe. Y el mundo tiene que entender eso. Obviamente en mis obras se reflejan las ciudades donde he tenido la oportunidad de vivir, pero más allá de mis raíces.