Antonio José Chinchetru (ALN).- El régimen de Nicolás Maduro ha hecho de la judeofobia, que ya estaba presente en la época de Hugo Chávez, una seña de identidad. El informe sobre libertad religiosa elaborado por el Departamento de Estado de EEUU recoge diversos episodios en los que dirigentes y medios de comunicación chavistas recurren a la propaganda antisemita.
No sólo las Iglesias cristianas son objetivo del acoso del gobierno de Nicolás Maduro (Ver más: El régimen de Nicolás Maduro atenta contra la libertad religiosa de católicos y evangélicos). Los judíos venezolanos están siendo señalados por constantes mensajes antisemitas por parte de dirigentes del régimen chavista y por los medios de comunicación que este controla. La judeofobia de las autoridades de Venezuela ha sido destacada en el capítulo dedicado a ese país en el informe Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Ejemplo de ello es que, según las denuncias recogidas, desde el oficialismo en ocasiones se negó o trivializó el Holocausto.
Representantes de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) dijeron a los autores del documento que, para evitar las acusaciones de antisemitismo, en algunas ocasiones dirigentes del régimen y los medios gubernamentales sustituyen el término “judío” por el de “sionista”. Ejemplo de ello es lo que le ocurrió al exalcalde del municipio El Hatillo David Smolansky, conocido miembro de la comunidad judía venezolana y político opositor que tuvo que huir del país en septiembre del año pasado. En agosto el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el régimen de Maduro, le había condenado a 15 años de prisión bajo la acusación de incitar a la violencia en el transcurso de las protestas que tuvieron lugar de mayo a julio.
Desde la CAIV, según recoge el informe, consideran que la judeofobia es uno de los elementos determinantes de las acciones del régimen contra Smolansky. La organización aportó a los autores del informe documentación en la que los medios de comunicación chavistas se referían al político opositor como un “agente sionista”.
La ciudadana venezolana Deborah Goldberg Solomovic se enfrentó verbalmente en Australia a la hija de Jorge Rodríguez, exalcalde del municipio Libertador y miembro del oficialista PSUV, a la que reprochó su lujoso modo de vida. Las imágenes fueron grabadas en un vídeo que rápidamente se volvió viral en las redes sociales. Rodríguez publicó un mensaje en Twitter en el que afirmaba: “Deborah Goldberg Solomovic, que es judía, le hizo a mi hija lo que los nazis le hicieron a sus abuelos”. Como señalan en numerosas obras y conferencias autores expertos en judeofobia como Pierre-André Taguieff y Gustavo Perednik, la equiparación de judíos y nazis es uno de los recursos más habituales de los antisemitas contemporáneos.
Nicolás Maduro exigió a las organizaciones hebreas internacionales que condenaran la acción “cometida por una mujer judía”
El caso de Goldberg no se limitó al tuit de Rodríguez. El propio Nicolás Maduro exigió a las organizaciones hebreas internacionales que condenaran la acción “cometida por una mujer judía”. El autócrata añadió que los partidarios de su régimen “son los nuevos judíos del siglo XXI”. El informe del Departamento de Estado destaca que esto implica presentarse como víctimas y equiparar el altercado verbal en Australia “con el intento de los nazis de exterminar sistemáticamente a los judíos europeos en la Segunda Guerra Mundial”.
En respuesta a las declaraciones de Maduro, la CAIV emitió el 17 de mayo una declaración reiterando su rechazo a cualquier comparación o referencia que contribuya a una campaña para trivializar o negar el Holocausto. La organización que agrupa a las comunidades judías venezolanas declaró su “repudio absoluto a cualquier referencia del genocidio de más de seis millones de judíos por parte del régimen nazi, para equipararlo con incidentes recientes”.
Antisemitismo en medios de comunicación chavistas
Los medios de comunicación oficiales y controlados por el oficialismo se han convertido en una herramienta de difusión de propaganda antisemita, según se desprende de varios casos recogidos en el informe del Departamento de Estado. Es el caso de la supuesta “Operación David” denunciada por las webs chavistas Aporrea.org y La Iguana. Según estos medios digitales, se trataba de un “complot terrorista” para atacar la residencia presidencial, el Palacio de Miraflores. Publicaron que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin, la policía política) había descubierto la hipotética trama siguiendo una ruta marcada por estrellas de David que conducían al palacio.
Un artículo de Aporrea.org negaba que existiera evidencia alguna de las cámaras de gas en los campos nazis
No fue el único caso de judeofobia protagonizado por Aporrea.org que recoge el informe. En mayo, el sitio web publicó un texto de un partidario del Gobierno llamado Asdrúbal Márquez en el que minimizaba el Holocausto. Rebaja el número de víctimas a 800.000 y negaba que existiera evidencia alguna de las cámaras de gas en los campos nazis.
Otro artículo antisemita publicado en Aporrea.org fue obra de Oscar Heck, un colaborador del medio que se autodefine como “buscador de la verdad para la Revolución Bolivariana”. Según recoge el informe, el texto aludía a la ascendencia judía del líder opositor Henrique Capriles para acto seguido afirmar: “Capriles Radonski me parece un ‘líder supremo’ hitleresco”.
El informe recoge otro caso, sin citar el autor. El sitio web chavista publicó en abril un artículo en que se afirmaba que el “sionismo internacional” tiene el control absoluto de la Casa Blanca. Las fuentes de la CAIV advirtieron que este contenido promovió la falsa idea de que la comunidad judía pone los intereses de EEUU por encima de los de Venezuela, y que eso podía convertir a los hebreos en blanco de actos antisemitas.
La equiparación directa de Israel con la Alemania nazi es otra técnica antisemita usada por parte de los medios chavistas que denunciaron los representantes de la comunidad judía venezolana ante los autores del informe. En el canal Telesur, del que son propietarios varios Estados latinoamericanos pero que está controlado por el Gobierno de Venezuela, se emitió el 27 de enero de 2017 un programa en el que se comparaba el Holocausto con el conflicto árabe-israelí, por ejemplo.
Un largo historial antisemita
Aunque en el informe no se recoge, la judeofobia no es ninguna novedad en el régimen chavista. Se da la circunstancia de que uno de los primeros asesores del fallecido Hugo Chávez fue Norberto Ceresole. Este sociólogo y politólogo argentino (fallecido en 2003) fue durante décadas el más destacado negador del Holocausto en habla española y uno de los más conocidos a nivel mundial.
No es un caso único. Cuando el actual ministro de Educación, Elías Jaua, fue nombrado vicepresidente por Chávez en 2010, el Centro Wiesenthal advirtió sobre sus vínculos tanto con los terroristas de extrema izquierda de ETA y las FARC como con los golpistas de ultraderecha “carapintadas” argentinos. Estos últimos son conocidos, entre otras cosas, por sus posicionamientos antisemitas.
El papel de Ceresole no explica por sí sólo la temprana judeofobia del chavismo, ni su continuidad en el tiempo. Un elemento fundamental es la alianza del Gobierno, que sigue firme, con el régimen integrista islámico de Irán. El Gobierno de Teherán ha organizado a lo largo de las últimas décadas numerosas actividades destinadas a difundir la idea de que el Holocausto no existió y a propagar propaganda antisemita.