(EFE).- La absorción de CO2 por parte de los océanos (o de los bosques) es una de las grandes salvaguardas frente al cambio climático, pero un estudio recogido este lunes en la revista Nature Climate Change alerta de que la erosión costera está mermando la capacidad del Ártico para hacer esta labor.
Según la investigación llevada a cabo por científicos de Alemania y Noruega, esta erosión costera reducirá la absorción de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera hasta en 13.200 millones de kilogramos de carbono al año de aquí a finales de siglo, lo que equivaldría a entre el 7 y el 14 % de la capacidad de captura que tiene el Ártico.
Los autores calculan que el aumento anual de CO2 en la atmósfera debido a esta menor capacidad de captura natural del Ártico a finales de siglo, equivaldría a cerca del 10 % de las emisiones de los coches de toda Europa en 2021.
Causas de la erosión
El Ártico es especialmente sensible al cambio climático y se calienta cuatro veces más rápido que el resto del planeta.
Ese aumento de la temperatura está provocando el deshielo del permafrost ártico (suelo que lleva años y años congelado, con el hielo actuando como pegamento de tierra, rocas y sedimentos).
Al derretirse el permafrost, la erosión costera es más rápida en la región.
El motivo es que la materia orgánica erosionada es metabolizada rápidamente por bacterias que liberan CO2, lo que aumenta la acidez de las aguas superficiales, de modo que disminuye la capacidad de absorción del océano Ártico.
Los investigadores advierten de que hasta ahora ningún estudio sobre la capacidad de absorción de CO2 del Ártico ha tenido en cuenta lo que se pierde debido a la erosión costera por el deshielo del permafrost.