Leticia Núñez (ALN).- Un informe elaborado por la OCDE, la CAF y la CEPAL asegura que la región tiene la mayor brecha mundial entre las competencias disponibles y las competencias que las economías y los negocios requieren. “Se trata de un problema particularmente apremiante en Perú, Brasil y México”.
Alrededor del 50% de las empresas de América Latina no encuentra la fuerza laboral dotada de las competencias que necesitan, frente a un 36% de las compañías en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Es decir, casi la mitad de las firmas de la región tiene problemas para localizar a trabajadores formados. Así se desprende del informe “Perspectivas económicas de América Latina 2017”, elaborado en conjunto por la OCDE, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), que concluye que la región tiene “la mayor brecha mundial entre las competencias disponibles y las competencias que requieren tanto las economías como los negocios”.
Se trata, según los tres organismos, de un problema particularmente apremiante en países como Perú, Brasil y México. En el primer caso, la cifra de empresas que no encuentra a profesionales a la altura ronda el 70%. Mientras, en Brasil, se sitúa en torno al 62% y en México, alcanza el 54%.
Para suplir la escasez de competencias, los empleadores recurren a personal cualificado del extranjero. Pero no solo eso. Las compañías de América Latina tardan más que en cualquier otra región del mundo para ocupar las vacantes.
El estudio destaca que pocos estudiantes de educación superior se dedican a ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas
El informe, presentado este lunes en la Casa de América de Madrid, también señala que los sectores con una escasez de personal cualificado más aguda son el de los automóviles y la maquinaria, lo que “subraya el reto de diversificarse hacia las actividades que se consideran más beneficiosas para el desarrollo y la mejora industrial”, según Ángel Melguizo, economista jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe, del Centro de Desarrollo de la OCDE.
Pero, ¿a qué se debe la falta de profesionales competentes? Los autores del informe lo tienen claro: más de dos tercios de los jóvenes de América Latina y el Caribe no están suficientemente calificados, “sin educación superior universitaria o técnica superior”. Aunque el acceso a la educación superior en la región se ha ampliado en la última década, aún es inferior a los niveles de la OCDE.
“Muchos latinoamericanos jóvenes dejan la escuela demasiado pronto, como muestran las altas tasas de deserción escolar y los bajos índices de finalización de ciclos de enseñanza”, señalan. Como consecuencia, 43 millones de ciudadanos entre 15 y 29 años (equivalente al 31% de la población joven) no han terminado la educación secundaria y no están matriculados en la escuela.
Pocos alumnos de ciencia y tecnología
Además, el estudio destaca “la poca pertinencia de la educación” y que pocos estudiantes de educación superior se dedican a las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Las tasas de matriculación van de 2% a 7% en comparación con el 10% de los países de la OCDE, y de 13% y 18% en economías como Alemania, Francia, Irlanda, Reino Unido y China.
Y todo ello a pesar de que son disciplinas asociadas con “mayores retribuciones”. En Perú, por ejemplo, los titulados en STEM ganan un 20% de media más que otros titulados de educación superior. En Uruguay, el salario es un 10% más.
El cambio tecnológico también es importante por la cantidad de puestos de trabajo nuevos que se crearán en el futuro. “Cuando sean adultos, los jóvenes de la región enfrentarán un mundo laboral diferente al de hoy”, recalca el informe, insistiendo en que “América Latina debe estar preparada para este cambio” que muchos consideran la cuarta revolución industrial.
“Reto de calidad”
Asimismo, los tres organismos señalan que la educación latinoamericana “rara vez instruye a los jóvenes en competencias técnicas, profesionales y administrativas de mediano y alto nivel”. El gasto público en programas de capacitación laboral varía del 0,02% del PIB en Perú a más del 0,30% en Colombia y Costa Rica, comparado con un promedio de 0,14% en la OCDE. Sin embargo, “la calidad de las escuelas técnicas es heterogénea. Las escuelas de buena calidad que gozan de prestigio y generan rendimientos a estudiantes y empleadores coexisten con las de mala calidad”, asegura el informe. Por ello, los expertos creen que “hay que seguir apostando en educación”. Según Melguizo, se trata de “un reto de calidad” y puso un ejemplo al respecto: “En el año 2050, habrá 25 millones de ingenieros en América Latina frente a 100 millones de China”.
“Cuando sean adultos, los jóvenes de la región enfrentarán un mundo laboral diferente al de hoy”
Los bajos niveles educativos ya se reflejan en el mercado laboral. De hecho, uno de cada cinco jóvenes de América Latina no tiene empleo, no estudia ni recibe capacitación. En total, son casi 30 millones de personas entre 15 y 29 años en esta situación. Esto, según el estudio, significa que “no están orientados hacia ninguno de los dos canales principales de inclusión social y económica: el sistema educativo o el mercado laboral”. En Honduras, El Salvador, Guatemala y México las tasas de este fenómeno superan el 25%. Es, además, una cuestión de género, ya que afecta más a las mujeres que a los hombres. Un 30% frente a un 11%.