Reinaldo Iturbe (ALN) .- Tras la disolución de la figura del interinato por parte del bloque de Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, el fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López, respondió en primera instancia con un mensaje en su cuenta Instagram en el que defendía la gestión de Juan Guaidó al frente de un interinato que no pudo cumplir el mandato del 233 constitucional, dado que el sistema político venezolano, en las circunstancias actuales, carece de los contrapesos institucionales necesarios para acometer la tarea de «ordenar» elecciones presidenciales. La promesa del cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres lucía quimérica desde el mismo día de la jura de Guaidó el 23 de enero de 2019, un hecho al cual nos referiremos más adelante y sobre el cual poco se ha dicho. O al menos no se ha dicho toda la verdad.
En un segundo round, y esta vez en una entrevista concedida a ApexVenezuela, López fustigó contra el bloque del G3 que desmontó ya tardíamente el interinato, que había perdido su razón de ser desde el momento en el cual falló la estrategia de preferencia luego de los hechos acaecidos con la ayuda humanitaria en febrero de 2019, la insurrección del 30 de abril de ese año y la Operación Gedeón. De esta última dice López que no tuvo nada que ver con ella, pese a que figuras de alto peso del entorno de Guaidó pusieron en marcha dicha operación.
López abre fuego contra todo y contra todos. No termina de aceptar que la mayoría de los legisladores electos en 2015 hayan decidido extinguir el interinato. Dice que es un «salto al vacío», pero no dice que Estados Unidos (principal aliado internacional de la oposición) se ha pronunciado en respaldo a la AN de 2015 y le ha otorgado licencia para proteger activos en el exterior. Tampoco dice López que el salto al vacío empezó en 2018, cuando se incumplió el pacto opositor que obligaba a escoger mediante elecciones primarias a un candidato que enfrentara a Nicolás Maduro en las presidenciales. Tampoco dice López que fue un salto al vacío la locura de «La Salida», y que también fue un salto al vacío que en 2017, durante las protestas masivas, muchos dirigentes de su partido, Voluntad Popular, hayan prometido «calle sin retorno» hasta que Maduro saliera del poder, cuando sabían perfectamente que eso era mentira. Le mintieron al país. Quemaron la calle con protestas que languidecieron por la represión.
En medio de la fúrica declaración de López, atacó a los negociadores de la oposición. «Tienen cable directo con el gobierno», aseguró. Pero omitió decir que para tener la condición de negociante de un lado o del otro, el perfil mínimo a cumplir es que la figura sea potable de un lado y también del otro, pues de una manera distinta, sería imposible sentarse en una mesa de negociación. De hecho, Freddy Guevara está sentado en la mesa de negociación.
Y de toda la declaración de López, hay algo que no puede pasar inadvertido:
«En 2019 muchos no quisieron que Guaidó se juramentara en la AN y por eso lo hizo en Chacao».
Lo que no dijo López es que días antes del 23 de enero, una buena mayoría de la oposición desechó la tesis de juramentar un presidente «interino», alegando que la figura sería ineficaz. Luego Guaidó, sin aviso y sin protesto, se autojuramentó como interino prometiendo lo imposible y dando un verdadero salto al vacío, dado que el reconocimiento de 60 países no causó el menor efecto político interno. Las cosas seguían idénticas: Maduro en el poder y la oposición desbaratándose por trozos.
En el arrebato de López faltó decir que pese a que «muchos» se opusieron a la jura de Guaidó, esos mismos «muchos» prestaron su apoyo al interinato durante 2019, 2020, 2021 y 2022, pese a los horrendos casos de corrupción ocurridos durante ese lapso, particularmente en Monómeros.
Un salto al vacío fue formar un gobierno paralelo que sin haber tomado posesión del Palacio de Miraflores, ya se veía salpicado por una docena de renuncias y corruptelas.
«Debimos ser más severos» con la corrupción, dice López. Pero ya es demasiado tarde para admitirlo.
¿Qué pretendían Leopoldo López y Voluntad Popular? ¿Sostener el interinato ad infinitum? ¿Quién pierde más? ¿Quién cayó dramáticamente en las encuestas? Cayó Guaidó y también cayó la oposición que le respaldó. Cayeron todos. Perdieron todos. Y en un balance en cuenta corriente desde 2019 a la fecha, es más lo que ha perdido la oposición que los réditos obtenidos, más allá del apoyo de 60 gobiernos.
No es como argumenta López, que el interinato fue saboteado y ello empujó el fracaso del mismo. El interinato se «autosuicidó» (CAP dixit). De haber tenido éxito, hoy Maduro no estaría en Miraflores.
Debe saber Leopoldo López que en política, cuando falla la estrategia de preferencia, hay que buscarle sustitución. ¿Se dio cuenta López que la estrategia del «quiebre» quemó a la oposición de manera sucesiva en 2014, 2017 y de 2019 en adelante? ¿Se dio cuenta López, ya que se ha animado a declarar, que tanto él como algunas figuras de Voluntad Popular han llevado las riendas de estrategias fracasadas?
¿Quién le pone el cascabel al gato?