María Rodríguez (ALN).- 20 diseñadores colombianos expusieron sus creaciones de moda y joyería de lujo en Madrid en el marco de la feria Latin Curated. Mantuvieron encuentros privados con más de 30 empresas españolas del sector donde en un futuro esperan vender estos diseños, elaborados por comunidades indígenas a las que añaden un toque moderno.
Técnicas ancestrales de comunidades indígenas aplicadas a diseños actuales. Esa es la máxima que comparten los 20 diseñadores colombianos que expusieron sus creaciones de moda y joyería de lujo en la Embajada de Colombia en Madrid en el marco de la feria Latin Curated, organizada por ProColombia (oficina comercial del Gobierno de este país latinoamericano) y celebrada en noviembre. Una oportunidad de darse a conocer en España y, por ende, en Europa. Para ello también mantuvieron encuentros privados con más de 30 empresas españolas del sector.
Los diseñadores colombianos afirman sentirse satisfechos y haber tenido una gran aceptación
En este primer contacto con compañías de la industria española que en un futuro podrían vender sus creaciones, los diseñadores colombianos afirman sentirse satisfechos y haber tenido una gran aceptación. Los hay que incluso tildan la experiencia de “maravillosa”.
Estos diseñadores desarrollan igualmente un papel social con las comunidades con las que trabajan. “Detrás de la marca tenemos artesanos colombianos y una gran generación de empleo. En nuestros talleres hay personas que se están iniciando en la labor y aquí les damos una fuente de empleo”, explica al diario ALnavío Ana Carolina Valencia.
La colección que presentó Valencia en el Latin Curated está inspirada en la Madre Tierra, el poder femenino y la fecundidad. “Todas las piezas están hechas a mano, elaboradas con hilos de bronce con baños de oro de 24 quilates y piedras naturales como el cuarzo, la turquesa y las esmeraldas”, apunta Valencia, quien además define sus creaciones como “joyas de autor” y “joyería creativa”.
En el caso de Liz Chalela, quien lleva 22 años en el mundo del diseño, de la colección presentada destaca haber respetado la forma natural de la piedra para cada una de las creaciones. Chalela habla de sus diseños como “joyería exótica”.
Mónica Arbeláez y Juliana Quintero, madre e hija, explican al diario ALnavío que su marca Palma Canaria nació de un proyecto de responsabilidad social que desarrolló Juliana para la universidad hace un año. La idea era exponer el talento de los artesanos colombianos e ir más allá de los típicos sombreros y souvenirs por los que se les conoce. “Quisimos intervenir en su artesanía y llevarlo a la moda y un poco también al lujo”, explica Arbeláez.
En Palma Canaria elaboran cestos de mimbre o canastas con detalles en macramé, zapatos artesanos y hasta abanicos. Todo ello con fibras naturales y, según las diseñadoras, “muy ponibles” en cualquier época del año y región. En Colombia venden en 17 tiendas de marcas de lujo, también les llegan pedidos de diferentes partes de Latinoamérica, pero ahora quieren dar un gran salto: mostrar a la mujer europea que un canasto no es sólo para ir a la playa, sino para cualquier ocasión, incluso con abrigo.
Por su parte, Paola Calle, directora creativa de Ethnical Poets, lleva en esta industria cerca de tres años. Empezó con el diseño de ponchos y poco a poco se fue especializando en joyería. En la feria presentó una colección que aún sólo se vende en Colombia y Estados Unidos.
Los diseñadores buscan “revalorizar el trabajo ancestral para que no se pierda”
Se trata de unos collares muy anchos y coloridos, elaborados con una técnica antigua en la que se van insertando piezas de porcelana. Los tejen indígenas que viven al sur de Colombia y que tardan dos semanas en elaborar un collar. En Ethnical Poets les incluyen elementos metálicos, con oro de 24 quilates para resaltar cada una de los diseños. “Piezas de lujo que se pueden poner en cualquier ocasión”, describe la creativa y apunta: “Es el arte indígena milenario” y lo que buscan es “revalorizar el trabajo ancestral para que no se pierda”.
Según cifras de los organizadores del evento, la industria de la moda y la joyería generó en 2016 más de 114.000 empleos directos en Colombia y alrededor de 700.000 indirectos. El sueño de todos los diseñadores que pisaron Latin Curated es ver sus creaciones en las calles de ciudades como Madrid o Barcelona.